México D.F. Sábado 22 de mayo de 2004
Investiga el ejército estadunidense la
muerte en Irak y Afganistán de 37 detenidos
Crece escándalo sobre torturas de soldados de
EU contra iraquíes
Difunde el Post nuevas imágenes aún
más estremecedoras de abusos y vejaciones a presos
Efectivos de Delta Force usan drogas en interrogatorios
a reclusos y los sumergen en agua
AFP, DPA, REUTERS Y THE INDEPENDENT
Washington, 21 de mayo. El escándalo por
las torturas que soldados estadunidenses han ejercido contra prisioneros
iraquíes continúa creciendo.
El ejército investiga la muerte de 37 detenidos
-incluyendo ocho posibles homicidios- bajo su custodia en Irak y Afganistán
desde 2002, informaron fuentes del Pentágono, mientras una cadena
televisiva estadunidense reveló que la fuerza de elite Delta Force
es objeto de investigación por presuntos abusos durante interrogatorios
de prisioneros en una instalación cercana al aeropuerto de Bagdad;
en tanto, el diario The Washington Post difundió nuevas fotografías,
videos y testimonios de presos iraquíes sometidos a abusos y vejaciones
en la prisión de Abu Ghraib.
Las cifras ofrecidas por el Pentágono de fallecimientos
en cautiverio representan un incremento en relación a las 25 muertes
reportadas, a principios de mes, por altos oficiales del ejército,
según fuentes que pidieron el anonimato.
De
los restantes nueve casos, ocho involucran muertes calificadas por médicos
de homicidio co-mo resultado de golpes, ya sea an-tes o durante los interrogatorios,
dijeron los oficiales.
En el noveno caso, se cree que la muerte es resultado
de causas naturales, refirieron las fuentes; seis de nueve casos ocurrieron
en Irak, y tres en Afganistán. El Pentágono también
emitió 23 certificados de muerte de detenidos ocurridas en Irak
y Afganistán, incluyendo los nueve homicidios sospechosos.
Entre las causas de muerte se mencionan "heridas por balazos
múltiples con complicaciones", "lesiones por uso de fuerza y asfixia",
"heridas en la cabeza con contusión cerebral y hematomas", "asfixia
debido a compresión del pecho", "estrangulación", "lesiones
por uso de fuerza en las extremidades inferiores complicadas con daños
de arterias coronarias" y "embolia pulmonar".
A todo esto, la fuerza de elite Delta Force es objeto
de investigación por presuntos abusos durante interrogatorios a
iraquíes en una instalación cerca del aeropuerto de Bagdad,
informó la cadena NBC.
El lugar bajo escrutinio ha sido escenario de las más
graves violaciones de las Convenciones de Gi-nebra (sobre la protección
de los prisioneros de guerra) de las ocurridas en todas las cárceles
iraquíes, indicaron dos fuentes del gobierno estadunidense citadas
por NBC.
Los detenidos en la instalación penitenciaria "de
alta seguridad", añadieron las fuentes, se encuentran recluidos
en celdas muy pe-queñas y oscuras.
Los efectivos de Delta Force, suelen utilizar drogas de
manera habitual durante sus interrogatorios, sumergen a los detenidos en
agua hasta casi ahogarlos o a punto de colapso, según NBC.
Un portavoz del Pentágono en Irak dijo que no haría
comentarios sobre la información de NBC.
En tanto, el escándalo de Abu Ghraib se agudizó
este viernes con la difusión de un video, fotografías y testimonios
de las torturas practicadas por militares estadunidenses contra prisioneros
iraquíes.
La cinta de video, difundida exclusivamente en el sitio
de internet del diario The Washington Post, señala que los
nuevos testimonios suministran "la imagen más detallada hasta el
momento sobre lo que ocurrió en el sector de celdas" de Abu Ghraib.
El video, de 50 segundos, co-mienza con tres militares
que maltratan a un prisionero: lo colocan bruscamente contra una pared;
lo abofetea uno de los soldados, de bigote, con boina negra y guantes.
Perdido el equilibrio por el gol-pe, el detenido apoya
una rodilla en el suelo. A continuación se le obliga a quitarse
la ropa.
