México D.F. Miércoles 26 de mayo de 2004
Detectan incongruencias en bienes patrimoniales
e irregularidades en gastos del Conadic
Inician procedimiento contra Guido Belsasso por tráfico
de influencias
ALFREDO MENDEZ ORTIZ
A
nueve meses de que Guido Belsasso renunciara a su puesto de comisionado
del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic), tras ser descubierto
por La Jornada cuando intentaba aprovecharse del cargo público
para vender diversos servicios y permisos del Estado mexicano, lo que derivó
en una investigación en la Secretaría de la Función
Pública (SFP), la dependencia que encabeza Eduardo Romero Ramos
decidió iniciar un procedimiento de responsabilidades administrativas
en contra del ex funcionario.
En un comunicado que emitió ayer la oficina de
comunicación de la SFP se dio a conocer que Belssaso pudo haber
violado la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos
(artículos 7 y 8), pues se reunieron evidencias que podrían
demostrar su culpabilidad en un posible tráfico de influencias,
"por pretender aprovecharse de su cargo para intervenir en trámites
y servicios federales fuera de su competencia".
Además, la SFP detectó en los nueve meses
recientes que "hay algunas incongruencias respecto a los bienes que integran
el patrimonio (de Belssaso), por lo que ha sido citado para que haga las
aclaraciones respectivas".
De acuerdo con fuentes gubernamentales, si al final del
procedimiento administrativo los auditores y abogados de la SFP comprueban
que Belssaso sí incurrió en actos ilícitos, el castigo
podría ir desde su inhabilitación (temporal o definitiva)
para volver a ejercer cargos públicos, hasta la consignación
de la investigación a la Procuraduría General de la República,
para que se le pudieran fincar cargos penales.
Belsasso se integró en su momento al ahora grupo
gobernante de la mano de Marta Sahagún. Su mérito: ser esposo
de Sari Bermúdez, quien durante la campaña foxista actuó
como personera de la ahora esposa del Presidente.
Su salida al frente de la Conadic se dio apenas unos días
después de que el reportero Jaime Avilés hizo públicas
diversas pruebas en este diario (La Jornada, 18 de agosto) del tráfico
de influencias en el que estaba incurriendo el funcionario, que alardeaba
de "estar conectado políticamente con el primer nivel" y utilizaba
el nombre del presidente Vicente Fox Quesada para realizar sus negocios.
Ayer la SFP informó que luego de más de
nueve meses de investigación, la dependencia encontró una
serie de irregularidades que presuntamente agravarían la situación
de Belsasso. En los próximos días será citado para
que manifieste lo que a su derecho corresponda.
En el comunicado de prensa, la SFP puntualizó que
Belsasso tramitó el pago de viáticos y pasajes internacionales
a dos personas que no tenían relación laboral con la Secretaría
de Salud.
Además aprobó otra serie de viáticos
y pasajes internacionales a tres personas cuyo contrato de prestación
de servicios incluía sueldos, organización, transportes y
todos los demás gastos que se originaran como consecuencia de los
servicios contratados.
Otro de los puntos descubiertos consiste en que Belsasso
avaló con su firma que algunas personas ostentaran cargos que no
estaban establecidos en la estructura orgánica de la dependencia.
Aunado a lo anterior, se descubrió la inclusión
indebida en un contrato de prestación de servicios, de una cláusula
por la que la Secretaría de Salud se comprometía a cubrir
a la empresa contratada traslados, alimentos y hospedajes de manera improcedente.
En el comunicado se agregó que fue iniciado otro
juicio de responsabilidades administrativas sobre su evolución patrimonial
al detectarse incongruencias entre los bienes que posee y lo que ha manifestado
en sus declaraciones patrimoniales.
La historia
Jaime Avilés inició su investigación
a partir de una denuncia que recibió el año pasado.
Descubrió primero que en el portal www.ipglaw.com
la firma Belsasso y Asociados ofrecía, entre otros servicios, normas
oficiales mexicanas (NOM), "programas de exportación (ante Secofi)"
y "permisos de salud (Ssa)", así como "programas de apoyo promocional
por Bancomext". En la página electrónica se proporcionaban
también a los interesados el teléfono 55 96 38 52 del consultorio
de Belsasso en Lomas de Chapultepec y el correo [email protected]
perteneciente a la Secretaría de Salud, desde donde eran renviados
a la empresa que administra Bruno Belsasso Minvielle, hijo del comisionado
"renunciante".
Para entrar en contacto con la "influyente" familia, Avilés
creó una cuenta en Internet y un personaje: el empresario italiano
"Francesco Mosca", interesado en los servicios de los Belsasso para invertir
12 millones de dólares en "el desarrollo turístico en playa
Chemuyil, de la Riviera Maya".
Puesta la millonaria cantidad ante los ojos de Belsasso,
éste no dudó en mantener la comunicación -vía
Internet- con el "millonario italiano", quien tuvo a bien "enviar" a su
"sobrino, el señor Calandri", para concretar la operación
financiera en las playas de Quintana Roo, según los mails
registrados entre "Mosca" y el comisionado los días 10 y 11 de agosto
pasados.
La cita la concretaron en el lobby del hotel Four
Seasons de la capital mexicana para el 12 de agosto de 2003. "Tomarían
café" y hablarían de negocios.
El "sobrino de Mosca" no era sino el periodista italiano
Massimo Calandri -corresponsal en México de La Repubblica-,
invitado por Avilés al "juego" en el que ya habían hecho
caer a los Belsasso, que llegaron muy puntuales a la cita en el lujoso
hotel.
El comisionado foxista contra las adicciones no dudó
en presentarse como tal; Calandri, en una pequeña grabadora, registró
buena parte de la conversación:
"Quiero decirle quiénes somos -su hijo estaba al
lado-. Yo soy funcionario del gobierno del presidente Fox; soy miembro
de su gabinete. Soy sotto (sub) secretario de Salute. En
la Secretaría de Salud hay tres subsecretarios, yo soy uno de ellos.
Entonces, en función de eso tengo todas las relaciones, todos los
contactos con el gobernador de Quintana Roo", presumió el siquiatra.
Ofreció más datos de su influencia: "yo
soy médico... tengo un consultorio médico, tengo una clínica.
Mi área es básicamente eso, pero estoy conectado políticamente
con el primer nivel, con el Presidente de la República para abajo,
¿no? Bruno es mi hijo mayor, él es licenciado en administración
de empresas y tiene su propio negocio, que es una exposalud. El, cada año,
organiza una gran exposición en el sector salud..."
Guido Belsasso ofreció "hablar con el gobernador...
abrir puertas"; su hijo Bruno tasó "una cuota por toda la operación..."
Fue así que Avilés publicó todo en
La Jornada. Con detalles y pruebas puso al descubierto el tráfico
de influencias que practicó Guido Belsasso.
|