Abrirán exposición en San Ildefonso para celebrar sus 50 años de trayectoria

El arte en España no va a cambiar porque haya nuevo gobierno: Canogar

Al morir Franco, dice, ''volví a la abstracción para recuperar el lenguaje del pintor''

MERRY MAC MASTERS

A raíz del cambio de gobierno en España, y respecto de la política cultural a seguir, el pintor español Rafael Canogar (Toledo, 1935) es claro: ''Lo que tiene que hacer el nuevo gobierno es escuchar a los profesionales y a los diversos colectivos. Oír cuáles son sus reivindicaciones, sus deseos. La pintura o la escultura no va a cambiar porque hay un nuevo partido".

-¿Cuáles serían esas necesidades?

-Lógicamente, mucho más ayuda, mucho más interés. Pero eso siempre es deseable en cualquier sistema. Siempre hay posibilidades de hacer más por el colectivo de los creadores, aunque me parece que somos un grupo muy pequeño en la sociedad y contamos relativamente poco.

''Si los metalúrgicos o los textiles tienen reivindicaciones van a ser mucho más escuchados que un colectivo de artistas, porque afecta en lo económico mucho más la producción. Pero en el arte de todos modos quedan muchas cosas todavía para atender. Hay toda una serie de reivindicaciones expresadas por la asociación de artistas plásticos o por la que vela por los derechos de autor. Entre todo eso quedan todavía muchas cosas por hacer. Ojalá el Partido Socialista Obrero Español cubra también esa parte.''

Canogar se titula la exposición de medio centenar de obras, organizada para celebrar 50 años de trayectoria artística de Rafael Canogar, que inició itinerancia en el Museo Nacional de Varsovia y ahora, después de haber estado en el Centro de las Artes Pinacoteca de Monterrey, arriba al Antiguo Colegio de San Ildefonso (Justo Sierra 16, Centro Histórico), donde mañana será inaugurada a las 20 horas.

El cuadro más antiguo de la muestra es uno expuesto en Suecia, el 20 de noviembre de 1975, día que murió Francisco Franco.

Fue el último de una década de trabajo: ''A partir de ese momento me sentí liberado de esa obligación moral de dar imágenes de esa lucha por la democracia. Tomaban las imágenes de los medios de comunicación. Usaba pantalones o chaquetas con poliéster y fibra de vidrio. Fue cuando volví a la abstracción para recuperar el lenguaje del pintor."

Ningún apoyo de Franco

De sus comienzos, Canogar dice: ''Fui consciente de la problemática de pintar y ser un artista libre en un país de una forma empobrecido, sin muchas referencias".

Consciente también de la necesidad de cambiar la situación, en 1957 el pintor integró el grupo El Paso con otros artistas como Antonio Saura, Luis Feito, Pablo Serrano y Manolo Rivera.

Una exposición del grupo en El Ateneo de Murcia requirió de la intervención policiaca, porque hubo quien quería destruir los cuadros, porque los consideraba como ''una tomadura de pelo".

Una fecha fundamental para Canogar fue la Bienal de Venecia de 1958, donde ''los artistas jóvenes ''fuimos presentados en el pabellón español", lo que fue ''una revelación para el mundo. A nivel oficial -continúa el entrevistado- se dieron cuenta que ese arte era lo que interesaba".

El momento, sin embargo, tuvo su página oscura: ''De alguna forma fuimos utilizados como propaganda de que esto es una muestra de que en España se puede hacer lo que quieran. Pero, puertas adentro, éramos ignorados. Nunca tuvimos ningún apoyo, ni económico ni de exposiciones, pero sí fuimos a esas bienales. Esto fue visto por nosotros mismos con disparidad de opiniones".

Para Canogar lo suyo era un arte joven que quería representar a España y se utilizaba la estructura del Estado: ''En última instancia fue el régimen franquista que había usurpado un espacio. Por tanto, al tomar como ejemplo lo hecho por Comisiones Obreras, el sindicato mayor en España, que dentro de la estructura vertical sindicalista se creó, se formó y se estructuró como país, pensé que también la aportación de la pintura española en esos certámenes preparó la cultura plástica a esos cambios que vendrían dentro de pocos años".