México D.F. Domingo 25 de abril de 2004
Cada día la enfermedad ocasiona la muerte de 3 mil niños
Implacable avance de la malaria en Africa
Plan internacional contra el mal, con escasos resultados
DPA
Nairobi, 24 de abril. En los típicos mercados africanos sus llamativos colores se pueden ver ondeando al viento: rosa, azul claro y amarillo limón. Lo que a la distancia parecen telas, son en realidad mosquiteras, una herramienta muy importante en la lucha contra la enfermedad más mortífera del mundo: la malaria.
Cada día mueren en el mundo unos 3 mil niños por este mal, prácticamente el mismo número de personas que perdieron la vida en los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York.
Africa es la región más afectada por esta enfermedad. En este continente ocurre 90 por ciento de las muertes por malaria, por eso el 25 de abril está dedicado a la lucha contra la pandemia.
Hace seis años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y agencias de Naciones Unidas se pusieron como meta reducir a la mitad los enfermos de malaria para 2010. Sin embargo, la campaña Rolling back malaria (Reducir la malaria) ha sido muy criticada.
"La cifra de casos no se ha reducido en los años recientes, sino que ha seguido aumentando", afirma Robert Snow, un experto en malaria del Kenya Medical Research Institute de Nairobi. Esto se debe sobre todo a la creciente resistencia de los patógenos ante los medicamentos empleados hasta ahora. "La comunidad internacional ha fracasado en su intento de facilitar a los afectados acceso a medicinas eficaces", según Snow.
Muchos contagiados de malaria en Africa siguen tomando pastillas de clororquina, que a menudo ya no tienen efecto sobre los agentes patógenos. El nuevo y eficaz combinado ACT, con artemisina, se impone, pero muy despacio, y en Africa suele ser unas 10 veces más caro que las pastillas de clororquina.
"No hay suficientes medios financieros para proporcionar a los pacientes medicamentos eficaces", confirma Allan Shapira, de la OMS, quien sin embargo rechaza las críticas a las crecientes cifras de casos.
"Todavía no se pueden medir los avances", explica. "Esto sólo será posible dentro de unos años".
Los científicos discuten en qué medida hay que emplear el insecticida DDT en la lucha contra la malaria. Con esta sustancia se reduce la cifra de los mosquitos que transmiten la enfermedad. Pero la OMS sólo recomienda el uso de DDT en viviendas en casos muy contados, por ejemplo en algunas zonas de Etiopía.
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