México D.F. Martes 11 de mayo de 2004
Se cumple hoy el centenario del ''genial'' y
polémico creador catalán
Avizoran especialistas un largo camino para resolver
el ''enigma'' de Dalí
Se empeñó en construir una figura sin
parangón con ningún otro artista del siglo XX
Atrevido con todo, el pintor antepuso sus inquietudes,
intuiciones y obsesiones
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 10 de mayo. Este martes, hace cien años,
nació en la pequeña localidad catalana de Figueres el pintor
Salvador Dalí, artista ''genial" y polémico.
Para unos es el máximo exponente de la vanguardia
y el surrealismo, mientras que para otros es ''un traidor" y un ''farsante"
por defender con fervor al régimen fascista de Francisco Franco,
a pesar de que esa dictadura asesinó a uno de sus supuestos mejores
amigos, el poeta granadino Federico García Lorca.
El centenario de Dalí se ha convertido en pretexto
para hacer una revisión de su obra plástica y sus escritos,
para lo que se han montado varias exposiciones y homenajes en Cataluña,
sobre todo en las localidades de Cadaqués, Figueres y Barcelona,
a las que siempre estuvo muy ligado.
Pero también el homenaje a Dalí se ha convertido
en ocasión propicia para fabricar y vender objetos relacionados
con su pintura, desde ceniceros y encendedores hasta gorras deportivas
y ropa interior.
La obra y biografía de Salvador Dalí no
se puede entender sin analizar su circunstancia histórica y la influencia
determinante de su mujer y musa, Gala, quien también fue ''ángel"
y "demonio".
Su trayectoria siempre estuvo marcada por la admiración
y al repudio, lo mismo cuando se convirtió en el ''hijo pródigo"
de la vanguardia parisina de los años 20, de la que fue expulsado
después por su heterodoxia; que cuando decidió volver a España
en plena posguera para proclamar su adhesión al franquismo y exaltar
con vehemencia su supuesta convicción por los ideales y valores
cristianos y ''anticomunistas".
Pero, ¿quién era en realidad Salvador Dalí?
A un siglo de su natalicio esa pregunta permanece sin respuesta, ya que,
según expertos en su obra, todavía hay un largo sendero por
recorrer para resolver ''el enigma" del artista, de ese pintor que hasta
sus últimos días se consideró ''mejor escritor" que
creador plástico; de ese hombre excéntrico, provocador y
''genial" que sigue suscitando intensa polémica, lo mismo por su
importancia en la historia del arte contemporáneo que por sus actividades
políticas.
Convivencia con Buñuel y Lorca
Dalí
tenía cinco años cuando pintó sus primeras obras,
en las que desde entonces manifestó su peculiar forma de plasmar
la realidad, siempre más cerca a los mundos oníricos de su
mente prodigiosa que del realismo del academicismo imperante.
A los 18 años se trasladó a Madrid y compartió
vivienda con los exponentes de la generación del 27; allí
coincidió a principios de los años 20 con Federico García
Lorca, Luis Buñuel, Manuel Altolaguirre, Rafael Alberti y Vicente
Alexaindre, entre otros.
Entre 1922 y 1929, cuando cambió Madrid por la
capital francesa, Dalí entabló intensa relación personal
e intelectual con Buñuel y García Lorca, a los que inclusive
calificó de ''amigos" y ''referentes" en su evolución artística.
Con el cineasta mantuvo el diálogo más fructífero,
pues fue coautor del guión del primer filme de Buñuel, Un
perro andaluz, en el que plasmaron su vocación ''surrealista"
e ''irrevente".
Sin embargo, el destino de los ''tres amigos" fue diferente:
el poeta García Lorca fue fusilado por el Ejército franquista
en su localidad natal, Granada, y sepultado en una fosa común, sin
que hasta la fecha se conozca el paradero de sus restos mortales.
Una leyenda sin confirmar sostiene que cuando Dalí
conoció la noticia de la muerte de Lorca, del que siempre tuvo "celos",
el pintor exclamó un festivo "¡olé!"
Buñuel, por su parte, se salvó del exterminio
al convertirse en uno más de los centenares de miles de exiliados
de la Guerra Civil española, por lo que pudo continuar con su labor
artística, primero en París y después en México.
La historia de Dalí fue radicalmente distinta,
pues el artista catalán se trasladó a Nueva York, ante la
ocupación de París por el ejército nazi y la inminente
irrupción de la Segunda Guerra Mundial. Permaneció en Estados
Unidos hasta el verano de 1948, cuando finalmente decidió regresar
a España y organizar un acto que quedó registrado como uno
de los episodios más polémicos de su biografía.
Ese día, en Barcelona, ante un auditorio repleto
de la plana mayor de los adlátares del franquismo y ante las cámaras
de televisión, proclamó su adhesión al régimen
y su ''honda" catolicidad y "españolismo intachable".
Su discurso titulado ''Picasso y yo" pasó a la
historia por su beligerancia al pintor malagueño Pablo Ruiz Picasso
y por su postura ante la Guerra Civil: ''Picasso es español, yo
también. Picasso es un genio, yo también. Picasso tendrá
unos 72 y yo unos 48 años. Picasso es conocido en todos los países
del mundo, yo también. Picasso es comunista, yo tampoco", dijo entonces
Dalí, palabras que le valieron ser aceptado por el régimen
de Franco, al que inclusive llegó a dedicar, según dijo el
propio Dalí, varias oraciones en los peores momentos de su decrepitud.
Faceta literaria poco explorada
La polémica de Dalí en torno de su postura
política y su personalidad ''farsante" se olvida al analizar su
obra artística, que la mayoría de los expertos y críticos
consideran esencial en la historia del arte contemporáneo del siglo
pasado, sobre todo por su aportación a la corriente surrealista
y por sus críticas teóricas a la entonces vocación
de dirigir el arte en función de las ideologías, ya sea el
marxismo o el capitalismo.
El crítico catalán Daniel Giralt-Miracle
advierte que ''su incursión en el surrealismo fue tan contundente
que pasó de ser considerado la encarnación del espíritu
surrealista a ser expulsado del grupo por su forma libérrima de
entenderlo y practicarlo, pero detrás del Dalí de los cuadros
y de los libros, del Dalí poliédrico que se atreve con todo,
hay un Dalí de las inquietudes, de las intuiciones, de las obsesiones,
que quizá es la base de la figura que él tanto se empeñó
en construir y que no tiene parangón con ningún otro artista
del siglo XX."
Precisamente su faceta literaria es una de las menos exploradas,
inclusive existen escritos que se consideran ''fundamentales" y que todavía
no se han editado, como el tercer y último volumen de su Obra
Completa, que se tiene previsto saldrá a la luz en los próximos
meses.
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