México D.F. Martes 13 de abril de 2004
Se inicia hoy el Encuentro Mundial de Solidaridad
con la Revolución Bolivariana
Semana clave en Venezuela para definir si habrá
o no referéndum revocatorio
Analizarán la movilización popular que
regresó a Chávez al poder hace dos años
STELLA CALLONI ENVIADA
Caracas,
12 de abril. A dos años del golpe cívico-militar respaldado
por Estados Unidos contra el presidente venezolano, Hugo Chávez,
que comenzó el 11 de abril de 2002 que terminó en derrota,
tras la cual fue repuesto el mandatario en el gobierno en menos de 48 horas,
se realizará a partir de mañana en esta capital el "Encuentro
Mundial de Solidaridad con la Revolución Bolivariana", con la asistencia
de delegaciones de diversos países.
Se analizará en este encuentro la movilización
popular, que con el apoyo de los militares bolivarianos logró, por
primera vez en la historia contemporánea, derrotar un golpe con
estas características y posibilitar el regreso del presidente depuesto
y prisionero en un cuartel militar en la isla de Orchila, cuando barcos
y aviones estadunidenses realizaban extrañas maniobras.
Los recuerdos están frescos para los venezolanos,
en momentos en que el propio gobierno de Estados Unidos reconoció
públicamente que apoya a la oposición, organizada en la Cordinadora
Democrática (CD), protagonista también del llamado "golpe
petrolero" que transcurrió entre el 2 de diciembre del 2002 y terminó
derrotado en febrero de 2003, con graves daños a la economía
de este país.
En ambas intentonas fue determinante para los proyectos
subversivos la acción de los medios de comunicación masiva,
que falsificaron constantemente información sobre el país
y desde cuyas páginas incluso se ha alentado al asesinato de Chávez.
Ambas tentativas, paradójicamente, permitieron
al gobierno avanzar en su proyecto y aplicar las leyes vinculantes de la
Constitución Bolivariana de 1999, de las más avanzadas de
la región, y por otra parte volver a tomar por parte del estado
las riendas de la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA) cuyas cuantiosas
ganancias, en parte, iban a manos de grupos privados que se enriquecían
con la corrupción.
El apoyo de Estados Unidos a la oposición fue reconocido
después que Chávez denunció que existían evidencias
sobre la participación estadunidense en el golpe de abril de 2002
y en los sucesivos intentos opositores. La ayuda se canaliza a través
de la Fundación Nacional para la Democracia, creada durante el gobierno
del ex presidente Ronald Reagan, que actuó también en Nicaragua,
Panamá y otros países, armando oposiciones para derrotar
o derrocar gobiernos considerados "enemigos" o peligrosos para los intereses
estadunidenses.
Chávez llamó en días pasados a evitar
"e impedir que los golpistas vuelvan a perturbar al país", y advirtió
que si esos grupos de oposición y los medios masivos que protagonizaron
el llamado golpe mediático de abril "deciden de nuevo empujarnos
a la desestabilización, aplicaremos con rigor la fuerza legítima
del Estado y la ley". Caracterizó a su gobierno como antineoliberal
y antimperialista, y remarcó que el Area de Libre Comercio de las
América (ALCA) es una imposición imperialista de Washington.
Al frente de la oposición están los principales
grupos económicos de Venezuela agrupados en la CD, especialmente
el "grupo Polar" y el "grupo Cisneros", del llamado zar de los medios
Gustavo Cisneros, que controlan casi 20 mil millones de dólares
en conjunto.
Cisneros está vinculado estrechamente con la llamada
"mafia cubana" de Miami, y desde allí se orquestan diversas guerras
sucias, incluyendo algunas acciones terroristas del año pasado
en Venezuela y la incorporación de grupos de acción de tipo
paramilitar en sus manifestaciones.
Esta es una semana clave en cuanto a la definición
acerca de si habrá un referéndum revocatorio. Tanto la oposición
como el oficialismo deberán aguardar la revisión de las firmas
recogidas a fines de octubre y principio de noviembre pasado, para revalidar
mandatos o ir al referéndum. Una verdadera batalla se instaló
luego que el Consejo Nacional Electoral determinó "reparar" (ratificar)
más de 800 mil firmas recogidas por la oposición, en una
acción violatoria de varias normas, se afirma. Existen miles de
planillas de firmas con letras similares, de extranjeros, de muertos, de
menores de edad, así como huellas dactilares colocadas con la punta
de los dedos, lo cuál no permite comprobar legalmente la identidad
datiloscópica.
Este problema tiende a agravarse ya que algunos integrantes
de la Coordinadora Democrática, como Proyecto Venezuela, Visión
Emergente, Fuerza Liberal y otras rechazan acudir a revisión. La
oposición nunca rindió cuentas de lo que se estima el mayor
fraude en el firmazo, que fue la entrega a cada firmante de una
tarjeta sellada para ser presentada en las empresas donde trabajaban o
ante los gobiernos manejados por la oposicón en el caso de empleados
públicos que debían demostrar que habían firmado en
favor del referéndum revocatorio del mandato de Chávez.
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