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México D.F. Sábado 17 de abril de 2004
Celebrará este domingo 30 años
como locutor de radio
No tengo una gran voz, pero sí mucha honestidad:
Eugenio Sánchez-Aldana
JUAN JOSE OLIVARES
Eugenio Sánchez-Aldana es un íntegro hombre
de radio. Ha investigado, escrito, producido y conducido programas de este
medio de comunicación por más de tres décadas en Radio
Educación, por lo que se le rendirá un homenaje este domingo
de 13 a 20 horas en el Museo Nacional de las Culturas Populares, con algunos
de los grupos y artistas que han estado en su programa El chahuiztle,
que por cierto lleva 14 años interrumpidos al aire.
"No tengo una gran voz, pero lo que hago es con mucha
honestidad y desarrollando ideas que gusten a la gente", asegura quien
empezó cuando todavía la estación estaba en la colonia
Morelos, en Tabiqueros y Circunvalación. "Cuando entré, la
estación era de 10 mil vatios, entonces uno tenía que hablar
muy fuerte para que te oyeran, por lo menos en la Morelos. Ahora, y sin
falsa modestia, he abordado todo lo que se hace en la radio: he investigado,
escrito, producido, y al micrófono como locutor y conductor. No
soy operador porque soy tartamudo de los dedos.
''Lo
que me ha dado la mayor satisfacción es hacer programas ideados
por mí, como Lo que las palabras dicen; Sabor, sabor; Kiosco;
Qué qué; Batido y espumoso, y El chahuiztle, que
tiene 14 años".
Sánchez-Aldana dice lo que se necesita para estar
tanto tiempo detrás de un micrófono sin fastidiar al escucha:
"Lo primero es honestidad, querer hacer las cosas y, sobre todo, amar a
la gente, si no quieres a las personas te puedes caer en cualquier momento.
Hablo de querer a todo mundo, niños, jóvenes, gente madura,
y de todas las clases sociales. Se necesita además el conocimiento,
la información, que se note que no estás hablando como perico.
Respecto a la voz, lo que distingue al buen locutor es la dicción
y la modulación (ritmo, altura del sonido, énfasis) lo que
hace que la emisión no sea plana".
En cuanto a la retroalimentación dice que ''cada
llamada telefónica es una joya. Opto por un menor número
de llamadas pero que tengan contenido y que vayan más allá
del saludo y la felicitación. Me agrada cuando me dicen que estoy
muy rollero y que ponga más música. Me gusta porque
siento que están escuchando. Me gusta más la radio musical
que la de puro bla bla blá. En la radio comercial tienes la necesidad
de hacer anuncios, eso resta atención al radioespectador y continuidad
en lo que se está diciendo".
Asegura: ''En la radio estatal, cada quien ha tenido su
estilo personal de gobernar. Yo nunca he tenido censura. La única
vez, creo, fue cuando hice un chiste de mal gusto, cuando un compañero
del turno de la mañana dijo que se levantaba con todas las mujeres
de la ciudad y yo (con el turno de noche) que me acostaba con todas. Cuando
derribaron las Torres Gemelas también me llamaron la atención
porque sin celebrar, dije que era una sopa de su propio chocolate para
los gringos. Soy pasional y poco racional, confieso con pena".
La radio comercial menosprecia al escucha
-¿Habría un cambio si estuviera en radio
comercial?
-Lo que tienen esas estaciones es que menosprecian al
radio escucha. Es a los que se deben, y más ellos, que están
siempre vendiéndoles algo. Nosotros vendemos algo más sencillo,
que es la cultura. Radio Educación no tiene que ver con las vicisitudes
del gobierno, es del Estado, tuya, mía y de todos"
-¿Cómo ve el futuro de la radio en México?
¿Por qué cada vez se oyen menos programas como El chahuiztle?
-No hay razón para que se metan más noticiarios,
es un punto de vista personal. Cuando tomó posición Lidia
Camacho se lo comenté, pero no me hizo caso. Hay esa tendencia de
convertirlas en informativas.
En el festejo denominado Sánchez-Aldana 30 años
estarán: Recuerdos del son; Chato, Cheto y Che; Yolotecuani; Son
de ciudad; Grupo Semilla; La Aurora; Hermanos Salmerón; Trio Aguacero;
Pepe y Flor; Gabino Palomares; Manuel Munguía; Los Nakos; Grupo
Purépecha; Chincual; Incuic Xochipilli, y el grupo Danza Tlilcoyotl.
La cita es en calle Hidalgo 289, colonia Del Carmen, Coyoacán.
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