El soldado de bigote sujeta lue-go por el brazo a otro
detenido que yace en el suelo, y lo arrastra a un rincón. Obliga
después a un tercer detenido, desnudo y con la cabeza cubierta,
a ponerse en cuclillas. La imagen se detiene.
En otra fotografía se ve a un soldado que mira
a un hombre completamente desnudo cubierto por algo que al parecer es excremento.
El Post estima que estas nuevas imágenes
"muestran una variedad de técnicas violentas jamás vistas"
por el público, y precisó que esas imágenes fueron
"seleccionadas de una serie de videos digitales", que no indicó
cómo obtuvo.
Los testimonios de los 13 detenidos iraquíes que
figuran en informes elaborados por investigadores del ejército citados
por el Post son aún más estremecedores.
En 65 páginas relatan que fueron manoseados por
mujeres soldados, obligados a comer alimentos extraídos de los retretes
y haber sido tratados como animales.
"Nos obligaron a andar en cuatro patas, como perros",
contó Hiadar Sabar Abed Miktub al Abudi, prisionero número
13 mil 077.
Mehaddi Hilas, prisionero nú-mero 15 mil 1108,
relató que fue testigo cuando un traductor estadunidense violó
a un joven iraquí de entre 15 y 18 años, y afirmó
que una soldado tomó fotografías.
Hilas señaló que sábanas fueron colocadas
para evitar que los de-más prisioneros vieran, pero declaró
que escuchó cómo el joven mu-sulmán gritaba de dolor.
Otro preso refirió cómo los soldados sodomizaban
a un detenido con una linterna. A otro le hicieron lo mismo con una matraca
después de haberle obligado a reptar con la cabeza oculta por un
pasamontañas, mientras era golpeado y le es-cupían durante
cuatro horas.
Para escarnio de su religión, los detenidos dicen
haber sido obligados a comer cerdo y beber alcohol, prácticas prohibidas
por el Islam.
"Debido a que comenzaron a golpear mi pierna fracturada,
tuve que decir que renunciaba a mi religión, y me ordenaron que
diera las gracias a Jesucristo de que estuviera vivo", señaló
Ameen Saeed al Sheikh, detenido 15 mil 136.
El Pentágono se lava las manos
El jefe del estado mayor conjunto, Richard Myers, insistió
hoy en que nadie autorizó oficialmente en Irak métodos de
interrogatorio inhumanos o contradictorios con la Convención de
Ginebra.
Por lo pronto, el ejército estadunidense anunció
hoy que ordenó una investigación previa al juicio por abusos
de prisioneros contra la soldado Lynndie England.
El llamado artículo 32 sobre investigaciones, equivalente
militar del gran jurado, establecerá si hay suficientes pruebas
para celebrar una corte marcial contra ella.
Asimismo, el sargento Samuel Provance, quien fue testigo
de torturas y abusos a prisioneros y afirmó que existía una
"voluntad de enterrar el caso", fue despojado de su pase y podría
ser enjuiciado, al considerar sus superiores que sus declaraciones no sirven
"al interés nacional", señaló la cadena ABC.
A todo esto, las fuerzas de ocupación liberaron
a 454 reos de la prisión de Abu Ghraib y anunciaron que pondrá
en libertad a finales de este mes a otros 400, informó el general
Mark Kimmit, subjefe de operaciones militares.
Mientras, Camilo Mejía, sargento centroamericano
que se negó a regresar a Irak, quien formaba parte de las tropas
estadunidenses, fue declarado hoy culpable de de-serción por el
jurado militar de una corte marcial en Atlanta.
Condenado a un año de prisión y excluido
del ejército por mala conducta, Mejía alegó en su
defensa el carácter "ilegal" de la guerra y haber presenciado maltratos
contra prisioneros iraquíes.
El cantautor nicaragüense Carlos Mejía Godoy,
padre de Camilo, señaló tras ser dado a conocer el veredicto
de su hijo que al gobierno de Estados Unidos "le interesa que los estadunidenses
e hispanos sigan siendo carne de cañón para sus intereses".
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