México D.F. Martes 11 de mayo de 2004
En Kerbala, milicianos revientan un oleoducto;
cae 25% la exportación de crudo
Bombardean invasores Ciudad Sadr; mueren 35 miembros
de la resistencia
Nuevo grupo islamita advierte que secuestrará
o matará a trabajadores extranjeros
AFP, DPA Y REUTERS
BAGDAD, 10 DE MAYO. Las fuerzas de ocupación
en Irak bombardearon la mezquita y las oficinas de la resistencia chiíta
en Ciudad Sadr, en un intento por acabar con los seguidores del clérigo
radical Moqtada al Sadr, cuyo movimiento se extiende progresivamente a
varias localidades del país y sus ataques comienzan a provocar la
reducción de las exportaciones de petróleo iraquí.
En
el segundo día de una escalada militar contra la resistencia, tanques
estadunidenses irrumpieron esta madrugada en Ciudad Sadr -suburbio pobre
en el sector este de la capital- y dispararon hacia los muros del edificio
donde se encuentra la pequeña mezquita y las oficinas del clérigo,
al tiempo que aviones bombarderos y helicópteros atacaron el inmueble
y puntos aledaños.
La agencia Reuters informó que a las dos de la
mañana al menos una bomba cayó en el edificio de una planta
en el que se encuentran las oficinas de Sadr, quien aparentemente no se
encontraba ahí.
El portavoz del ejército de ocupación en
Bagdad, Mark Kimmit, aseveró que 35 milicianos murieron durante
los ataques a posiciones del ejército del Mehdi en Ciudad Sadr en
los pasados dos días. Añadió que los combates con
insurgentes iraquíes causaron la muerte de otros 28 presuntos milicianos
leales a Sadr en la sureña Kufa y en Bagdad.
Para tratar de contrarrestar la insurgencia organizada
desde la sureña Najaf, batallones de ocupación formaron alrededor
de la localidad un cerco con 2 mil 500 soldados estadunidenses, indicó
The
New York Times en su versión digital. Simultáneamente
se desarrolla una operación de propaganda contra Sadr, con volantes
que llaman a los combatientes a deponer las armas.
Los choques entre combatientes de la resistencia iraquí
y las fuerzas invasoras se han esparcido a varias ciudades en la última
semana. A principios de marzo los ocupantes enfrentaban ataques básicamente
en Ciudad Sadr, Fallujah y Najaf.
"Hemos entrado en una seguda fase de resistencia y nuestra
paciencia se acabó", afirmó Qais Khazali, lugarteniente de
Sadr, en entrevista con Reuters. "Ahora nuestra política es extender
el estado de resistencia y llevarla a todo Irak, porque los ocupantes han
penetrado a nuestras ciudades santas en Kerbala y Najaf."
En la pequeña localidad de Samarra -en la periferia
norte de Bagdad-, un soldado estadunidense murió y otro resultó
herido al estallar una bomba, cuando "realizaban una operación de
búsqueda" de explosivos en una zona de viviendas.
En el frente sureste, donde se ubican complejos petroleros
y el puerto de salida de los oleoductos hacia barcos tanques, los insurgentes
intensificaron los sabotajes. En las inmediaciones de Kerbala, milicianos
chiítas hicieron estallar una línea de conducción
de crudo, lo cual ha provocado una reducción de 25 por ciento de
las exportaciones petroleras diarias del país, supervisadas por
las dos principales naciones ocupantes, Estados Unidos y Gran Bretaña.
Se estima que las ventas al exterior oscilan entre un millón 200
mil y un millón 800 mil barriles diarios.
El presidente de la compañía South Oil,
Jabar Leaby, consideró que "la situación no es buena", y
confirmó que los ataques a los ductos afectaron el flujo hacia la
terminal en Basora.
También en Kerbala hubo escaramuzas, después
que patrullas de las fuerzas invasoras fueron atacadas por francotiradores
apostados en los techos de edificios comerciales.
En la norteña Mosul, un comando insurgente atacó
desde un automóvil en movimiento una patrulla del ejército
invasor con lanzacohetes RPG y ametralladoras, informó la
policía local.
En Kirkuk, también al norte, fueron asesinados
un ingeniero sudafricano y otro iraquí, mientras que un tercer ingeniero
neozelandés resultó herido cuando se dirigían hacía
una central hidroeléctrica, reportó la policía.
Este hecho coincide con la emisión de una cinta
de video en la que un nuevo grupo islamita advierte que matará o
secuestrará a trabajadores de empresas extranjeras. La grabación
fue difundida por la cadena Al Jazeera, la cual mostró imágenes
de 11 encapuchados armados que se identificaron como miembros de las Brigadas
de los Mártires de Al Taf.
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