México D.F. Sábado 22 de mayo de 2004
Evitar enfrentamientos entre comuneros del Ajusco
y de Xalatlaco, su encomienda
Resguardan Agua Grande policías federales, del
DF y el Edomex
Suman más de mil 500 elementos de los tres gobiernos
La tensión disminuyó ayer, al reanudarse el diálogo
entre representantes de ambas comunidades, en la Secretaría de Gobernación
JOSEFINA QUINTERO E ISRAEL DAVILA REPORTERA Y CORRESPONSAL
Desde ayer, las mil 509 hectáreas del paraje Agua
Grande, que se disputan en un litigio agrario las comunidades de San Miguel
y Santo Tomás Ajusco, Distrito Federal, y de Xalatlaco, estado de
México, son resguardadas por más de mil 500 elementos de
cuerpos de seguridad de los tres niveles de gobierno: federal, capitalino
y mexiquense, para evitar enfrentamientos entre los habitantes de ambas
poblaciones.
A solicitud del gobierno capitalino, 350 efectivos de
la Policía Federal Preventiva (PFP), al mando del general Francisco
Arellano Noblecía, se apostaron, a las 17:30 horas, en la zona de
conflicto, con la consigna de "no poner un pie" en territorio mexiquense.
Los
efectivos de la PFP se sumaron a 600 elementos de la Secretaría
de Seguridad Pública (SSP) del Distrito Federal que desde temprano
se desplegaron en la zona, al mando del subsecretario Gabriel Regino García.
Los agrupamientos de granaderos y de la policía montada se apostaron
en la zona conocida como La Placa, y en el paraje de Agua Grande.
Alrededor de las 16:30 horas, al lugar también
arribaron 380 policías de Protección Ciudadana, quienes se
instalarán de forma permanente en el paraje La Cantimplora, ubicado
a cinco kilómetros de los límites con el estado de México.
Gabriel Regino informó que los cuerpos de seguridad
del DF resguardarán las mil 509 hectáreas en disputa, desde
la zona limítrofe hasta el valle de La Cantimplora, y "brindarán
todo el apoyo y respaldo a la Policía Federal Preventiva, y en caso
de requerir un refuerzo, de inmediato acudiremos al llamado". Asimismo,
informó que tienen contacto con la comunidad del Ajusco para evitar
enfrentamientos y les garantizó que nadie entraría al paraje.
Mientras, en territorio mexiquense, la Dirección
de Seguridad Pública del Estado de México instaló
un campamento en el paraje denominado La Placa, justo en la línea
divisoria entre ambas entidades, ya que el gobierno estatal se comprometió
a resguardar ese territorio y a contener a los pobladores de Xalatlaco,
en caso de alguna provocación.
En el lugar se apostaron 40 efectivos del grupo antimotines
FAR y 60 más de la policía estatal. Cerca, aseguró
el comandante Pedro Alcántara, también fueron ubicados 200
elementos con capacidad para reforzar a sus compañeros ante una
eventualidad.
La presencia de la PFP en el paraje durará hasta
que se emita un fallo definitivo sobre la posesión de las mil 509
hectáreas en disputa entre ambas comunidades, señaló
Arellano Noblecía. Cualquier incidente que se produzca, de alteración
del orden o la comisión de algún delito, advirtió,
"vamos a proceder en forma enérgica, y vamos a detener a quien sea,
para presentarlo ante el Ministerio Público, y no va a suceder lo
que hace dos días, cuando en unas horas recuperaron su libertad.
Nosotros vamos a permanecer para que se hagan las consignaciones que correspondan".
Después de 10 meses, las comunidades en conflicto
regresaron a la mesa de diálogo en la Secretaría de Gobernación,
a la que también se integraron las autoridades de los gobiernos
del Distrito Federal y del estado de México, en busca de una solución.
Sin embargo, por la tarde los representantes del Ajusco
responsabilizaron directamente al secretario de Gobernación, Santiago
Creel Miranda, y al gobernador del estado de México, Arturo Montiel,
de "alentar, tolerar y solapar las agresiones en contra del territorio
de la comunidad del Ajusco".
José Guadalupe Romero, presidente del comisariado
de bienes comunales, manifestó que no buscan un enfrentamiento ni
"derramar sangre" ante los habitantes de Xalatlaco, pero advirtió
que en caso de una invasión a sus tierras "no permaneceremos con
los brazos cruzados viendo cómo se nos agrede, amenaza e intimida
con actos injustificados, y aunque no nos estamos preparando, tenemos una
población adulta no menor de 10 mil gentes, que sólo esperan
el llamado para intervenir en el conflicto. Yo creo que cuando caiga el
primer comunero del Ajusco se suman todos, porque no es una lucha de unos
cuantos sino de toda la comunidad".
Recordó las agresiones de los habitantes de Xalatlaco
a la Policía Federal Preventiva, en dos ocasiones, y la invasión
que han intentado al paraje, y manifestó que las violaciones las
ha cometido la comunidad mexiquense y no la del Ajusco.
Propuesta de cinco puntos
Los comuneros del Distrito Federal propusieron, como solución
al conflicto, cinco puntos, entre los que se encuentra el resguardo permanente
de Agua Grande, reponer la placa que identifica los límites con
el estado de México, derribada por los de Xalatlaco, e iniciar la
mesa de diálogo mientras se resuelve el fallo de la Corte.
Los ánimos estaban enardecidos y un grupo de comuneros
intentó bloquear la carretera federal México-Cuernavaca para
ejercer presión sobre las autoridades jurisdiccionales, a las que
corresponde emitir el fallo que resuelva el conflicto agrario, pero fueron
contenidos.
Las reuniones en la Secretaría de Gobernación,
ayer, con representantes de las comunidades, permitieron que la situación
en la zona limítrofe se distensara, por lo que ambos pueblos regresaron
a la normalidad, luego de varias horas en las cuales se vivieron momentos
de tensión ante una eventual confrontación.
En un comunicado, la Secretaría de Gobernación
informó de los acuerdos logrados este viernes, entre los cuales
destaca que el lunes se instalará una "mesa jurídica", integrada
por autoridades de los tres niveles de gobierno y los representantes de
Xalatlaco y San Miguel y Santo Tomás Ajusco. Los comuneros mexiquenses
solicitaron una reunión entre las comunidades sin la presencia de
la autoridad, la cual será gestionada por la dependencia federal.
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