México D.F. Sábado 15 de mayo de 2004
Las declaraciones del jueves, reacción
a injurias, argumenta
Rechaza Fox que impulse el desafuero de López
Obrador
Descarta que pretenda desestabilizar el país
con sus comentarios
ROSA ELVIRA VARGAS ENVIADA
Varsovia, Polonia, 14 de mayo. En el segundo capítulo
de su enfrentamiento con el Gobierno del Distrito Federal durante su gira
por Europa, el presidente Vicente Fox aseguró esta vez que no tiene
intención de desestabilizar el país ni pretende desaforar
o enjuiciar políticamente a Andrés Manuel López Obrador.
Admitió, sin embargo, que sus palabras en Budapest fueron una reacción
"a las declaraciones, acusaciones, señalamientos, ofensas, injurias"
y a los calificativos de mentirosos que lanzó el jefe del Gobierno
capitalino contra funcionarios de la administración federal, "en
una conferencia por la mañana" del mismo jueves. Retó a quien
piense que su esposa o alguno de sus familiares han incurrido en desviación
de recursos a que los denuncie formalmente.
No existe la intención de llevar a López
Obrador a juicio político o a desafuero, añadió. "No
tenemos ninguna intención de hacer eso, queremos evitarlo a toda
costa", pero existe desacato judicial (respecto al conflicto sobre el predio
El Encino, en Santa Fe) "y tenemos que estar atentos para ver cómo
lo manejamos".
Dijo que el gobierno federal no está tomando iniciativas
para perjudicar a nadie, no fue "el que tramó un complot" o pretende
desacreditar a las autoridades del Distrito Federal. "Todo ha salido de
allá hacia acá desde el origen de este tema".
Alguien se puso el saco
Tampoco
se trata, recalcó, de una agresión o confrontación
personal: "yo no sé quién ha dicho que yo me refería
al señor Andrés Manuel López Obrador". Lo que pasó,
dijo, es que "hay quien se puso el saco".
Aún más, se mostró dispuesto a dialogar
"cualquier día" con el político tabasqueño, aunque
acotó que no se debe tratar de politizar los casos judiciales. Estoy,
ofreció, para hablar con cualquier ciudadano, para servir a todos
los mexicanos, "en cualquier circunstancia y categoría que sea de
organización o de partido político".
Sin embargo, y ante la posibilidad de que el jefe del
Gobierno del Distrito Federal sea sometido a proceso de desafuero, Fox
apuntó que, en efecto, esa eventualidad se analiza, pues hay un
ordenamiento de un juez que obliga al gobierno federal, y particularmente
a la Procuraduría General de la República, a actuar.
De hecho, aseguró, no hay alternativa, porque se
trata de una orden judicial determinante y con una fecha perentoria para
intervenir en el caso del terreno expropiado en (El Encino) Santa Fe, por
la administración capitalina.
"Eso es real, existe... pero no agarramos para tomar eso
como una agresión; al revés, estamos estudiando cómo
el gobierno federal puede y debe cumplir en ese caso un mandato del juez".
Desde antes de salir de Budapest con rumbo a Varsovia
-donde cumplió una visita de Estado de nueve horas- el presidente
Fox recibió un amplio reporte periodístico sobre todo lo
que sus declaraciones de la víspera provocaron en México.
En pleno vuelo hacia la capital polaca sus voceros informaron que habría
una nueva respuesta del titular del Poder Ejecutivo.
Más tarde, en el palacio Belvedere, se reunió
con la prensa y luego de un rápido balance de su veloz gira europea,
entró al tema. En Budapest, aseguró, "yo no mencioné
a persona alguna" y sólo fue una declaración de principios
y compromisos. "Hice señalamientos genéricos", no era "una
agresión ni una confrontación personal". Entonces, se manifestó
sorprendido por que alguien "se ha puesto el saco" y contesta ahora "señalando
a miembros de la familia, señalando adjetivos".
