Proponen a los industriales crear alianzas para proteger el grano

Exigen productores declarar 10 estados zonas de reserva de maíces criollos

Campesinos de cinco países censuran que acuerdos comerciales dañen al agro

MATILDE PEREZ U. ENVIADA

Pachuca, Hgo. Al clausurar la séptima Asamblea Nacional Ordinaria de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de la CNC, su presidente, Efraín Bello García, demandó al gobierno federal declarar 10 estados del país zonas de reserva de maíces criollos y, a escala internacional, que actúe para que México sea declarado reservorio del grano. También propuso que el ingreso del cereal proveniente de Estados Unidos y Canadá -países en los que no se considera "peligro para la salud" el maíz transgénico- sea mediante un arancel específico.

Ante los cerca de 2 mil 500 delegados de 20 estados que acudieron al encuentro, Bello García pidió al gobierno federal y a los campesinos que cambien su mentalidad para terminar con especulaciones y privilegios. A los industriales les propuso sostener alianzas estratégicas para, junto con los productores, proteger el maíz.

Allí, los delegados de organizaciones campesinas y agropecuarias de Honduras, El Salvador, Panamá, Guatemala y Argentina ratificaron su unidad en la defensa del maíz y en contra de los tratados de libre comercio que, como en México, han dejado saldos negativos en el campo. "El Tratado de Libre Comercio de América del Norte ha sembrado en el agro mexicano pobreza y desempleo, y ha puesto en riesgo la soberanía alimentaria; las consecuencias de la política neoliberal son nefastas", asentaron en una declaración que entregaron a congresistas.

María Alicia Calles, secretaria general de la Unión de Mujeres Campesinas de Honduras; José Oscar Calles, de la Asociación Nacional de Trabajadores Agropecuarios de El Salvador; Benigno Bergara Cárdenas, de la Unión Nacional de Productores Agropecuarios de Panamá, y Pedro Pereti, de la Federación Agraria Argentina, apuntaron que "este es el momento para que cada pueblo latinoamericano retorne al camino de la unidad y la lealtad para afrontar la difícil situación mundial".

A su vez, el presidente de la Confederación Nacional Campesina, Heladio Ramírez López, exigió al Poder Judicial de la Federación que atienda de manera urgente el contrabando de granos y que frene el abuso en la interposición de amparos, pues están poniendo en riesgo el proceso productivo. "Demandamos a la Suprema Corte de Justicia toda su solidaridad para evitar excesos en las suspensiones que han permitido vulnerar el equilibrio comercial y están conduciendo a la ruina a los productores."

Al gobierno federal le pidió que postergue la decisión de desgravar totalmente, en cuatro años, la importación de maíz, pues ello "causaría daños irreparables a los productores. La renegociación o búsqueda de acuerdos paralelos es el mejor camino para que las asimetrías entre los socios comerciales no aplasten nuestros afanes competitivos".

Antes, durante un diálogo con los campesinos, el presidente y vicepresidente de Maseca, Roberto González Barrera y Alfonso Cebreros, respectivamente, aseguraron que el futuro del maíz es promisorio en el mundo, porque es el único grano con posibilidades de crecer en superficie sembrada, mientras que otros cereales, como el trigo y el arroz, ya llegaron a su límite. El también presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Maíz, Alfonso Cebreros, mencionó que en el caso del consumo de la tortilla en México la situación es preocupante, porque en los pasados cinco años ha caído 20 por ciento y los precios se han incrementado 94 por ciento.

Principal colaborador de Roberto González, presidente de Banorte y de Maseca, Alfonso Cebreros comentó que la tortilla se está convirtiendo en un producto caro en el país, mientras que en Estados Unidos el consumo va en aumento. "Cuarenta por ciento de las ventas de Maseca se realizan en Estados Unidos, 33 por ciento en México, 20 por ciento en Venezuela y Centroamérica y 1.5 por ciento en Europa. En breve también lo hará en el mercado más grande del mundo: China".

El vicepresidente de Maseca, empresa que el año pasado tuvo ventas por 2 mil millones de dólares, mencionó que ante la baja en el consumo de la tortilla ya se inició una campaña para "destacar su valor nutritivo. Queremos volver a prestigiarla como producto fundamental de consumo". Refrendó el compromiso del presidente de Maseca de comprar a los campesinos nacionales la producción de maíz blanco, quienes el año pasado vendieron a la empresa un millón 700 mil toneladas, mientras que el conjunto de los industriales que conforman la Cámara Nacional del Maíz adquirieron cerca de 3 millones del grano destinado a tortilla y "todo el maíz amarillo que se produce en el país".

Antes, González Barrera hizo un llamado a los productores de maíz afiliados a la CNC a que sigan tratando de elevar la productividad a costos más rentables. Al gobierno federal le demandó ampliar las políticas de apoyo y que considere el maíz como "cadena productiva que debe generar rentabilidad y valor agregado en todos sus eslabones". A ambos les advirtió que el reto debe asumirse con mayor tecnología, sin descuidar la protección ecológica y con mayor orientación al mercado, pero sin caer "en los excesos del paternalismo o de subsidios fuera de toda proporción, que sólo pueden cubrir los países desarrollados, y política que estamos combatiendo en todos los foros".

Como presidente de Banorte, refrendó su compromiso de seguir apoyando con créditos al campo. Sólo de enero a la fecha se han canalizado 10 mil 500 millones de pesos y se continúa respaldando mediante la producción de contrato a los maiceros. Con los campesinos de la CNC, abundó, Maseca ha firmado acuerdos en Michoacán, Veracruz, Chiapas y estado de México, mientras que en Jalisco, Guanajuato y Yucatán está realizando pruebas con maíz QPM por su valor nutritivo.

Respecto del proyecto de ley de bioseguridad, insistió en que el Congreso de la Unión debería aprobarla a la brevedad, pues tiene el respaldo de científicos, académicos, tiendas departamentales, industriales y productores. "Es una ley equilibrada y bien balanceada, el Senado de la República ya la aprobó. No hay que tenerle miedo a los transgénicos, esta es una revolución científica que cada vez será más importante en la productividad del campo y no podemos cerrarnos ni atrasarnos".