La Secretaría de Cultura propondrá abrogarla o modificarla, anuncia Enrique Semo

Inviable, la ley para defender el patrimonio urbanístico del DF

Subraya el funcionario omisiones legislativas y la falta de reglamento para su aplicación Crearán un centro de información sobre esa riqueza en el Museo de la Ciudad, adelanta

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

La Secretaría de Cultura del Distrito Federal elaborará una propuesta para abrogar o modificar la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Urbanístico Arquitectónico de la Ciudad de México, toda vez que la aprobada por la Asamblea Legislativa en 1999 tiene deficiencias que la hacen inviable, anunció el historiador Enrique Semo, titular de esa dependencia.

La ley, de 130 artículos, fue presentada en agosto de 1999 y se aprobó en diciembre de ese año. Su publicación en la Gaceta Oficial del Distrito Federal fue el 13 de abril de 2000 y se modificó en septiembre de 2001, sin que hasta la fecha se haya emitido su reglamento.

Este ordenamiento forma parte de las ''cien leyes" aprobadas por la primera Asamblea Legislativa del Distrito Federal, ''que tenía una prisa tremenda por legislar; algunas de ellas, como en el caso de ésta, tienen muchas deficiencias", expresa el funcionario en entrevista.

Destaca que las omisiones comienzan al entrar en conflicto con instituciones y leyes de carácter federal y local, así como con normas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

''Esa es la razón fundamental por la cual esta ley no ha podido ser puesta en práctica y nosotros proponemos que sea abrogada o modificada considerablemente."

Listado arbitrario

Uno de los principales defectos, argumenta Semo, es que contradice la Ley de Desarrollo Urbano, aprobada el 26 de enero de 1996; ''desconoce muchas de las determinaciones de este ordenamiento que ya han sido aplicadas por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivivenda (Seduvi) dentro del Gobierno del Distrito Federal".

Asimismo, no toma en cuenta los catálogos ya elaborados por la Seduvi, ni los institutos nacionales de Antropología e Historia ni el de Bellas Artes en los que se clasifica el patrimonio cultural.

''En lugar de eso hace un listado de lugares que deberían ser considerados patrimonio cultural que son totalmente arbitrarios y no corresponden a las listas elaboradas por estas tres instancias que están mucho mejor dotadas para hacer este trabajo."

También soslaya la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos, y deja a un lado a la Seduvi y a la Secretaría de Medio Ambiente.

La Seduvi, explica el funcionario, sólo está considerada dentro del Consejo Consultivo, siendo que esa dependencia ''está mucho mejor equipada, tiene las personas adecuadas y la experiencia para poner en práctica muchos de los aspectos de la ley.

''Mientras que la Secretaría de Medio Ambiente, que es la que está a cargo de las chinampas de Xochimilco, catalogadas como Patrimonio Cultural de la Humanidad, y Chapultepec, que está a punto de serlo."

De acuerdo con la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Urbanístico Arquitectónico de la Ciudad de México, el Consejo Consultivo deberá integrarse por el jefe del Gobierno capitalino, las secretarías de Cultura, Desarrollo Social, Turismo y Desarrollo Urbano y Vivienda, que en su legislación tiene ya establecido qué es lo que se debe hacer para resguardar edificios de interés público.

Otra de las cuestiones, señala Semo, es que confiere al jefe de Gobierno ''una cantidad de atribuciones en la aplicación de la ley que obviamente esa oficina no está en condiciones de realizar, y prevé la creación de un centro de información del patrimonio urbanístico arquitectónico del DF, pero la política del gobierno capitalino se opone a la creación de estructuras burocráticas nuevas".

Nada de estructuras burocráticas

Actualmente la Secretaría de Cultura, adelanta Enrique Semo, está tomando las medidas para un centro de información arquitectónico sobre monumentos, bienes de patrimonio cultural dentro de un centro de información en el Museo de la Ciudad, ''pero no queremos crear una estructura burocrática dedicada a esto; otra parte de esta función la cumple en INAH, sobre todo y no hay por qué crear uno nuevo".

Todo ello hace imposible la redacción del reglamento para la aplicación de la ley, y en este caso la propuesta que se enviará a la Asamblea Legislativa a finales de este año o en los primeros meses de 2005 es para abrogarla o dividirla en dos, de tal manera que Seduvi se quede con lo relativo a la ley de desarrollo urbanístico y un nuevo apartado en la Ley de Fomento Cultural de la Secretaría de Cultura para la preservación del patrimonio intangible de la ciudad.

Por lo pronto, la Secretaría de Cultura realizará consultas con todas las instituciones involucradas, incluida la UNESCO, para el nuevo proyecto.

Lo mejor, expresa Semo, es abrogar esa ley y, en caso de que se preserve, hacerla más específica y cambiarle el nombre para que también considere el patrimonio intangible.

''Es indudablemente necesario poner en marcha una serie de medidas para preservar todo eso."