Y mantuvo su extrañamiento: "no sé a qué
viene tanta sensibilidad... y por qué una reacción de ese
tipo", por qué esas "sobrerreacciones" y maneras de responder a
una "declaración de principios" sobre la cual "nos hemos guiado
y sobre la cual vamos a continuar" .
A esas alturas ese era el discurso imperante de Fox, con
insistencia en que él no busca cancelar el diálogo político
en México y extrañeza a porque le contestaron el mismo jueves
con acusaciones y "señalamientos personales sin sustento, sin ningún
fundamento", pues además, "yo también he aceptado cuando
ha habido problemas dentro del gobierno federal, de corrupción,
y he actuado de inmediato en todos los casos y nunca me he puesto a ocultar
y a tratar de distraer la atención, y tratar de mandar los señalamientos
en otra dirección".
Seguía mostrándose sorprendido: "no sé
a qué vienen estas reacciones, estas cortinas de humo. Francamente,
me llama la atención..."
Sin embargo, cuando se le refirió que en sus declaraciones
sí había acusado directamente al Gobierno del Distrito Federal
de tratar de desviar la atención sobre los hechos de corrupción
en su interior y advertir que habrá más por venir, respondió
que es derecho de todo ciudadano y de todo gobierno plantear sus posiciones.
Fue el caso, indicó, de lo dicho por la Secretaría
de Gobernación. Fue lógico que ésta saliera a aclarar
"las afirmaciones hechas en esa conferencia... si tienes tú 11 páginas
de señalamientos que desacreditan o pretenden desacreditar o acusar
y señalar a dependencias del gobierno federal, lo menos que yo he
pedido a cada una es que reaccione a estos señalamientos y que den
su posición, su postura".
"Nosotros no queremos desestabilizar" al Gobierno del
Distrito Federal. Afirmó que lo que se dijo en México en
respuesta a sus declaraciones forma parte del ejercicio de libertad de
expresión y que si se piensa que algún familiar del Presidente
está involucrado en desvíos de recursos, "pues de inmediato
que se lleven las denuncias correspondientes".
Comercio e inversión, objetivos de la gira
De la veloz visita de Estado a Polonia, que duró
sólo 9 horas, no obstante que desde 1963 ningún mandatario
mexicano venía a estas tierras, Fox Quesada concluyó que
resultó un éxito, pues cumplió sus objetivos de promover
comercio e inversión.
Admitió que en su encuentro privado con el presidente
polaco Alexander Kwasniewski, éste preguntó sobre el conflicto
con Cuba y que hablaron también sobre el rol de la Organización
de las Naciones Unidas en Irak, donde por cierto Polonia tiene un destacamento
de 300 hombres.
"Lo principal fue la promoción económica.
Por eso nos acompañamos de empresarios que operan directamente sus
empresas, que están directamente en la línea de acción
empresarial. Los resultados son claros, son valiosos", y dijo que lo mismo
ocurrió en sus conversaciones en Suiza y Hungría.
Con una marcialidad que evoca los tiempos del "socialismo
real", las ceremonias del protocolo polaco se cumplieron puntuales. Fox
cumplió la tradición de honrar la tumba del Soldado Desconocido,
ubicada en una gran plaza cercana al palacio presidencial, y recibió
las explicaciones que le ofreció el comandante de la guarnición
militar de Varsovia.
En ese mismo espacio se dieron cita algunos miembros de
la comunidad mexicana que viven en Polonia. Fox y su esposa Marta Sahagún
los saludaron. El Presidente charló con el mariachi Los amigos,
integrado por tres músicos que, eso sí, se dieron a notar.
Fiel al sentido original de su viaje, y no obstante tratarse
de una visita de Estado, además de sus encuentros con su homólogo
Kwasniewski, Fox sólo tuvo reuniones con empresarios.
A las seis de la tarde, hora local, inició el regreso
a México, a donde llegará en las primeras horas del sábado
para participar en los actos conmemorativos por el Día del Maestro.
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