El colectivo Funcionvariable presentó performance en la glorieta de Insurgentes

Artistas intervienen la cotidianidad

La intención, salir de espacios cerrados para que los transeúntes se relacionen con las acciones

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

En las grandes ciudades las personas siempre tienen prisa. Nada detiene su camino hacia trabajo, casa, citas, clases... o hacia ningún sitio.

Pero siempre la curiosidad es más fuerte. Ayer en la glorieta de la estación Insurgentes del Metro las personas de pronto se quedaban paradas ante un hombre y dos mujeres que, al parecer, decían palabras sin sentido; ante un hombre joven que sacaba de una maleta distintos objetos, en un puestecito donde regalaban oro, y a veces hasta se animaban a hacer una llamada gratis a sus familiares en provincia.

Otros se frenaron para leer en unos pizarrones las definiciones de alumno y maestro o ver flores blancas tiradas en el suelo, a las que se amarraron globos blancos y negros con las palabras ''vida'' y ''muerte''.

Esas acciones fueron realizadas por artistas y se integran en un performance multitemático. Es un proyecto que realiza el colectivo Funcionvariable con la intención, primero, de llevar la creación a espacios públicos y, segundo, acercarlo a la persona común, la de a pie.

Ya se presentaron en la estación Chabacano la semana pasada, y lo harán nuevamente los siguientes dos viernes en Pino Suárez y el Hemiciclo a Juárez.

El Metro en especial es un espacio ''donde todo es bastante movido'', dice Fernando Fuentes, uno de los integrantes de Funcionvariable, los espectadores incidentales -y accidentales- son esas personas que pasan por aquí todos los días y que están acostumbrados a ver vendedores ambulantes, limpiadores de zapatos, gente esperando a alguien.

Pero entonces, ante acciones como ésta, ''se detienen a ver lo que hacemos y siguen su camino. Por lo menos les damos un elemento de incertidumbre dentro de su cotidianidad''.

Primero reaccionan con desconfianza, sobre todo ante la oferta de oro y llamadas de larga distancia gratis, porque piensan: ''nada es gratis, de seguro me van a pedir algo'', y después les gusta saber que son parte de un performance.

La intención, agrega Fuentes, ''es hacer intervenciones en espacios públicos como el Metro. Nos interesa salir de lugares como los museos o las galerías, no tanto para crear en los transeúntes un gusto hacia el performance, sino porque nos gusta trabajar con ellos, aunque no tengan los elementos teóricos, y justo por eso ven esto como se tiene que ver: como una acción que se relaciona con ellos''.

Por ejemplo, a unos pasos de donde se ofrecían las llamadas gratis, un preparatoriano se formó para obtener su oro gratis. Se llevó más que eso: una charla con el artista español Hilario Alvarez.

Más allá los globos inflados con helio ya fueron amarrados a las flores, terminó esa acción, y es entonces cuando algunos decidieron que era buen momento para llevárselos de juguete. En otro punto alguien colocaba carritos sobre el suelo y, en cuanto se distraía, los más buzos estiraron la mano y los escondieron en los bolsillos. Todos, sin saberlo, fueron parte del performance.

El colectivo se presentará nuevamente el viernes 21 de mayo en la estación Pino Suárez (en la salida junto a la pirámide) de 10 a 13 horas, y el día 29 en el Hemiciclo a Juárez (estación Bellas Artes) de las 14 a las 18 horas.