Arturo Alcalde Justiniani

México, observado por la OIT

muchos dolores de cabeza suele darle la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al gobierno mexicano con motivo del incumplimiento de sus compromisos en materia laboral, especialmente en temas de libertad sindical y contratación colectiva.

Ha sido una larga tradición oficial encubrir, diferir y, en ocasiones, retorcer la información requerida por los distintos órganos de la OIT, en especial del Comité de Libertad Sindical y de la Comisión de Expertos. El carácter tripartito del organismo facilita las cosas, ya que los delegados son designados por el propio gobierno. Se busca en todo caso que los representantes permanentes del sector patronal y de las organizaciones de trabajadores por medio de la CTM y la CROC (con una reciente y marginal participación) presenten una cara común. Nada de disidencias, nada de contradicciones. La consigna es "nadar de a muertito". La alternancia política no ha cambiado este viejo esquema.

A pesar de esta estrategia de fachada, el interés por la libre organización de los trabajadores parece incrementarse entre diversos sectores laborales del país. La reacción común a cualquier intento de organización legítima es violenta en distintos grados. La cultura laboral vigente tiene por principal característica el temor y la oposición a la libre organización gremial. Ante la cerrazón de los espacios nacionales, una red de abogados promueve una oficina común de denuncia y seguimiento de quejas. De esta manera, cualquier grupo de trabajadores organizados del país al que le sean violados sus derechos, tanto en el ámbito federal como en el local, podrían recibir asesoría y apoyo. La sociedad tendría el beneficio de conocer el comportamiento de cada una de las autoridades a escala nacional.

Los convenios internacionales de la OIT constituyen el referente más importante en el mundo en materia de derechos humanos laborales. La OIT, nacida en 1919 al concluir la Primera Guerra Mundial, y desde 1946 organismo de las Naciones Unidas, se estructura mediante una conferencia internacional, celebrada anualmente en Ginebra, Suiza, en el mes de junio; un consejo de administración, que se reúne 3 veces al año, y una oficina internacional, que da seguimiento permanente a sus tareas. Cuenta con mil 900 funcionarios y 600 expertos de más de 100 nacionalidades en su oficina de Ginebra y en 40 oficinas repartidas en el mundo.

En la lista de quejas mexicanas presentadas ante la OIT aparecen trabajadores pesqueros, de la empresa Roche Syntex, de Conalep, petroleros democráticos y pilotos de AVIACSA, entre otros. En el caso del sindicato democrático del INEGI, fieramente golpeado por sus autoridades, se renovará la denuncia en virtud de la falsedad en que incurrió el gobierno en su informe al sostener que Areli Hernández había dejado de representar a su sindicato. La próxima reunión del Comité de Libertad Sindical se celebrará los días 27 y 28 del presente mes en Ginebra y analizará el caso de la maquiladora Matamoros Garment de Puebla.

En la última sesión de la Comisión de Expertos de la OIT se tomó nota de una extensa queja presentada por la principal organización sindical del mundo: la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), que agrupa a 150 millones de afiliados y que hace referencia a las dificultades que sufren los trabajadores mexicanos de las maquilas, la injusta situación de los trabajadores indebidamente contratados "por honorarios" (privados de los más elementales derechos de seguridad social), las demoras y obstáculos en el sistema de registro sindical mexicano y el eterno reclamo contra el monopolio sindical ejercido por la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE). En contraste con la recomendación emitida por la OIT, se ha negado el registro a una nueva federación sindical que agrupa a 80 por ciento de los trabajadores burocráticos del país, incluyendo al SNTE.

La Comisión de Expertos la OIT concluye: "La comisión reitera una vez más la firme esperanza de que el gobierno adoptará medidas para derogar o modificar estas disposiciones legislativas a fin de ajustarlas a dicho convenio (87). La comisión vuelve a solicitar al gobierno que en su próxima memoria tenga a bien informarle de toda medida adoptada al respecto".

Tomar en serio las recomendaciones de la OIT sería un paso fundamental para transitar a la democracia.