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México D.F. Lunes 19 de abril de 2004
MUSICA
José Agustín Ramírez
Eric Clapton: Me & Mr. Johnson
ERIC CLAPTON: ME & MR. JOHNSON, esta colección de cóvers del satánico Mr. Johnson es apenas el segundo álbum solista de Eric Clapton completamente blusero en más de 30 años. El maestro Dedos lentos no encontró un pretexto más perfecto que una revisión del compositor de blues más influyente en la historia del rock: el señor Robert Johnson, quien ha sido homenajeado por todos los grandes, incluyendo Led Zeppelin, los Rolling Stones, Jimi Hendrix y toda la fauna de iconos de los años 60. Esto es aún más prodigioso si se toma en cuenta que el señor Johnson sólo grabó 29 canciones en total, mismas que usted puede adquirir íntegramente en el disco Old school blues (enero, 2004), que merece cinco estrellas.
ESTE PROFETA DEL blues, quien irónicamente cargaba con la leyenda de que había vendido su alma al diablo a cambio de su talento musical, lo cual se hace patente en el cóver de Me and the Devil's blues, de donde salió el título del disco al que Clapton se anexa como sabueso infernal, si escuchamos la versión de Hell hound on my trail, con la que cierra el disco.
ESTAS ROLAS DIABOLICAS de Johnson, sin embargo, son sólo una de sus facetas; otras más festivas se hacen presentes en Stop breaking down y Come on in the kitchen, así como hay notas más tristes en Love in vain, y auténticas versiones como Milkcow's blues y Sabueso infernal en mi camino, que son diferentes a las canciones originales, están actualizadas, en tonos desafiantes, pero ciertamente son más cóvers que versiones, es decir, Clapton toca casi idénticas las rolas, con más producción e instrumentación, pero sin demasiada imaginación. Esa es la única falla del disco, lo cual no hace menos apreciable este homenaje, pues está en plan blusero religioso, y sacrílego a la vez, por aquella leyenda de Robert cuando cruza el camino con el chamuco.
CLAPTON HA GRABADO muchas veces canciones de Johnson, pero el actual álbum es un tributo sincero e inspirado, que se hermana con el Riding with the king (2002), en el que, fungiendo como chofer de B.B. King, logró uno de los mejores momentos en su carrera, pues parece que esa naturaleza de músico de acompañamiento, que limitara a Eric en sus gloriosos días con The cream, sigue fuerte en su alma. De ahí que lo mejor que produce últimamente es a partir de las composiciones de otros grandes roqueros, como en el concierto homenaje a Bob Dylan.
Virtuosismo en el plano eléctrico
EN ESTE DISCO está en su elemento, con varias canciones acústicas que lo hacen complemento ideal (o quizás hermano menor) del MTV's unplugged, otra de las grabaciones de Clapton más inspiradas, aunque en ella el guitarrista no desataba las clásicas cascadas de virtuosismo en el plano eléctrico, las cuales sí aparecen (moderadamente) en Me and Mr, Johnson, del cual, afirma, debió esperar sus 59 años para grabarlo, por la mínima justicia que merece la perturbadora voz del misterioso Robert, siempre acechado por demonios, y quien, aunque usted no lo crea, acabó sus días envenenado por un marido celoso, a la corta edad de 27 años, convirtiéndose en ese personaje mítico del blues que también retrataran en la película Dónde estás hermano, de los hermanos Cohen, en la que, si usted esta interesado, puede ver el auténtico cruce de caminos donde Robert Johnson vendió su alma al diablo, y donde, medio siglo después, Eric Clapton se posesionó de su espíritu. ƑPor qué, te preguntas? Clapton responde: "Su música es como mi más viejo amigo, siempre está girando en mi cabeza. Es la mejor música que haya escuchado jamás, siempre he confiado en su pureza, y lo seguiré haciendo".
PARA TERMINAR, NO olvidemos dar una calurosa ronda de aplausos a los músicos que acompañan al dios de la guitarra: Billy Preston, insuperable en el piano; la magistral lira slide de Doyle Bramhall, y las implacables armónicas de Jerry Portnoy. Bluseros, no se lo pierda. [email protected]
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