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México D.F. Sábado 15 de mayo de 2004
El espectáculo multidisciplinario finaliza
el lunes sus presentaciones en el Julio Castillo
The Junebug Symphony, un canto a la libertad,
la imaginación y la fantasía
El montaje creado por James Thiérrée entabla
una comunicación sensorial con el espectador
Rescata las artes circenses, las actualiza y les da
un lugar expresivo innovador
MARIANA NORANDI ESPECIAL
Tras recorrer durante seis años Estados Unidos,
Oceanía, varios países de Europa y Asia, el espectáculo
The Junebug Symphony llega por primera vez a México. Creado,
dirigido y protagonizado por James Thiérrée (Suiza, 1974),
nieto del célebre actor Charles Chaplin, este montaje invita al
espectador a viajar libremente por el mundo de la fantasía y la
imaginación.
Educado
en una familia de artistas circenses, y con una marcada influencia actoral
de su abuelo, Thiérrée ha desarrollado con maestría
disciplinas tan diversas como la danza, la música, la acrobacia,
la mímica, la actuación y el trapecio, las cuales funde en
una propuesta escénica sumamente original.
Sin diálogos, ni dramaturgia, ni historias, ni
mensajes, la obra entabla con el espectador una comunicación sensorial
a través de un lenguaje corporal y estético de elevada riqueza
expresiva. El escaso hilo conductor que plantea la puesta en escena presenta
a un joven que no puede conciliar el sueño. Durante ese momento
de vigilia, comienzan a transitar por su mente imágenes de un mundo
que se balancea entre lo real y lo irreal, entre la existencia cotidiana
y la onírica, entre lo posible y lo imposible. Junto a Thiérrée,
en el espectáculo participan la contorsionista y acróbata
Raphaëlle Boitel, la actriz y soprano Uma Ysamat y el acróbata
y mimo Magnus Jakobsson. Todos ellos protagonizan un universo absurdo pero
simpático, una realidad que, lejana a estos tiempos que corren,
aparece como utopía creativa en donde se rescata la parte más
frágil del ser humano.
Cuadros renacentistas que cobran vida, armarios que cantan
al abrir sus puertas, batallas con animales fantásticos, reflejos
de espejos que se rebelan, banquetes vivientes y plantas humanas son algunos
de los personajes de este montaje. La estructura de la puesta está
dividida en diferentes pasajes oníricos y está diseñado
de tal manera que penetra en el gusto de todos los públicos, indistintamente
de la edad que se tiene.
Los cuatro actores demuestran un entrenamiento físico
fuera de lo común. Vuelan, saltan, corren y se cambian de vestuario
con gran habilidad y coordinación. La escenografía es sencilla:
una habitación con un cuadro, dos armarios y una puerta. La iluminación
simula un mundo de ensueño, suave pero con predominios de blancos,
y destaca entre toda la escenografía el diseño de vestuario.
De gran creatividad, el vestuario es funcional y transformable. Un vestido
de menina que se torna en un piano o un atuendo de utilería culinaria
que se convierte en toda una armadura medieval para combatir a bestias
fantásticas. El vestuario conjuga la invención de los artistas
con la imaginación óptica del espectador en un viaje de alucinaciones,
sueños y pesadillas.
La ausencia de diálogos se apoya en la importante
presencia musical. Cada cuadro onírico está diseñado
con un acompañamiento musical, narrativo y sensitivo, que inmiscuye
al espectador en la mente del protagonista desvelado, en un estado que
oscila entre la conciencia y el subconsciente.
The Junebug Symphony es un canto a la libertad
teatral, a la imaginación y a la fantasía. Es un ejemplo
interdisciplinario de artistas completos y complejos, que rescatan las
artes circenses, las actualizan y le dan un lugar expresivo innovador.
Atrás queda el circo de domadores, tristes jaulas y payasos con
formas fáciles de humor. Las nuevas tendencias colocan al circo
en un espacio teatral creativo, poético y con un concepto que propone
desde el arte. The Junebug Symphony es de esos espectáculos
que, por lo menos, hay que ver una vez en la vida.
Funciones: teatro Julio Castillo (detrás del Auditorio
Nacional). Se presenta hasta el lunes 17 de mayo, a las 20:30 horas. Boletos
entre 350 y 700 pesos.
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