México D.F. Lunes 19 de abril de 2004
El linchamiento del sindicato no soluciona el
problema de las pensiones: Alonso Raya
Apuestan sectores del gobierno y de la IP a la quiebra
del IMSS, advierten
Privatizar, el objetivo
ENRIQUE MENDEZ
El problema por el que atraviesa el Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS) requiere de una reforma integral, así como
de acuerdos entre gobierno, patrones y trabajadores y dejar de lado las
acusaciones mutuas, consideró el presidente de la Comisión
de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, Miguel Alonso Raya.
El legislador señaló que en caso de mantenerse
el actual ritmo del costo de las pensiones del IMSS y del Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE)
en 2006 éstas requerirán de un presupuesto de 100 mil millones
de pesos, que será imposible financiar.
En entrevista, expresó que la situación
del Seguro Social debe resolverse en conjunto, no por partes, y consideró
que para dar viabilidad al instituto son necesarias tres reformas básicas:
al régimen de jubilaciones y pensiones, a la Ley del IMSS y a la
Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro.
Consideró que la solución al costo de las
pensiones no está en la descalificación y el linchamiento
contra el sindicato del IMSS, posición "equivocada, porque la reacción
es obvia: el cierre de filas" de los trabajadores "y ese es un error patronal
y también de un sector del gobierno que apuesta al conflicto económico
del Seguro Social".
-¿Con qué objetivo?
-Quien apuesta a eso, en el fondo busca la quiebra y el
derrumbe del IMSS para dar paso a la privatización. Hay un sector
del gobierno al que el IMSS le estorba. Y en esta tónica está
parte del sector financiero, que vería un gran negocio de la función
que ahora cumple el IMSS y saltaría de gusto con verlo derrumbado.
"Sin embargo, la seguridad social no quiebra porque es
un asunto del Estado sobre el que se debe reconocer que no se atendieron
a tiempo advertencias. Algo que no se dice es que cuando se discutió
la reforma de 1995 ya estaba presente el problema de las jubilaciones.
Entonces, ¿Genaro Borrego no es cómplice y responsable de
no plantear el asunto en su momento y en su integridad? También
lo es el actual director, Santiago Levy, por no decirlo."
Sobre el tema salarial, el legislador perredista señaló:
"un funcionario que gana más de 2 millones de pesos al año,
que es el caso de Levy, pierde autoridad para plantearle al sindicato que
modifique su régimen de jubilaciones".
Insistió en que más allá del debate
sobre las jubilaciones, se requiere de un nuevo arreglo político
y un acuerdo nacional que dé viabilidad a la seguridad social, y
discutir el esquema de financiamiento del IMSS, es decir, las cuotas obrero-patronales.
Hay rubros con déficit, añadió, por
ejemplo el seguro de enfermedades y maternidad, del cual el gobierno absorbió
las pensiones en curso y aporta la cuota social para los activos, pero
no la de los 2 millones 100 mil pensionados. "Eso lo vuelve deficitario,
año con año, en unos 7 mil millones de pesos por el costo
de las enfermedades crónico-degenerativas."
Ese y otros rubros, abundó, deben ser revisados
y presentar un paquete de compromisos del instituto, que incluya un programa
de calidad en el servicio, de compra de equipo moderno, inversión
en infraestructura, capacitación y más personal, un programa
de austeridad que transparente los gastos y que, "sin maniobras, se revise
el ejercicio del presupuesto y, dentro de ello, el salario de los funcionarios,
porque todos debemos hacer un esfuerzo para resolver el conflicto".
También, consideró, debe iniciarse una auditoría
externa a los fondos del IMSS para que todas las partes cuenten con un
diagnóstico sobre el nivel del problema y qué pasos deben
emprenderse para una solución de fondo, sin manipulaciones.
-¿Se observa disposición gubernamental?
-Lo más probable, y en mi opinión hacia
allá apunta el asunto, es que un sector del gobierno le apuesta
a dejar el grueso del paquete a quien venga (en 2006). Y, como veo, en
particular en el equipo de Vicente Fox, que no cree mantenerse en el poder,
es casi intencional dejar el problema al PRD o al PRI.
"Y el problema será más agudo. Así
como vamos, el costo de las pensiones del IMSS y el ISSSTE en 2006 será
de 100 mil millones de pesos. Si hay reforma fiscal, tendríamos
recursos, pero deberían dedicarse a la inversión productiva."
Coparmex apremia a cambiar el régimen de jubilaciones
ANTONIO CASTELLANOS
José Luis Barraza, presidente de la Confederación
Patronal de la República Mexicana (Coparmex), afirmó que
es insostenible que se sigan deteriorando las finanzas del Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS), por lo cual exhortó a la dirección
del organismo y a los dirigentes sindicales a llegar pronto a un acuerdo.
Se debe aumentar a 65 años la edad de jubilación,
agregó, y destacó que la situación del Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado es también
complicada.
Por su parte, el dirigente del Instituto Mexicano de Ejecutivos
de Finanzas (IMEF), Ignacio Treviño Camelo, sostuvo que es urgente
modificar el régimen de jubilaciones y pensiones del IMSS, porque
su deuda ha sobrepasado su capacidad de financiamiento. La ausencia de
un arreglo agrava la situación del instituto, que está en
riesgo de quiebra total, señaló.
Barraza sostuvo que hay muchos intereses en el sindicato
del IMSS que impiden un acuerdo benéfico para los millones de derechohabientes
que atiende la institución. Sus privilegios son ya insostenibles,
señaló.
"No es posible", insistió, jubilar a los trabajadores
del IMSS a los 49 años, con un salario 40 por ciento arriba de su
último sueldo, mientras el resto se retira a los 65 años
con una pensión de cuando mucho 40 por ciento. El camino es aumentar
a 65 años la edad para pensionar a todos los empleados, sin atropellar
los derechos de los actuales.
El dirigente del IMEF advirtió que si no se logra
la modificación del régimen de jubilaciones la situación
financiera del instituto alcanzará el punto de quiebra total sin
estar en la posibilidad de lograr una recuperación a mediano o largo
plazo.
Treviño Camelo sostuvo que las reformas en los
sistemas de seguridad social en México no han estado a la par con
los avances tecnológicos y científicos de los últimos
años. Así, el aumento en la esperanza de vida de los mexicanos
y el envejecimiento de la población han disminuido la base de trabajadores
que soporta a los pensionados, condiciones que no están consideradas
en el actual sistema de seguridad social del instituto, originando que
sus pasivos se incrementen y se genere un déficit en sus finanzas,
agregó.
Según el especialista, se debe crear conciencia
en el sindicato y en los trabajadores del instituto sobre la magnitud del
problema. La intención de cambiar el régimen de jubilaciones
es mejorar la calidad del servicio que el instituto ofrece a sus trabajadores,
pensionados y derechohabientes, mediante una modificación integral
del esquema financiero, de tal manera que sea posible vislumbrar un panorama
financieramente viable a corto, mediano y largo plazos.
Tanto Barraza como Treviño Camelo, por separado,
consideraron que debe lograrse pronto un acuerdo para no poner en riesgo
la operación del instituto, cuya situación financiera se
agrava cada día, y en nada ayuda la posición del sindicato,
que ya había aceptado un convenio mediante el cual se modificaba
el esquema de jubilaciones, pero no lo aplicó al vencerse el plazo
el 30 de marzo pasado.
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