Impulsará un "movimiento social de acción política"

Crean alianza productores agropecuarios y pesqueros

FABIOLA MARTINEZ

La Alianza Nacional de Productores Agropecuarios y Pesqueros (ANPAP) fue constituida ayer, con el objetivo de impulsar un "nuevo movimiento social de acción política" que actúe ante la "tragedia" por la que atraviesan la producción agropecuaria del país y el nivel de empleo.

Su presidente, Alfonso Ramírez Cuéllar, diputado federal del PRD, dijo que después del "exitoso movimiento" -iniciado en 1994- frente a los "horrores y los errores financieros y bancarios", toca ahora luchar por una coalición de amplia mayoría que prepare el camino de gobierno, porque con el actual "no hubo cambio y el sexenio se volvió a perder".

Reunidos en el deportivo Plan Sexenal, cientos de campesinos y pescadores se comprometieron a participar en la alianza para "resistir a la mortandad productiva" y al estancamiento económico de la agricultura.

Participaron representantes de grupos regionales de pescadores del Pacífico; productores de maíz, frijol, hortalizas, café, cacao, aguacate y citricultores, así como ganaderos, porcicultores y apicultores. En el presidium estuvieron el rector de la Universidad Autónoma de Chapingo, Sergio Barrales, y el presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores, Francisco Hernández Juárez. Además, representantes de diversos gobiernos estatales, Financiera Rural e incluso de la Secretaría de Agricultura, cuyo enviado se llevó la rechifla de la mañana.

Al presentar la nueva organización, Ramírez Cuéllar -conocido como uno de los principales impulsores del movimiento El Barzón, en la década pasada- señaló que a un año de la firma del Acuerdo Nacional para el Campo la situación se ha complicado.

Lo anterior, dijo, porque en el país no hay acuerdos nacionales "y pareciera que caminamos a ninguna parte; hay un Ejecutivo que parece inexistente y una clase política confrontada que no convoca a nada ni a nadie".

El dirigente aclaró que la ANPAP no pretende constituirse en partido político o confrontarse con alguno, sino movilizar a todas las fuerzas nacionales para impedir que "viejas fuerzas" eleven su poder y lleven la economía a un mayor deterioro.

Por lo pronto, convocó a los trabajadores del campo y de la ciudad a participar en lo que denominó "gran convención de líderes y dirigentes", a realizarse en julio próximo, para hilvanar el referido movimiento social de acción política.

Incluso se refirió a la posibilidad de fortalecer la unidad en su partido, al acercar al jefe del Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, y al ex candidato presidencial del sol azteca Cuauhtémoc Cárdenas. Además, a personajes como el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, y a dirigentes del sindicalismo agrupado en torno a la UNT y el Frente Sindical Mexicano, entre otros, que tengan como objetivo la reactivación del mercado interno y la discusión de los grandes problemas nacionales.

En su planteamiento central, la ANPAP destaca la urgencia de avanzar hacia un comercio justo, luego del fracaso del cónclave de la Organización Mundial de Comercio.

Y es que, como punto central de las preocupaciones de los productores, persiste el creciente nivel de importación de productos.

Por ejemplo, precisaron los fundadores de la ANPAP, no hay justificación para que dependamos del mercado estadunidense en más de 60 por ciento del consumo de arroz, 50 por ciento de trigo y un nivel similar en sorgo, soya y maíz.

A ello se agrega el incumplimiento del Acuerdo Nacional para el Campo, ante la negativa del gobierno a considerar la agricultura como prioridad, que involucra a 25 millones de mexicanos, y en este sentido renegociar el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Otro de los puntos centrales se refiere a la reducción de los precios de los insumos y de los costos de producción, toda vez que el costo del fertilizante se ha disparado 200 por ciento, mientras que todas las plantas de amoniaco están paradas. Por ello, como primer punto del plan de acción, acordaron iniciar una suspensión de pagos de energía eléctrica utilizada en pozos para riego.