México D.F. Miércoles 26 de mayo de 2004
En él se ubica el predio El Encino; se
dice despojado por falta de dinero
Presenta Mayolo Soto la escritura que lo acredita como
dueño del rancho Memetla
Muestra copias de la sentencia en su favor emitida por
el juzgado noveno de lo familiar
GABRIELA ROMERO SANCHEZ Y RAUL LLANOS SAMANIEGO
Mayolo Soto Segura presentó ante los medios de
comunicación copias de la ''escritura madre'', que data de 1895,
y de la sentencia emitida por el juzgado noveno de lo familiar para acreditar
que él y su familia son los legítimos propietarios del rancho
Memetla, en el que se ubica el predio conocido como El Encino.
En
conferencia de prensa realizada en la Asamblea Legislativa del Distrito
Federal (ALDF), Soto Segura detalló que en 1895 su abuelo, Pedro
Segura Galicia, compró por 600 pesos el citado rancho a Joaquina
Gutiérrez viuda de González. A su vez, él heredo la
propiedad a sus hijas Juana -su madre- y Agustina Segura Almaraz, quienes
murieron intestadas, por lo que a mediados de los años 90 sus seis
primos y cinco hermanos iniciaron un proceso de sucesión testamentaria.
''El 11 de septiembre de 2003, el juzgado emitió una sentencia en
la que se nos reconoce como los propietarios del antiguo rancho Memetla''.
Señaló que ''por falta de tiempo y dinero''
fue despojado poco a poco de su terreno, cuya superficie estimó
en ''2 millones 780 mil 878 metros cuadrados''.
Sobre Federico Escobedo Garduño, quien se ostenta
como propietario del predio El Encino, Mayolo Soto recordó que en
una entrevista en Canal 40 aquél aceptó que no tenía
escrituras del terreno, ''mientras yo tengo la escritura madre''.
Agregó que puede ser cierto que Escobedo Garduño
haya invertido mucho dinero en El Encino, pero también ha obtenido
muchas ganancias de la extracción y venta de arena de las minas
que había en esa zona.
Interrogado sobre la posibilidad de que se reúna
con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López
Obrador, para solicitar su ayuda, Soto Segura respondió: ''No existe
ninguna seguridad de buscarlo; nosotros estamos trabajando con los documentos
que tenemos''. No obstante, admitió que hace cuatro meses tuvo una
plática con un señor de apellido Amieva, del Gobierno del
Distrito Federal, pero no se llegó a nada.
''Recurrí a él en plan de ayuda, y qué
bueno que no me la dieron, porque si no ahorita estaría en un problema.
El que coincida con lo de López Obrador no me interesa; mi juicio
tiene que caminar.''
Acompañado por Miguel Angel Domínguez, uno
de los abogados de los dos despachos que llevan su caso, Soto Segura se
negó a entregar copias de los documentos que llevaba, porque ''son
oro para mí'', y a dar detalles del juicio sucesorio que se sigue.
Sobre quién paga los dos despachos de abogados
que llevan su caso, Mayolo Soto se limitó a decir que se llegó
a un acuerdo con ellos. ''Se va pagando conforme a las situaciones que
se presentan'', dijo, aunque después precisó que se les dará
15 por ciento de lo que se obtenga.
Para finalizar, comentó que ha recibido cuatro
llamadas amenazándolo, sin embargo, no ha presentado ninguna denuncia.
Renuente a responder a muchos de los cuestionamientos
que le hicieron los reporteros, Soto Segura preguntó: ''¿Ustedes
creen que esto me gusta, después de los problemas que tengo? Yo
vengo aquí, a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, como
cuajimalpense, a plantear mi problema''.
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