México D.F. Miércoles 26 de mayo de 2004
"Parece una reminiscencia del EPR", considera
la dependencia federal
Descarta la PGR la existencia del Comando Jaramillista
Morelense
Los estallidos del domingo son hechos aislados, reitera
el titular de Gobernación
Se registran nueve amenazas de bomba en centros educativos
y de salud del estado
En
tanto que para la Procuraduría General de la República (PGR)
no existe el Comando Jaramillista Morelense, sino que fue una fracción
del Ejército Popular Revolucionario (EPR) el que colocó e
hizo estallar tres artefactos explosivos el domingo pasado en Jiutepec,
Morelos, el secretario de Gobernación, Santiago Creel, refrendó
las palabras del presidente Vicente Fox y dijo que esos hechos son aislados,
porque "son muy localizados y no reiterativos".
Ayer, el gobernador del estado, Sergio Estrada Cajigal,
negó que los bombazos del pasado domingo representen la aparición
de un grupo guerrillero, y aseguró que se trata de un clan que pretende
arrebatar "lo que nosotros ganamos en las urnas. En Morelos no hay guerrilla,
de hecho el grupo que se atribuyó los atentados no tiene antecedentes",
olvidando sus declaraciones de enero pasado, cuando afirmó que en
Tlalnepantla se había encontrado un campamento guerrillero.
Según la agencia Notimex, en una casa abandonada
en la colonia Aeropuerto, del municipio de Temixco, las policías
preventiva estatal y municipal localizaron tres explosivos, conocidos como
"salchichas", de dinamita con posibles dispositivos electrónicos
listas para ser utilizadas.
El vocero del ayuntamiento de Temixco, Pablo Tamez, rechazó
que se hubieran localizado bombas en esa colonia, pero reconoció
que sí se encontraron tres explosivos de los usados por mineros.
Respecto de la PGR, fuentes oficiales aseguraron que las
primeras indagatorias no descartan la vinculación entre el grupo
que colocó los explosivos en las sucursales de Banamex, Santander,
Bancomer y HSBC, con quienes realizaron actos similares en la ciudad de
México en el año 2001.
El tema de las explosiones ocurridas en la Ciudad Industrial
del Valle de Cuernavaca (Civac), Morelos, la madrugada del domingo, según
los entrevistados, fue parte de una reunión sostenida este lunes
entre altos mandos de la PGR, luego de que la totalidad de la investigación
quedó en manos de la Subprocuraduría de Investigación
Especializada contra la Delincuencia Organizada.
Los indicios que se tienen, de acuerdo con las fuentes
consultadas, son que las actividades subversivas realizadas en Morelos
estén conectadas con el clima de "confusión política"
que se vive en esa entidad, por lo que pretenden "descomponer" aún
más el panorama en el cual Estrada Cajigal busca ser llevado a juicio
político por sus presuntos vínculos con el narcotráfico.
Esas circunstancias han sido utilizadas, dijeron, por
lo que parece una "reminiscencia" del EPR, grupo que supuestamente fue
desarticulado, pero del cual aún quedan algunos activistas en libertad.
En la Secretaría de Gobernación, Santiago
Creel aseguró que las autoridades federales están en busca
de "los responsables de estos actos; respecto a los pormenores de los artefactos
utilizados en los tres sitios donde estallaron los daremos a conocer en
el curso de los siguientes días, hasta que tengamos la información
completa", precisó.
Al ser interrogado si el gobierno federal tiene informes
sobre la posibilidad de nuevos atentados, Creel respondió que se
investiga la naturaleza y los alcances de los hechos ocurridos el domingo
pasado. Resaltó: "afortunadamente, durante la administración
del presidente Fox y a través de los cauces propios de un sistema
democrático, se han podido canalizar buena parte de las demandas
que plantean los grupos sociales y, por lo tanto, no ha habido actos de
subversión importantes."
Por su lado, el gobernador de Morelos negó que
los bombazos del pasado domingo representen la aparición de un grupo
guerrillero.
