México D.F. Jueves 20 de mayo de 2004
''No me eligieron para que me ponga suavecito
con acaparadores; al diablo con los coyotes''
Censura López Obrador el uso de instituciones
para tomar represalias
El gobierno las ha convertido en agencias políticas;
desconoce el estado de derecho, dice
ANGEL BOLAÑOS Y LAURA GOMEZ FLORES
Al
convertir a las instituciones en agencias políticas para tomar represalias
contra sus adversarios, el gobierno desconoce el estado de derecho, afirmó
Andrés Manuel López Obrador, jefe de Gobierno del Distrito
Federal, al advertir que ni en la última etapa del PRI en el poder
ocu-rrían actitudes como el juicio de procedencia en su contra que
solicitó la Procuraduría General de la República (PGR).
Si bien consideró preocupante el uso faccioso del
Estado y sus maniobras para eliminar a un opositor, señaló
que "si piensan que con esto nos van a espantar, pues la verdad es que
no nos conocen; nosotros vamos a defender siempre causas justas con arrojo",
y en el caso del litigio por el predio El Encino dijo que en su defensa
no se incurrirá en actos de provocación, pero sí habrá
firmeza.
Respecto del desplegado que publicaron ayer la Suprema
Corte de Justicia de la Nación y el Consejo de la Judicatura Federal,
para expresar su respaldo a las resoluciones que en su momento han determinado
los jueces y magistrados que han intervenido en el caso de El Encino, así
como para rechazar imputaciones de deshonestidad, el funcionario dijo que
respeta al Poder Judicial federal y no va a confrontarlo.
Reiteró sin embargo que es necesaria una reforma.
''Lo digo de manera respetuosa y no creo que por eso se vayan a ofender'',
para establecer un mejor órgano de control interno que supervise
el trabajo de los administradores de justicia.
Preguntó: ''¿A cuántos jueces, magistrados
y ministros ha sancionado la Judicatura? Cuando nos contesten eso vamos
a ver si en efecto tienen un verdadero órgano de control'', apuntó.
No dudó en admitir que existan en juzgados y tribunales
asuntos influenciados por ''un grupo de abogados''. No se trata de una
calumnia, aclaró, sino ''lo que todo el mundo ve'', y como ejemplo
de ello se refirió a la sentencia de un tribunal que ordenó
al gobierno federal cubrir al ex banquero Carlos Cabal Peniche recursos
depositados en Banco Unión, que podrían ascender a más
de 3 mil millones de pesos, así como el expediente del Paraje San
Juan, en Iztapalapa, en cuyo caso se ordenó al Gobierno del Distrito
Federal el pago de una indemnización por mil 810 millones de pesos,
''y miren en qué terminó; hay todos los elementos para demostrar
que hubo un fraude procesal''.
Y al llegar a este punto mandó ''al diablo'' a
los acaparadores de predios, a los coyotes y a los corruptos.
''No me eligieron para que me ponga suavecito con los
acaparadores de terrenos que son propiedad de la ciudad, o que me ponga
de tapete de coyotes que están acostumbrados a saquear el
erario; si lo hiciera, entonces dirían, con mucha solemnidad, como
acostumbran: el licenciado López Obrador es respetuoso del estado
de derecho. ¿Cómo les voy a dar mil 810 millones de pesos?
¿Y la gente, qué? Es para los adultos mayores, para los discapacitados,
para la gente humilde. ¿Por eso me van a enjuiciar?'', replicó.
En el fondo, insistió, no es la ley ni que se esté
violando el estado de derecho, es un pretexto por ''el miedo que tienen
a que participe alguien del proyecto que nosotros representamos en 2006
y que tenga éxito''.
Se trata de un plan, previno, una tras otra, para no dejarlo
en paz, pero lo que consideró más preocupante es el uso faccioso
de las instituciones del Estado, lo que significa desconocer el estado
de derecho.
''No aceptamos que la Procuraduría General de la
República o las instituciones se conviertan en agencias políticas
para tomar represalias en contra de sus adversarios; esto realmente no
se daba en el país desde hace algún tiempo; incluso en la
última etapa del gobierno de ese partido que duró tanto en
el poder (PRI) ya no se presentaban estos asuntos''.
El jefe de Gobierno prefirió ayer no insistir en
la posibilidad de diálogo con el presidente Vicente Fox, porque
''cada vez que menciono lo de la audiencia me recetan averiguaciones previas;
entonces mejor vamos a esperar, no hablemos de eso'', y tocó madera,
diez golpecitos seguidos en el respaldo del atril.
Lamentable, que la SCJN se preste a una leguleyada:
Encinas
Por su parte, el secretario de Gobierno capitalino, Alejandro
Encinas Rodríguez, consideró lamentable que la Suprema Corte
de Justicia de la Nación ''empiece a tener una intencionalidad política
al prestarse a una leguleyada para inhabilitar al jefe de Gobierno,
cuando no existe sustento jurídico'', pues nunca se violó
la suspensión provisional que ordenaba detener los trabajos de construcción
de una vialidad hacia el hospital ABC, en el predio El Encino.
El funcionario convocó a la gente a mantener la
confianza, porque ''vamos a seguir adelante superando todos los obstáculos
que se nos presenten, ya que este proyecto que iniciamos no tiene marcha
atrás; tenemos su apoyo y confianza y no los vamos a defraudar''.
Mencionó que el procedimiento de desafuero del
mandatario local no debió concretarse, pues en ocho ocasiones anteriores
se determinó que no había violación a la suspensión
provisional y prueba de ello es que se inició una obra alterna al
predio para dar salida al hospital, sin ''utilizar un solo metro cuadrado
de éste, por lo que estamos frente a un asunto de índole
política y no jurídica''.
Encinas consideró que ''están preocupados,
pues han hecho muchos esfuerzos por debilitar la imagen del jefe de Gobierno
y frenar el trabajo en la ciudad, sin éxito, cayendo en un error
grave'', el cual se acreditará conforme al procedimiento que se
marque; nada más que lo haga bien la PGR, porque empezó mal
enviando la solicitud a la Comisión Permanente en lugar de la Cámara
de Diputados.
Por ello, la ''toma de posición política
dentro de la Corte'' resulta lamentable; se trata de una situación
sui generis, ''pues quien debió requerir de la procuraduría
la solicitud de desafuero era la SCJN, no el juez, y nadie debe usar las
instituciones del Estado para enfrentar a sus adversarios, estando por
encima de la ley'', afirmó.
Sin embargo, es evidente que se trata de un ataque para
debilitar la imagen del mandatario capitalino con miras a 2006, asunto
que debiera dirimirse en las urnas y no en los tribunales, dijo al descartar
la posibilidad que una situación similar se registre con los predios
en disputa llamados La Mexicana y la Fama Montañesa.
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