México D.F. Jueves 29 de abril de 2004
REPORTAJE REALIDAD DEL QUEHACER DANCISTICO EN MEXICO
Celebración del día internacional del
arte de Terpsícore
A contracorriente, pervive la magia de la danza
La vocación y pundonor del gremio dancístico
en el país hace posible que la creatividad ''de la más efímera
de las artes, siempre en peligro de esfumarse'', se transmita a muchas
personas, no obstante el desdén oficial por esta expresión
FABIOLA PALAPA QUIJAS
Dedicar gran parte de su vida a la danza, también
llamado el arte de Terpsícore, suele ser desgastante para el gremio
de esta disciplina artística, porque el montaje de una obra se prepara
durante seis meses y sólo se presentan funciones un fin de semana.
Coreógrafos
y bailarines señalan que el salario percibido por su labor ''es
triste"; además, a veces ni siquiera tienen un salón para
ensayar.
Ante esa realidad, las condiciones laborales de la danza
en México empeoran, a pesar de que entre más plena sea la
vida de un bailarín mayor capacidad expresiva tendrá.
Sin embargo los ejecutantes, preocupados por mantener
el cuerpo esbelto, deben trabajar todos los días.
''La danza es la más efímera de las artes;
siempre está en peligro de esfumarse", plantea Jack Anderson en
su libro Ballet y danza moderna. Una historia resumida.
No obstante los escasos recursos destinados, la danza
sobrevive y continuará explorando cada parte del cuerpo. El gremio
dancístico, con enorme vocación, hace posible que la magia
de la danza permanezca y no muera.
El juicio del espectador
Hoy que se celebra el Día Internacional de la Danza,
intérpretes y creadores mostrarán lo mejor de esta disciplina
en todos sus géneros. Esta fecha fue instituida en 1982 por el Comité
Internacional de Danza del Instituto Internacional de Teatro (ITI-UNESCO),
en conmemoración de la fecha del nacimiento
de Jean Jacques Noverre (1727-1810), coreógrafo
francés.
Si bien no todas las compa-ñías han tenido
un apoyo constante, al menos han logrado mantenerse en el gusto del público,
como es el caso del Taller Co-reográfico de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), que bajo la dirección de
Gloria Contreras, ha realizado 71 temporadas en los espacios universitarios.
Contreras,
bailarina mexicana, estudió danza en México con Nelsy Dambré,
y actualmente es directora y coreógrafa del Taller Coreográfico
de la UNAM y ha llevado la danza mexicana a múltiples escenarios.
La maestra Contreras admite: ''Afortunadamente el taller
recibió hasta 2002 el apoyo incondicional de la UNAM, sin embargo
en ese año se perdió nuestro presupuesto operativo; ahora
luchamos por conseguirlo otra vez".
El Taller Coreográfico tiene un grupo de bailarines
cuyas temporadas se desarrollan en el teatro de Carlos Lazo de la Facultad
de Arquitectura, con funciones los viernes, en un periodo de nueve meses,
mientras que en la sala Miguel Covarrubias, son los domingos y se presentan
a lo largo de siete meses.
En opinión de Contreras,''en esta profesión
es importante la creatividad acorde con los tiempos y que el público
patrocine a los grupos, porque una compañía con los escenarios
vacíos no sobrevive, se muere.
''El espectador que asiste a una presentación juzga
y dice cuándo una obra le gusta para regresar, si no ya no vuelve."
Temporadas cortas
La bailarina y coreógrafa Tatiana Zugazagoitia,
a su vez, considera que la danza dentro de las artes escénicas ''es
el patito feo. Somos varios grupos y como el número de teatros destinados
a esta disciplina es reducido, las temporadas son cortas, entonces montar
una obra durante seis meses para presentarla en un fin de semana es muy
desgastante.
''Hay que hacer un balance para saber cuál es mi
necesidad y pensar si la obra debe presentarse dos veces o no, porque también
necesitamos comer."
Agrega: ''Como artista independiente, mis proyectos los
he realizado a mi ritmo; en mi trabajo me interesa decir algo y busco la
forma de expresarlo, siempre en mis propios tiempos.
''Se trata de una cuestión honesta y de necesidad
personal".
La coreógrafa ha presentado tres espectáculos,
los cuales fueron realizados con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura
y las Artes (Fonca), dos de coinversión y uno como joven creadora.
Actualmente prepara un solo y tiene que pedir prestado un salón
para ensayar.
La directora del grupo Eterno Caracol, Esther López
Llera, expresa: ''Cada día es más difícil
mantenerse en el mundo de la danza, dedicarse a esto es
por amor, porque no se gana dinero; el pago por las funciones es muy triste
y llega un momento en que no se puede hacer más".
López Llera considera conveniente romper ciertos
esquemas respecto de esperar algo de las instancias culturales y acercarse
a la iniciativa privada, pero ''esta situación también resulta
complicada y difícil para abrirse a otros proyectos".
