México D.F. Sábado 15 de mayo de 2004
Encabezaron la marcha Fidel Castro, su hermano
Raúl y los líderes del gobierno
Repudian más de un millón de cubanos
la política de Bush
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 14 de mayo. Cientos de miles de cubanos
salieron hoy a las calles a repudiar la política de Estados Unidos,
en una de las mayores marchas que se haya realizado en Cuba en cuatro décadas.
La manifestación recorrió la vía
rápida que bordea el litoral norte de la ciudad, pasó durante
más de seis horas frente a la Sección de Intereses de Estados
Unidos y, según la televisión local, reunió a un millón
200 mil personas de la capital y la vecina provincia de La Habana.
Fue
una demostración de fuerza y al mismo tiempo un choque político
frontal con el gobierno de Estados Unidos, en momentos en que Cuba tiene
abiertos varios frentes de conflicto diplomático: la peor crisis
bilateral con México, relaciones con la Unión Europea a su
mínimo nivel y enfriamiento con Canadá y una parte de América
Latina.
Antes de que arrancara la caminata, el presidente Fidel
Castro leyó durante 20 minutos un discurso que llamó "Proclama
de un adversario al gobierno de Estados Unidos", de corte epistolar desacostumbrado
en el mandatario.
El discurso de Castro, los carteles, las consignas y las
arengas de los medios informativos rebasaron el conflicto bilateral y la
recién ajustada política estadunidense hacia la isla, y convirtieron
la marcha en una impugnación generalizada a Washington.
Bush fue llamado "fascista" y su retrato apareció
en carteles con el bigote y el uniforme de Adolfo Hitler, tocado con suástica.
Las estrujantes fotografías de presos iraquíes
torturados por las tropas de ocupación se convirtieron en pancartas
en manos de los manifestantes (estudiantes de se-cundaria y enseñanza
media, de academias militares, trabajadores, grupos vecinales).
El choque con Estados Unidos no dejó lugar a temas
internos. No hubo referencias a la inminente alza de precios y el cierre
abrupto de una parte del mercado interno en dólares, explicados
oficialmente como reacción al endurecimiento de Washington con la
isla.
Castro, de 77 años, con uniforme militar, caminó
lentamente al frente de la columna durante unos 500 metros, flanqueado
por los lideres del Partido Comunista de Cuba en la ciudad, Pedro Sáez,
y en la provincia de La Habana, Iván Ordaz, cuyos aparatos llevaron
el peso de la movilización.
En la misma fila marchaban los comandantes de la revolución
Ramiro Valdés y Guillermo García, el vicepresidente Carlos
Lage, el presidente del Parlamento, Ri-cardo Alarcón, y el canciller
Felipe Pérez Roque.
Líneas atrás iba el segundo hombre al mando,
el hermano me-nor del mandatario, Raúl Castro, junto con otros altos
oficiales y el jefe de la región militar occidental, general de
división Leopoldo Cintras Frías, veterano combatiente en
Angola y Etiopía.
La
marcha mostró la capacidad operativa de las autoridades, al realizarse
sólo dos semanas después del primero de mayo, y confirmó
que las movilizaciones políticas tienen prioridad presupuestal.
Miles de autobuses transportaron a los manifestantes desde
las primeras horas de este viernes, que fue declarado expresamente feriado
laboral.
Cerca de las 5 de la mañana la franja norte de
La Habana se co-lapsó. Era un hervidero de vehículos, cargamentos
de agua y alimentos y manifestantes, que en su mayoría pasaron la
noche en vela.
Sobre la columna ondeaban banderas cubanas e insignias
de otros países, inclusive la mexicana, sostenidas por jóvenes
extranjeros que estudian aquí.
La movilización popular fue transmitida en directo
en cadena nacional de radio y televisión y vía satélite,
y esta noche era parcialmente repetida en dos de los cuatro canales locales.
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