México D.F. Jueves 20 de mayo de 2004
"Es necesario traer el líquido de otros
lugares", dice funcionario; oposición de vecinos
Sobrexplotación de mantos acuíferos genera
conflictos a habitantes de León
Unos de los proyectos para el abastecimiento es "jalar"
el agua de territorio jalisciense
MARTIN DIEGO RODRIGUEZ CORRESPONSAL
Leon, Gto., 19 de mayo. Con una población
de poco más de 1.5 millones de habitantes, León padece un
serio problema en el abasto de agua, tanto por sus características
geográficas (semiárido) como por su actividad industrial,
ya que para el curtido de pieles se requieren altos volúmenes del
líquido.
La
crisis del agua en esta ciudad derivó en un conflicto intermunicipal
con campesinos de Romita, por lo que el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado
de León (SAPAL) inició en abril la construcción de
un acueducto, con apoyo de la fuerza pública, para bombear 60 litros
de agua por segundo para consumo humano.
De acuerdo con información publicada por la Secretaría
del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), León presenta
una sobrexplotación de sus acuíferos, por lo que "es necesario
que traigamos el agua de otros lugares" ya que los requerimientos representan
113 por ciento, declaró el presidente del consejo consultivo del
SAPAL, Francisco Obregón Navarro.
Por tal motivo, uno de los proyectos para abastecer de
agua a la llamada capital económica del estado es mediante la construcción
de la presa San Nicolás, en Jalisco, y abastecer del líquido
a partir del proyecto Río Verde, cuyo costo está considerado
en 500 millones de dólares.
Según Obregón Navarro, el abasto de líquido
a León tendría por objeto dejar descansar los pozos que explotan
las aguas subterráneas de la ciudad, así como los que están
explotando también de otros municipios que, según algunas
organizaciones sociales, padecen ya de problemas "por el agua que extrae
León".
Uno de los casos es Romita, donde, según Heriberto
Calderón Amador, líder del Movimiento Cívico Romitense
-organización que se opuso a la construcción del acueducto
y cuyos integrantes fueron sometidos por la fuerza pública el 18
de junio de 2002-, "ya se han secado dos pozos de uso agrícola por
el bombeo para la ciudad de León y hay otros dos más en riesgo,
pero también tenemos una docena de pozos agrícolas que están
padeciendo problemas serios".
Falta de acuerdo
Debido a que las instancias oficiales consideraron que
esta ciudad tiene asegurado el abasto del líquido para los próximos
30 años, hace unos meses, a raíz de la falta de acuerdo entre
Jalisco y Guanajuato respecto al proyecto Río Verde para abastecer
de agua a León, se determinó incluir a este municipio como
uno de los beneficiados con el plan hidráulico de la presa Santa
María, alimentada por la cuenca del Pánuco.
"Sí, hablamos ya de dos proyectos, pero lo que
conviene más a los dos estados (Guanajuato y Jalisco) y al mismo
país es la presa San Nicolás, porque con el río Verde
quitamos presión a la cuenca Lerma-Chapala, que está sobrexplotada",
precisó Obregón Navarro.
El funcionario reconoció también que no
siempre existieron las dos opciones, "aunque siempre debe existir un plan
alterno, no se hablaba de Santa María para León, pero siempre
hay planes maestros que llevan las autoridades estatales". Sin embargo,
aclaró, Río Verde es el plan directo en el que insistirán
las autoridades locales.
Obregón Navarro indicó que Santa María
causaría impacto en las presas Allende y Solís. Ambos, comentó,
"son proyectos prioritarios".
Pese a reconocer que el proyecto Río Verde se ha
negociado desde hace 13 años y que Santa María para León
es apenas reciente, el presidente consejero del SAPAL subrayó que
"a León le da igual que el agua venga por el norte o por el sur,
pero lo más conveniente para los dos estados es Río Verde.
Si recibimos agua por la presa San Nicolás, la enviaríamos
tratada al punto de origen mediante el río Turbio, ese es el proyecto
más idóneo, además de que el llegar a un acuerdo entre
los estados nos ayudaría a eliminar los resentimientos entre habitantes
de ambas entidades, tendríamos una buena vecindad, pero si no se
da, esto podría generar más enconos", advirtió.
El funcionario refirió además que mientras
el proyecto Río Verde tiene un costo de aproximadamente 500 millones
de dólares, Santa María "es un proyecto que no saldría
tan caro, sale igual o menos, pero lo mejor es que ya se tiene tal opción".
Añadió que el costo no sería tan alto ya que León
sólo tendría que bombear el agua desde Irapuato, "porque
el proyecto original que tiene el gobierno de Guanajuato en ese punto es
para abastecer de agua a los municipios que atraviesan por el canal de
Coria".
Aunque se tienen ya los dos proyectos para abastecer de
agua a León, se requiere que ya se ponga en marcha el más
conveniente, pues "el reloj está contra nosotros", reconoció
el presidente del SAPAL, Francisco Obregón Navarro.
"Freno al crecimiento"
"Sin la construcción de ninguno de los proyectos,
y si la ciudad sigue creciendo en la misma proporción que hoy lo
está haciendo, sólo está garantizado el abasto para
los próximos cinco años, es decir, en ese lapso si no hay
proyecto, ya sea Río Verde o Santa María, no habrá
el mismo crecimiento de León como lo tenemos hoy. Necesitamos traer
agua, porque podemos todavía crecer cinco años; después
podríamos mantener el abasto en la ciudad, pero se frenaría
el crecimiento", alertó.
Por tal motivo, insistió, en caso de que avancen
los cabildeos y negociaciones con los vecinos de Jalisco, las obras podrían
iniciar entre finales de 2004 y 2005, pero en cuanto a Santa María,
dado que la participación de León es reciente, aún
no se tiene certeza cuándo podría arrancar ni cómo
se participaría en el proyecto.
"En este momento la prioridad es San Nicolás. El
reloj está en contra de nosotros", puntualizó Obregón
Navarro.
Precisó además que por lo avanzado en los
trabajos de la presa San Nicolás, el SAPAL cuenta con un estimado
de beneficios. "Nosotros requerimos 80 millones de metros cúbicos
de agua al año, 2 mil 700 litros por segundo. Con Río Verde
tendríamos asegurados 3 mil 800 litros por segundo, y el beneficio
en primera instancia sería que dejaríamos de explotar nuestros
pozos temporalmente y descansarían los acuíferos para tener,
en un plazo de 25 años, de nueva cuenta la posibilidad de abrir
las fuentes originales para el abasto de la ciudad".
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