No obstante, el secretario de Gobierno, Jesús Giles
Sánchez, consideró que todavía no es tiempo ni hay
elementos para "poner nombre y apellido a los autores del atentado", y
tras expresar su respeto a las declaraciones hechas por el diputado federal
panista José Sigona Pérez -que atribuó los sestallidos
a grupos cercanos al PRD-, precisó que hay que ser prudentes en
las expresiones y permitir el avance de las investigaciones por parte de
la PGR.
El presidente estatal del PRD, Jorge Messeguer Guillén,
calificó al diputado federal José Sigona Pérez como
irresponsable e incendiario, y le exigió se retracte su de sus declaraciones
o presente pruebas; asimismo, rechazó categóricamente participación
alguna del Partido de la Revolución Democrática en los bombazos
en contra de tres sucursales bancarias el pasado domingo.
El diputado Guillermo López Ruvalcaba, coordinador
de la bancada del sol azteca en el Congreso local, afirmó que José
Sigona "es el Federico Döring de Morelos, un patiño del gobernador"
que realiza declaraciones de manera irresponsables en un momento en que
el estado requiere de calma y prudencia. Afirmó que las acusaciones
sin fundamento del legislador no benefician ni a Morelos ni a la defensa
de Sergio Estrada Cajigal.
Guillermo del Valle Reyes, diputado federal priísta,
consideró que se debe regresar la tranquilidad y la gobernabilidad
en la entidad y esto, señaló, "no podrá ser con la
presencia del mandatario estatal Sergio Estrada Cajigal; hago votos porque
entre la cordura en el mandatario y permita a los morelenses, partidos
políticos y los órganos de la sociedad que la entidad tenga
paz social y política; si quiere a Morelos, deberá renunciar
de manera inmediata".
Reacción de jaramillistas
En caso de que siga la amenaza hacia los dirigentes de
organizaciones sociales, "vamos a movilizarnos a escala nacional, pues
no permitiremos que el gobierno nos vaya a culpar por algo que el movimiento
no hizo", reconoció Plutarco Emilio García Jiménez,
integrante de la Unión de Pueblos de Morelos, organización
creada bajo la inspiración y participación de zapatistas
y jaramillistas.
En conferencia de prensa, García Jiménez
mostró su preocupación y repudió a lo que se ve como
una tendencia de inculpar a las organizaciones sociales, dando palos de
ciego, además, manifestó el descontento, "porque los acontecimientos
son utilizados para distraer la atención que se vive en la entidad",
concretamente, dijo, el conflicto del gobierno de Morelos.
Luego de los atentados, los cuerpos de seguridad recibieron
en menos de seis horas nueve llamadas de auxilio, ya que supuestamente
una voz anónima informaba sobre la existencia de algún explosivo
en instalaciones educativas, desde prescolar hasta nivel secundario, el
Hospital del Niño Morelense, la central camionera de La Selva y
las oficinas de los juzgados en el penal de Atlacholoaya.
Por otra parte, el gobernador de Michoacán, Lázaro
Cárdenas Batel, consideró que el ataque del Comando Jaramillista
Morelense 23 de Mayo es un elementos que "enrarece el ambiente" en México,
y señaló que por ello los actores políticos deben
de privilegiar el diálogo y la mesura.
En tanto, la Policía Municipal de Tlalnepantla
efectuó disparos al aire en un paraje cercano a la cabecera, para
disuadir a un grupo de pobladores que protagonizaron un conato de enfrentamiento,
como resultado de que tres personas cortaron hierbas usadas en la elaboración
de productos capilares en un predio, sin permiso del dueño. Según
la corporación, efectivos de la policía estatal se dirigieron
a Tlalnepantla para apoyar a los municipales, situación que causó
tensión en el municipio.
RENATO DAVALOS, GUSTAVO CASTILLO, CLAUDIA HERRERA,
LA JORNADA MORELOS Y NOTIMEX
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