México D.F. Sábado 17 de abril de 2004
Los inconformes buscaban audiencia con el edil para exigir cumplimiento de obras
Sigue cerrada la alcaldía de Huejutla, tras ser tomada por 300 campesinos anteayer
Ante la negativa entraron por la fuerza, destrozaron vidrios y documentos, según policías
CARLOS CAMACHO CORRESPONSAL
Huejutla, Hgo., 16 de abril. Alrededor de 300 campesinos provenientes de 70 comunidades indígenas ocuparon el jueves, durante varias horas, la presidencia municipal, y retuvieron a unos 40 empleados para exigir al alcalde panista, José Alfredo San Román, cumplir con la construcción de obras prometidas.
Sin embargo, por órdenes del edil, las instalaciones permanecían cerradas este viernes, por lo que todos los trabajadores fueron convocados en el patio del barrio de Santa Elena, donde se les pagaron sus salarios, por ser día de pago. No obstante, se restablecieron los servicios suspendidos en la biblioteca municipal.
Por los hechos ocurridos el jueves pasado, el síndico procurador, Enrique Guzmán Arroyo, presentó una denuncia por la comisión de delitos de privación ilegal de la libertad y ataques a las vías generales de comunicación, según consta en la averiguación previa 5/I/291/2004.
Las autoridades policiacas indicaron que ese día unas 300 personas arribaron a la alcaldía con la intención de entrevistarse con San Román, pero como se les negó la audiencia decidieron ingresar a la sede por la fuerza, rompiendo vidrios y destrozando documentación, principalmente en la Tesorería.
Los manifestantes cerraron la puerta principal e impidieron la salida de unos 40 empleados, quienes abandonaron el lugar por la tarde cuando una veintena de camionetas de Seguridad regional con granaderos hicieron una demostración de fuerza y los indígenas optaron por retirarse.
Los inconformes fueron dirigidos por Alfredo Melo Vargas, dirigente local de la Confederación Nacional Campesina, quien señaló que el principal reclamo fue la construcción de un puente en la comunidad de Coapatitla.
José Alfredo San Román ha enfrentado ya varias veces la indignación social, primero cuando pretendió aumentarse el salario en un 180 por ciento, para pasar de 50 mil a 160 mil pesos; posteriormente cuando convirtió una biblioteca en cuartel de la policía municipal y ahora por incumplir obras.
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