En su conferencia previa al combate contra Randall fue recibido con el Sinaloense

No puedo perder, daré mi vida arriba del ring, expresó Julio César Chávez

Espero que salga como el campeón que fue: Ratón Macías Debe ganar por nocaut: Chiquita

CARLOS HERNANDEZ

Como en sus mejores tiempos, Julio César Chávez fue recibido a ritmo de mariachi, con su canción favorita El Sinaloense y causando alboroto entre aficionados y prensa.

El héroe boxístico de México en los años recientes se cansó de repetir que no puede perder, además de que prometió dar un gran espectáculo y, fiel al estilo, expresó a micrófono abierto: "No lo voy a jurar, pero chingo a mi... ya saben quien... si no doy mi vida arriba del ring".

Carcajadas y aplausos. Todo se le festeja al ex campeón, quien no se cansa de repartir autógrafos, tomarse fotos y posar con una pancarta: "Gracias México. Adiós".

Conferencia de prensa para la última pelea del considerado mejor boxeador en la historia del país. La diferencia de tantos días de gloria es que esta vez Chávez estará acompañado de sus hijos Julio César junior y Omar.

"Sufro más verlos a ellos pelear que cuando yo estoy arriba del ring", exclamó el triple campeón mundial, quien aseguró que sus vástagos andan con los guantes puestos porque lo han acompañado desde que eran pequeños.

"Ellos no necesitan vivir del boxeo, ya les dejé dinero para que vivan bien. Lo hacen por amor al pugilismo, porque desde niños han estado conmigo", añadió.

Hay optimismo en los presentes -la mayoría fanáticos de JC. El ambiente festivo sólo se relaja un poco cuando en una pantalla aparece la escena en la cual Chávez cae por primera vez a la lona y sufre su primer revés.

Aquel lejano 29 de enero de 1994, cuando Randall le conecta un recto de derecha al rostro y Julio César conoce el sabor de la derrota. Pero apenas fue un paréntesis de realidad. De inmediato todos hablan de que el sonorense debe irse como lo que fue.

"Espero que salga como el campeón que siempre fue", expresa el Ratón Macías, quien aprovecha para declarar que aunque se llene la Plaza México, su récord de 55 mil aficionados permanecerá, ya que ahora la capacidad del inmueble es menor.

"Se va un grande y debe ganar por nocaut", completa la Chiquita González. "Espero que nos haga recordar sus noches de gloria", apunta José Antonio Aguirre, mientras José Sulaimán asegura: "México ha tenido grandes campeones, pero Julio César ha dejado la huella más importante".

Los hijos del monarca no son inmunes. "Voy a echarle muchas ganas para tratar de verme como mi papá", expresa Omar, quien peleará en amateur. "Espero que se retire con la mano en alto, como todos queremos", indica Julio César junior, quien tendrá su octava contienda como profesional.

Aparece entonces una voz en contra, la del retador: "Le quiero dar las gracias a Julio César porque hace 10 años me dio la oportunidad de cumplir mi sueño al ganar el título mundial.

Ahora le doy otra vez las gracias porque estaré en su última pelea. Estoy más listo que nunca. Y voy a ganar, no sé en qué round, porque no soy Muhammad Alí".

Chávez, por su parte, dice estar consciente de su responsabilidad. "Allá arriba se gana o se pierde, pero yo definitivamente no puedo perder. Creo que ganando o perdiendo voy a dar mi vida arriba del ring", reitera.

-ƑCómo te sientes ante tu última pelea?

-Es una fecha triste, pero a la vez con mucha motivación. Creo que el público merece respeto y por eso he trabajado muy bien. Siento un poco de nostalgia, pero a la vez estoy contento porque la pelea se acerca.

-ƑEstás listo para el retiro?

-Ya era tiempo de que este retiro viniera, estuve 15 años peleando, ya es mucho tiempo y por eso esta pelea la he tomado con mucho sentimiento y dedicación. Quiero dejar un gran recuerdo a todos los mexicanos.

-ƑY entonces comenzará la leyenda?

-Vamos a esperar, ataja JC.