''Los bailarines son parte fundamental de las coreografías,
si no estuvieran no existe la danza, así que como coreógrafa
me preocupo por ellos, pues lo que pagan por las funciones es muy poco.
''Su trabajo lo hacen por amor y ese amor los mueve a
estar en los ensayos y en las presentaciones transmiten energía",
añade la coreógrafa.
''He vivido mucho como bailarina; la danza me permite
crear y conocer mi cuerpo, se convierte en algo mágico.
''El ensayo es como un juego, una diversión y un
aprendizaje sobre mis sentidos y emociones. Disfruto transmitirle esto
a las personas."
En este momento hay demasiados grupos con diversos estilos
e inquietudes, aunque también hay cierto bloqueo de parte nuestra
-señala Esther López-, ''porque no sabemos negociar y hacer
relaciones públicas; estamos sumergidos más en los ensayos,
en lo físico y dejamos a un lado la forma de vender nuestro trabajo''.
Advierte: ''Es un círculo vicioso, pues esa dificultad
genera que sea desagradable nuestra situación, pero finalmente debemos
hacer nosotros mismos la difusión porque no hay dinero".
Este año Eterno Caracol obtuvo apoyo del Fonca
para una producción. El montaje de una obra es complicado para los
coreógrafos, ya que ellos mismos se encargan del diseño,
la escenografía y la música, además de la difusión.
Sobrevivencia y desgaste
Isabel Beteta, directora del grupo Nemian, comenta que
deben adoptarse nuevas políticas culturales abocadas a la forma
de hacer danza en el país para saber qué requiere ese arte.
''Pese a que vivimos una época difícil,
siempre sale adelante la producción de una obra, se cuente o no,
con presupuesto.
''Estar en el gremio implica dedicarle tiempo completo
a esta profesión, aunque al no tener el apoyo suficiente significa
un desgaste para el bailarín, quien para sobrevivir se dedica también
a la docencia y, por tanto, su rendimiento no es el mismo."
La danza contemporánea es más de creatividad,
debemos conocer cómo se hace una obra para tener una buena producción,
pues a veces una mala producción merma la calidad de una pieza,
explica Beteta.
Grandeza del espíritu por el arte
Dariusz Blajer, director de la Compañía
Nacional de Danza (CND), señala que si bien el presupuesto de las
agrupaciones dancísticas es pequeño, los bailarines, coreógrafos
y docentes del país trabajan con cariño y entrega.
''México tiene problemas económicos y, por
tanto, la danza enfrenta a contracorriente la crisis financiera. Posiblemente
no se hacen las producciones que una compañía quisiera, pero
esas agrupaciones van en progreso."
Ante esta situación, Blajer precisa: ''Es más
grande el espíritu de hacer arte, que el espíritu del dinero,
en las personas dedicadas a la danza".
El nivel de las danzas clásica y contemporánea
de México es alto y competitivo respecto de los grupos de Europa
y América -explica Dariusz-; esto es visible porque compañías
mexicanas que se presentan en festivales en el extranjero, son muy aplaudidas
y siempre se aprecia el arte mexicano.
En opinión del director de la CND, ''existe una
apertura mayor en la educación de este género de arte, una
prueba de ello es el interés mostrado por los jóvenes, quienes
hoy quieren estudiar danza rompiendo con prejuicios sociales.
''Es una profesión que ha tenido reconocimiento
en el mundo artístico y también entre la juventud, ya que
se trata de apreciar la belleza de este arte."
Blajer inició su formación en la Escuela
Nacional de Ballet de su ciudad natal, Varsovia, a los 10 años y
terminó sus estudios con honores para ser contratado por la Compañía
del Teatro Grande de Opera y Ballet de la capital de Polonia.
La tentación de ''tirar la toalla''
Cecilia Lugo, quien dirige Contempodanza, admite que es
difícil mantenerse en el gremio; ''en el camino dan ganas de tirar
la toalla, porque a veces uno piensa que no puede resistir más,
pero la perseverancia para seguir adelante la brinda el hecho de trabajar
en equipo y saber que existen personas comprometidas y responsables que
creen en esta compañía, el equipo es quien soporta el trabajo
y va contra viento y marea''.
Al referirse a la situación económica, la
coreógrafa afirma que ''efectivamente hay mucha deficiencia porque
no hay trabajo y las funciones son mal pagadas''.
Para enfrentar esa problemática Lugo inició
el proyecto de abrir la escuela Contempodanza Espacio en Movimiento, al
ldo de su hermana Teresa.
Es una forma de incursionar en el trabajo remunerado,
''y a lo mejor en un mediano plazo proveer a la compañía''.
Con la participación de 170 agrupaciones nacionales
e internacionales, los festejos en México del Día Internacional
de la Danza comienzan hoy a las 10 horas en el Centro Nacional de las Artes
(Churubusco y Tlalpan) y en los recintos del Centro Cultural Universitario
(Insurgentes sur 3000).
|