México D.F. Martes 11 de mayo de 2004
Comienzan funciones de La bayadera en
el Palacio de Bellas Artes
Giros y breves vuelos en un baile amoroso
CARLOS PAUL
Considerada una de las más grandes obras del ballet
clásico universal, La bayadera con coreografía de
la creadora francesa Caroline Llorca basada en la original de Marius Petipa,
se restrenó la tarde del domingo con la Compañía Nacional
de Danza (CND), en el Palacio de Bellas Artes, como parte de las actividades
por el 70 aniversario de ese recinto.
La
singularidad de este ballet -cuyo estreno se realizó un 23 de enero
de 1877, en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo-, radica en que contiene
uno de los temas que fascinaron a los románticos del siglo XIX,
la visión idealista de Oriente de la cual la bayadera o bailarina
del templo sagrado emergía para realizar su baile antes de retirarse
al mundo de las sombras.
En La bayadera, Petipa mezcló lo real con
lo fantástico.
El misterioso aroma oriental se encarna en gracia mística,
para narrar la historia de una desventurada bayadera llamada Nikiya, de
quien se enamora Solor, un joven guerrero a quien por su valor el Rajah
le entrega en matrimonio a su hija Gamzatti, igualmente bella.
No obstante, unido a Nikiya por un juramento de amor eterno,
el joven no puede resistir el encanto de la princesa, ni rehusar el ofrecimiento
del Rajah.
La armoniosa y juvenil inocencia de Nikiya, su amorosa
alegría y la varonil fuerza del amado guerrero se transforman -ante
la llama sagrada del templo-, en cristalinos movimientos de la más
pura danza clásica. Giros, abrazos, breves vuelos se tejen en baile
amoroso.
Encuentro que se verá empañado por el infortunio,
pues la bayadera es requerida en palacio para danzar ante Gamzatti y Solor,
quienes celebran su futura unión. Fiesta en la que ambos ofrecen
un apasionado pax de deux.
Luego vendrá la danza luctuosa, desesperada, que
lleva a Nikiya a intentar herir a Gamzatti sin éxito y sólo
lograr su sentencia de muerte, motivo por el que Solor se abandona a los
sueños de opio.
Parte relevante de La bayadera es el último
acto, en el que las almas de Nikiya y Solor se unen y en el que el cuerpo
del ballet en pleno se desplaza armonioso, abigarrado y sincronizado, para
interpretar movimientos de alta dificultad.
La bayadera es escenificada como fue concebida
hace más de 100 años, con la música original de León
Minkus y basada en el libreto de Sergei Khudekov, comenta Dariusz Blajer,
director de la CND, por lo que es buena oportunidad para apreciar el ballet
de esa época, devenido un clásico.
El vistoso vestuario y la escenografía que evocan
un suntuoso palacio indio, fueron creados por Alexandre Vassiliev.
Con la Orquesta del Teatro de Bellas Artes el reparto
principal, el cual será alternado, está integrado por Sandra
Bárcenas, Irma Morales o Laura Morelos (Nikiya), Jacqueline López,
Slauka Ladewig o Sandra Bárcenas (Gamzatti) y Jaime Vargas, Raúl
Fernández o Jorge Vega (Solor).
Funciones: domingos 16 y 23 de mayo, a las 17 horas, martes
11 y jueves 13, a las 20 horas, en el Palacio de Bellas Artes.
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