Espera que sea rechazada por la Cámara de Diputados

La reforma del Senado sobre deuda pública vulnera derechos de los capitalinos: Encinas

ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ

Las modificaciones a la Ley General de Deuda Pública que aprobó el Senado el pasado martes representan una reforma regresiva que vulnera los derechos de los habitantes del Distrito Federal y en nada contribuye a lograr la plena autonomía de la ciudad de México, expresó el secretario de Gobierno capitalino, Alejandro Encinas Rodríguez, quien dijo esperar una actitud diferente en la Cámara de Diputados, adonde se turnó la minuta correspondiente.

El funcionario afirmó que el Gobierno del Distrito Federal (GDF) coincide plenamente con el punto de acuerdo que aprobó la Asamblea Legislativa el jueves, para enviar un exhorto a la Cámara de Diputados para que rechace dicha reforma.

Las modificaciones a esa ley condicionan la aprobación del endeudamiento que solicite cada año el gobierno capitalino, a la presentación previa, ante el Congreso de la Unión, de los proyectos y programas a realizar con financiamiento de deuda, mismos que deberán ser aprobados también por los legisladores federales.

La iniciativa fue presentada por el senador del PRI David Jiménez González, presidente de la Comisión del DF, quien el año pasado obstaculizó la aprobación del paquete de iniciativas de la reforma política del Distrito Federal, que ya había sido aprobado por los diputados.

"Es una reforma que viene etiquetada para seguir restringiendo la actividad del gobierno de la ciudad y lleva al plano de la ley las presiones que se presentaron en el Congreso de la Unión durante el periodo de sesiones de finales del año pasado -cuando se redujo el techo de endeudamiento que solicitó el GDF para 2004, de 2 mil 500 a 500 millones de pesos-, y creemos que ahonda las diferencias en los derechos, no solamente de la autoridad, sino de los mismos habitantes de la ciudad", advirtió.

Agregó que dicha reforma pretende seguir dando trato de segunda a los habitantes del DF, y señaló que lo importante, como lo ha puntualizado también la ALDF, es efectuar una reforma política que reconozca plena autonomía a la capital y garantice a sus habitantes los mismos derechos que a los del resto del país.