México D.F. Sábado 15 de mayo de 2004
GDF: RESPUESTA A ACUSACIONES TEMERARIAS
Al
dar a conocer los avances en las investigaciones sobre el fraude en la
delegación Gustavo A. Madero, en el que están implicados
el empresario Carlos Ahumada Kurtz y el ex secretario de Finanzas del gobierno
capitalino Gustavo Ponce Meléndez, la Contraloría General
del Distrito Federal aseveró ayer que el ex funcionario, prófugo
desde marzo pasado, "no sustrajo un solo centavo del erario para viajar
a Las Vegas", lo cual hace suponer a esa dependencia que Ponce habría
recibido dinero de otras fuentes, aspecto de la investigación que
tocará esclarecer a la Procuraduría General de la República
(PGR).
Esta primera conclusión de la contraloría
capitalina toma especial relevancia tras los señalamientos del presidente
Vicente Fox contra el gobierno encabezado por Andrés Manuel López
Obrador, al que acusó de "no haber podido evitar el dispendio y
la pérdida de recursos económicos por parte de sus funcionarios
corruptos", ni especificado el dinero que "se desvió de la obra
pública".
Funcionarios de la administración local han refutado
y demostrado de manera contundente la falta de fundamento de las temerarias
acusaciones lanzadas desde Budapest el jueves pasado, con información
sobre las investigaciones en curso y reportes de los procesos judiciales
que se siguen contra funcionarios y ex funcionarios del Distrito Federal.
En su oportunidad, el procurador capitalino, Bernardo
Bátiz -quien ayer fue requerido por la Subprocuraduría de
Investigación Especializada en Delitos Federales de la PGR para
rendir declaración como testigo en el caso Ponce-, rechazó
desde el jueves la inopinada aseveración del presidente Fox sobre
el supuesto desvío de recursos públicos en las arcas de la
capital, al sostener que ya fue recuperada la tercera parte de los 31 millones
de pesos del fraude en la delegación Gustavo A. Madero, y citó
uno a uno los procesos judiciales que lleva a cabo la dependencia a su
cargo contra personas involucradas en casos de corrupción.
Si bien, al conocer las reacciones que suscitaron sus
declaraciones, el mandatario habló en Varsovia -último punto
de su rápido paso por Europa del este- de su disposición
al diálogo con quien lo solicite, y pretendió bajar el tono
de su discurso con el alegato de que sólo había hecho "señalamientos
genéricos" sin ánimo de confrontación y formulado
una "declaración de principios", por su parte el secretario de Gobernación,
Santiago Creel, mantuvo el tono de descalificación y dejó
en el aire el señalamiento de que hay funcionarios que se hacen
"de la vista gorda" ante la corrupción.
Una vez más queda en evidencia la falta de coordinación
en la postura del Ejecutivo federal, lo que, lamentablemente, da por resultado
un doble discurso -incluso tildado de "esquizofrénico" por el Comité
Ejecutivo Nacional del partido del sol azteca- que lejos de propiciar un
acercamiento para el diálogo entre el foxismo y la oposición,
fomenta la desconfianza de los diversos actores políticos y aleja
las posibilidades reales de un avance en los temas sustantivos de una agenda
nacional, cuyo contenido, a estas alturas del sexenio, aún está
por definirse entre las principales fuerzas políticas. Mientras
continúa el cruce de descalificaciones, la crispación y la
discordia, así como las contradicciones entre los miembros del gabinete,
persiste la incertidumbre sobre el rumbo del país.
Es sin duda urgente para la nación dejar a un lado
los desfiguros y ataques sin fundamento, y que quienes tienen la mira en
la sucesión presidencial regresen los ojos a 2004 para superar la
parálisis política y económica, así como atender
los asuntos pendientes en el México actual.
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