México D.F. Sábado 15 de mayo de 2004
Les retiraron el soporte ventilatorio; permanecerán
otra semana en terapia intensiva
Las siamesas evolucionan mucho mejor de lo esperado
CAROLINA GOMEZ MENA
Al cumplirse ayer 19 días de haber sido separadas
mediante cirugía de alta complejidad a las siamesas que fueron operadas
en abril se les retiró el soporte ventilatorio, y existen muy buenas
expectativas de que no vuelvan a ser intubadas, señaló Jaime
Zaldívar Cervera, director del Hospital General Gaudencio González
Garza del Centro Médico Nacional La Raza, quien manifestó
que las niñas han evolucionado mucho mejor de lo esperado.
Zaldívar Cervera, cirujano en jefe de la intervención
quirúrgica, puntualizó que las bebés, de continuar
su evolución, sólo permanecerán una semana más
en la unidad de terapia intensiva del nosocomio, para luego ser llevadas
a piso, donde se prevé permanezcan otro mes y donde no sólo
seguirán aprendiendo a respirar, sino también a comer.
De acuerdo con el experto, la que mejor ha avanzado en
"aprender a respirar" con la malla de titanio que se les colocó
para hacer las veces de caja torácica, de la que carecen, es la
niña que cuenta con mayor peso (seis kilogramos); pero agregó
que su hermana, que sólo pesa 500 gramos menos, se esfuerza por
adpatarse a la situación, y lo está haciendo "muy bien".
Agregó que sólo se les dará nuevamente
apoyo ventilatorio en caso de que "puedan cansarse, pues hay que recordar
que es un tórax no funcional", mucho más rígido de
lo que pueden ser los músculos intercostales con los que los seres
humanos se apoyan para respirar. "Tienen que aprender a mover la prótesis
de titanio; hoy estuvimos destetándolas del ventilador, y
esperamos que esto ya sea definitivo, pero sabemos que pueden cansarse".
El 26 de abril pasado las menores fueron separadas con
"éxito". Estaban unidas por el tórax y el abdomen, y carecían
de tórax anterior, además de que compartían el hígado
y las membranas que recubren el corazón y los pulmones, que tienen
como misión producir un líquido que evita que al moverse
los órganos se raspen con los músculos y las costillas.
Para que lo anterior no le ocurriera a las bebés
se las tuvo que recubrir con injerto de pericardio de bovino, tanto los
corazones como el hígado que se dividió entre las dos. Tras
la "separación de las almas", como se denomina a la indenpendización
de siameses, tuvieron que ser de inmediato apoyadas con ventilación
asistida y trasladas a terapia intensisva, recordó el galeno, al
remarcar que deberán estar muy vigiladas para constatar que no haya
otro tipo de malformaciones. Por lo pronto, tanto los médicos como
los padres "estamos muy optimistas".
Las menores son producto del tercer embarazo del matrimonio
formado por un ama de casa de 30 años y un obrero de la misma edad,
que quisieron mantener el anonimato tanto de ellos como de sus hijas.
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