México D.F. Lunes 19 de abril de 2004
Otros esfuerzos por fomentar el hábito
No todos tienen los recursos económicos para comprar un libro y entrar en el mundo de la literatura, pero han existido esfuerzos para subsanar esta carencia.
En 2000, se distribuyó gratuitamente en el Zócalo de la ciudad de México la colección Para leer en libertad, integrada por títulos como Diario, de Anna Frank; La pasión de Sacco y Vanzetti, de Howard Fast; Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco; En dudosa batalla, de John Steinbeck; Diez días que conmovieron al mundo, de John Reed; Soy leyenda, de Richard Matheson; El cazador de jaguares, de Lucios Shepard; El largo adiós, de Raymond Chandler, y Sin novedad en el frente, de E.M. Remarque.
El programa Para leer en libertad estuvo a cargo de la jefatura de Gobierno, con la participación de Alejandro Aura, quien fungía como director del Instituto de Cultura de la Ciudad de México, a partir de una idea del escritor Paco Ignacio Taibo II.
Se ofrecieron 15 títulos con un tiraje de 20 mil ejemplares cada uno, los cuales se obsequiaron a razón de tres títulos cada sábado, es decir, 60 mil ejemplares cada semana.
El 23 de abril, con motivo de las celebraciones del Día Internacional del Libro, el Centro Cultural de España busca lectores. A cambio de dos minutos de lectura ofrecerán un libro y una rosa a quienes participen en la lectura de fragmentos del Quijote. FABIOLA PALAPA QUIJAS
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