¿LA FIESTA EN PAZ?

Leonardo Páez

El torito de regalo

MIENTRAS LOS PARTICIPANTES en la enésima revisión del siempre incumplido Reglamento Taurino para el Distrito Federal se debaten en bizantinismos diversos -que la posesión del derecho de apartado no puede ser a perpetuidad, como ya quedó establecido en la Gaceta Oficial del gobierno capitalino; que si los exámenes post mortem a las reses lidiadas se practicarán cada semana pero sólo se harán públicos si existiera alguna duda sobre la edad e integridad de los animales, o que si el nefasto torito de regalo deberá proceder de la ganadería anunciada esa tarde o si de la preferida del figurín y la empresa-, el inteligente aficionado regiomontano Evaristo Tito Osuna comenta en su interesantísimo libro La fiesta se desbrava:

"ASI VEMOS LOS aficionados taurinos a algunos toreros lucirse con el torito de regalo, el burelito escogido de antemano para poder ejecutar con él un toreo artístico ya que con los toros de su lote no pudo sentirse a gusto o no logró acomodarse...

"ESTE TORITO DE regalo suele ser de buena procedencia y lo presentan en esta forma: que se vea que es un toro aunque en realidad no lo sea, que aparente bravura así no la tenga, y que por su corta edad carezca de malicia para que no malogre el éxito del torero. Entonces, ante todas estas circunstancias tan favorables, el matador borda una faena artística y pinturera y, si hay suerte con la espada, el público grueso, que no palpa las ventajas del torero, pide a la autoridad se le concedan al diestro los apéndices de ese torito...

"LOS TOREROS MODESTOS, los que no tienen dinero para comprar su torito a modo, los que no cuentan con el respaldo de un ganadero, los que no gozan de la simpatía del empresario, o los que por su poca fuerza taurina no pueden conseguir un contrato ventajoso, por lo general se quedan suspirando cuando ven salir por la puerta de toriles a estos dulces de chocolate con cuernos...

"PERO EL TORERO que prepara su regalo... es un ventajista que sorprende al público, ya que sin miramiento alguno... va tejiendo punto por punto el bordado de su faena con perjuicio de sus compañeros de profesión, que tienen que partirse el pecho con lo que les tocó en suerte en el sorteo de aquella corrida" -sostiene Tito Osuna en su libro editado en Monterrey ¡en 1971!

HOY, ADEMAS DE permitir y ''reglamentar'' el toro de regalo, la normativa vigente intenta ponerse rigorista y en el artículo 76 establece: "Cuando más de un matador anuncie un astado de regalo, se respetará invariablemente la antigüedad de alternativa", con lo que aumentan las ventajas para los diestros milenarios y vitalicios.

¿A QUIEN BENEFICIA el torito de regalo? Acertaste, lector, a la mediocridad de los toreros y a la demagogia taurina que se pretende generosa con quienes previamente ha timado. Que el toro de regalo tenga cuatro años cumplidos y sus astas íntegras y a ver quién es el dadivoso que lo obsequia.