Familiares de Bours, y líderes de PAN y PRI, entre los dueños de granjas: Profepa y Semarnat

Arrasan camaroneros privados miles de hectáreas del litoral sonorense

Sin resolutivos de impacto ambiental ni licencias, 95% de empresas, según las autoridades federales

CRISTOBAL GARCIA BERNAL CORRESPONSAL

Hermosillo, Son., 21 de mayo. Miles de hectáreas de flora han sido devastadas en Sonora por productores acuícolas del sector privado, aseveraron Ernesto Munro Palacio y Florencio Díaz Armenta, delegados de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y de la Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), durante una comparecencia de "buena voluntad" ante la Comisión del Medio Ambiente del Congreso local.

Explicaron ante los legisladores que a lo largo del litoral se han construido al menos 49 granjas acuícolas en 12 mil 113 hectáreas, lo que ha provocado daño irreversibles al ecosistema, porque 95 por ciento de esas empresas han empezado su construcción sin tener el resolutivo de manifestación de impacto ambiental, cambio de uso de suelo y concesión de zona marítima y terrestre que expide la Semarnat.

Munro Palacio precisó que entre las familias que se dedican a ese tipo de actividades en Hermosillo y Huatabampo destacan la del gobernador Eduardo Bours Castelo, así como la de los dirigentes estatales del PRI, Daniel Trelles Iruretagoyena, y del PAN, Francisco Búrquez Valenzuela.

De las 49 empresas que producen camarón de exportación a Estados Unidos, 16 se localizan en Huatabampo, 15 en Hermosillo, siete en San Ignacio Río Muerto, seis en Cajeme, tres en Bácum, una en Cabor-  ca y otra más en Empalme.

Estos proyectos productivos impactan negativamente el entorno ecológico, sin embargo, en 10 años se han convertido en una actividad necesaria para el desarrollo económico de la entidad, pues constituyen una fuente importante de empleos y divisas para Sonora y, por tanto, "no hay que satanizarlas", reiteraron.

Por lo anterior, la Profepa aplicó recientemente una multa de sólo 130 mil pesos a la empresa Tecnología Camaronícola del Noroeste, ubicada en la comunidad rural de Tastiota de esta ciudad capital, donde Búrquez Valenzuela es uno de los principales accionistas.

"Las granjas acuícolas ubicadas en el litoral sonorense han provocado daños irreversibles al entorno ecológico, al acabar con miles de hectáreas de flora, además de contaminar el mar con las aguas residuales utilizadas durante el proceso de producción", coincidieron.

Para el delegado de la Profepa, "el grado de devastación es grave", porque los empresarios han tenido que desmontar miles de hectáreas para alcanzar los niveles de tierra que requiere la construcción de la estanquería conocido como espejos de agua.

Por su parte, el delegado de la Semarnat propuso ante los diputados locales un plan de reordenamiento costero, con el propósito de encontrar las vocaciones productivas de cada zona de la costa sonorense.

"Tener un plan de ordenamiento ecológico en el litoral de Sonora dará a los inversionistas mayor certeza en el momento de definir el proyecto y preservar los recursos naturales y el entorno ecológico", agregó.

Estas empresas están obligadas a compensar y mitigar los daños provocados por la deforestación, y nivelar las zonas donde se establecen las unidades de producción, por lo que deben plantar especies en regiones donde sea necesario, aseguró Díaz Armenta.

Debido a que el proceso para la obtención de una manifestación de impacto ambiental es tardado, los empresarios emprenden los proyectos sin anuencia, "aduciendo compromisos financieros con instituciones crediticias", agregó.

El delegado de Sermanat expresó que es una actividad que ha tenido su auge en los pasados 10 años y ha generado grandes cantidades de divisas y fuentes de empleo para la entidad, "que como sonorenses tenemos que impulsar".

Los diputados y los delegados federales acordaron realizar un sobrevuelo sobre el litoral sonorense para atestiguar los daños que las granjas acuícolas han provocado al ecosistema.