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México D.F. Martes 13 de abril de 2004
El madrileño cantó casi dos horas
en la Plaza de Armas
Ismael Serrano clausuró el Festival Cultural
Zacatecas
ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO
Zacatecas,
Zac., 12 de abril. El pasado domingo concluyó el 18 Festival
Cultural Zacatecas 2004 -que se inició el pasado 4 de abril-, luego
de 230 actividades realizadas en espacios abiertos y cerrados, con una
asistencia estimada de 200 mil personas, la mayoría oriundos de
esta ciudad colonial y turistas provenientes de varios puntos del país
-muchos del Distrito Federal-, quienes se dieron cita en el concierto-clausura
que ofreció el cantautor español Ismael Serrano, en la Plaza
de Armas, principal foro al aire libre.
La plaza no lució llena y el clima estuvo frío.
No obstante, cientos corearon los temas de Serrano, quien ha hecho un trabajo
de difusión de sus composiciones en universidades, programas de
televisión y conciertos como los realizados en el teatro Metropólitan,
en marzo de 2003.
Ha hecho una labor de acercamiento con el público
junto con artistas como David Filio, Amaury Pérez y Laura Vázquez,
en la gira Despertadores, que incluyó, entre otras, ciudades
como Aguascalientes. Sus temas, íntimos, introspectivos, como La
traición de Wendy, buscan remover las conciencias y no accesibles
de primera intención, como ocurre con productos poperos, comerciales.
Lo suyo se dirige, sobre todo, a los jóvenes. En
su actuación dijo que a los 30 años algunas de sus piezas
son respuestas a algunas de sus creaciones o el seguimiento lógico
del paso de los años. "La palabra va más allá de la
superficialidad que hoy impera", ha dicho.
Su primer disco, de 1997, es Atrapados en azul.
A la memoria de los peces fue su segundo álbum y con Los
paraísos desiertos logró su consolidación internacional,
que le permitió compartir escenario con grandes cantautores como
Luis Eduardo Aute y Silvio Rodríguez.
Llamado el nuevo Serrat, expresó que se siente
orgulloso de ser madrileño y de la respuesta de sus paisanos luego
de los atentados terroristas en Atocha, hace un mes, quienes salieron a
la calle a protestar contra la agresión. "Cuando los comunicados
terroristas se ponen en nombre de Alá es lo mismo que cuando (George)
Bush habla de que actúa en nombre de Dios", dijo crítico,
y añadió: "Estamos en un dictadura global".
Se situó como parte de una música en la
que destacan las voces de autores como Víctor Jara, León
Gieco y Luis Eduardo Aute. "El artista tiene una responsabilidad social,
en el sentido de ser voz de los excluidos. Por eso canto al bando vencido,
pero no soy quién para decirle a alguien lo que debe hacer. Me interesa
hacer terapia con mi música. La música es un bálsamo
para mis angustias."
México insurgente, una de sus composiciones
que manifiestan su interés por este país, precisó,
"refiere la deuda histórica con los indígenas. Vivimos una
globalización que pretende un ambiente cruel y, en ese afán
de uniformidad, el subcomandante Marcos significa el derecho a la
disidencia. Por mi parte, pertenezco a una generación desencantada
de lo que pasa, pero he participado, de diversos modos, con ONG que apoyan
al movimiento de Chiapas".
Señaló que "en los peores antros está,
quizá, la mejor gente". En el Distrito Federal deambuló por
lugares de mucha y poca monta, y de ahí salió, en coautoría
con su hermano Daniel, Plaza Garibaldi, que refleja su punto de
vista sobre el mexicano, de quien señala que tiene una vida desordenada,
"pero que vive la música en forma apasionada".
Luego de casi dos horas de concierto se despidió
y ya iba rumbo al hotel Emporio, que se encuentra enfrente de la Plaza
de Armas, cuando una gritería que pedía "¡otra, otra,
otra!", lo hizo regresar. Cantó otras cuatro. Después se
fue a un brindis y remató troveando en un sitio de los muchos
que cierran en la madrugada.
Para el director del Instituto Zacatecano de Cultura,
Eduardo Rivera Salinas, el festival cumplió con las expectativas
de ofrecer espectáculos y actividades culturales a los ciudadanos
y visitantes. "Tratamos de que se diera la multidisciplinariedad, la diversidad.
Este es el último festival bajo el gobierno de Ricardo Monreal,
quien lo apoyó año con año.
"La infraestructura del Instituto Zacatecano de Cultura,
su experiencia y logística, serán útiles para quienes
organicen el 19 Festival, el año que entra", concluyó.
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