México D.F. Sábado 15 de mayo de 2004
Irremisible avance privatizador; en junio lanzará
licitación del proyecto El Fénix
Pemex iniciará coinversiones en petroquímica
con empresarios
Pretende sustituir 10 mil millones de dólares
de importaciones de esos productos
Destinará 45 millones a la refinería de
Deer Park en Texas, pese a que aquí no invierte
VICTOR CARDOSO Y JUAN ANTONIO ZUÑIGA
En un nuevo avance de la privatización del sector
energético, a partir de junio próximo se abrirá la
licitación para que empresas privadas participen como socios de
Pemex-Petroquímica en la construcción y operación
de dos complejos que involucrarán inversiones por 2 mil 600 millones
de dólares.
La nueva maniobra pretende revertir la caída cercana
a 50 por ciento que ha sufrido la producción de petroquímicos
en la última década, a pesar de que durante el sexenio de
Carlos Salinas de Gortari se aprobó que sólo ocho productos
de la denominada "petroquímica básica" quedaran reservados
para el Estado.
En el inter, el gobierno federal prepara, de manera paralela,
volver a fusionar en Pemex-Petroquímica los siete complejos localizados
en el sur de Veracruz, así como en los estados de Hidalgo y Puebla,
y que operan como empresas filiales.
Los complejos petroquímicos de Cangrejera, Cosoleacaque,
Morelos, Pajaritos, Tula, Escolín e Independencia, fueron separados
de Pemex-Petroquímica en 1997 en una maniobra considerada en su
momento, de manera generalizada, como un error de la dirección general
de Pemex de Adrián Lajous y Jesús Reyes Heroles a cargo de
la Secretaría de Energía.
Mientras en México se sufre el retraso de la industria
petroquímica y se buscan fórmulas para permitir la participación
privada, Pemex se comprometió a aportar 45 millones de dólares
para ampliar la capacidad instalada de la refinería Deer Park, una
coinversión que la paraestatal mexicana estableció desde
1991 con la trasnacional Shell Oil en Texas.
Este proyecto implicará la ampliación en
21.4 por ciento de esa refinería que opera por medio de la filial
de la paraestatal, Pemex Internacional (PMI). De esta forma, la capacidad
de refinación pasará de 280 mil barriles diarios a 340 mil
barriles por día. De esto, la empresa sólo ha informado a
inversionistas y analistas extranjeros.
Nuevas formas de participación privada
Bajo la denominación de proyecto El Fénix,
el nuevo esquema de coinversión que será aplicado a Pemex-Petroquímica
es calificado por el propio director general de Pemex, Raúl Muñoz
Leos, como un "cambio estructural" de la participación de la empresa
en la industria y un "relanzamiento" del sector petroquímico del
país.
La producción de petroquímicos en México
cayó de un promedio mensual de un millón 595 mil toneladas
en 1994, a 858 mil en lo que va de este año y frente a esa situación
se intenta que sobre las cenizas de la petroquímica nacional, el
proyecto El Fénix sustituya una tercera parte de las importaciones
actuales que tienen un valor de 10 mil millones de dólares anuales
y será anunciado oficialmente a más tardar en un mes.
La petroquímica es fundamental para la vida moderna,
ya que con ellos se elaboran más de 100 mil productos derivados
de plásticos, fibras, hules, fármacos, refrigerantes, cosméticos,
detergentes, pinturas, explosivos, alimentos, fertilizantes, ropa
sanforizada, selladores e impermeabilizantes, autopartes,
y aditivos, entre otros.
Actualmente, según datos oficiales de Pemex, la
capacidad instalada para la producción de petroquímicos es
de 7 millones 739 mil toneladas anuales; se tienen proyectos en ejecución
con inversiones de 433 millones de dólares y se prevén obras
adicionales por 663 millones de dólares para elevar ese volumen.
Pero ni así se ha logrado detener la constante
caída en la producción de esos productos, que obliga a recurrir
cada vez más a la importación para satisfacer la demanda.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática (INEGI), en la pasada década
la producción de petroquímicos pasó de promediar un
millón 595 mil toneladas al mes, a sólo 849 mil toneladas
mensuales en el primer trimestre de este año. Sólo en lo
que va del presente gobierno, la baja en la producción acumula 11.5
por ciento.
El retroceso ha sido constante, pese a que en 1992 se
dio la primera apertura del sector petroquímico al reclasificar
la lista de petroquímicos cuya producción estaba restringida
a Pemex. Ese año, de 34 petroquímicos básicos sólo
quedó un grupo de ocho: butano, etano, heptano, hexano, materia
prima para negro de humo, naftas, pentanos y propano.
La producción del resto quedó abierta a
empresas privadas, pero ni así se impulsó la producción,
y eso que un barril de petróleo transformado en petroquímicos
alcanza un valor 30 veces superior al crudo, es decir, alrededor de 900
dólares; puede generar 2 mil 200 empleos por barril de petroquímico
en todas sus etapas de producción, distribución y consumo,
mientras que por cada barril de crudo sólo se crean tres fuentes
de trabajo. Además, los productos petroquímicos tienen presencia
en las 205 ramas de actividad industrial que se desarrollan en la economía
mexicana.
La mayor parte del mercado nacional está controlado
por 10 empresas, entre las que figura Pemex: Alpek, con 8 por ciento del
mercado; Pemex-Petroquímica, con 7 por ciento; DuPont de México,
5 por ciento; DESC/Girsa y Cydsa, 4 por ciento cada una; las alemanas Bayer
y BASF, 3 por ciento respectivamente; con 2 por ciento cada una, Celanese
e Idesa y Primex, uno por ciento y un grupo sólo identificado como
"otros", acumulan 11 por ciento.
El valor del mercado mexicano en 2001 era de casi 19 mil
millones de dólares y la mitad correspondía a importaciones.
De entre esas cenizas surgiría el Proyecto Fénix,
que "prevé la construcción de dos complejos petroquímicos
en asociación con líderes nacionales e internacionales",
según presentaciones hechas por Pemex a diversos inversionistas.
A manera de programa piloto, sólo se prevé
la construcción de dos plantas que podrían estar en Veracruz
o Tamaulipas, con capacidad para sustituir mil 500 millones de dólares
de importaciones de poliolefinas y en su segunda fase, desplazar las compras
en el extranjero de un millón de toneladas de aromáticos.
Hasta donde se sabe son las empresas que ya participan
en el mercado mexicano, algunas filiales de los más poderosos consorcios
petroquímicos a escala mundial como DuPont, Bayer y BASF, las que
han manifestado interés por participar en la coinversión
planteada por Pemex.
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