México D.F. Sábado 10 de abril de 2004
Continuum amorfo, muestra de la artista
suiza que presenta el museo Tamayo
Exhiben obra de Mira Schendel por primera vez en México
Prosigue revisión del recinto sobre el modernismo
tardío y el arte contemporáneo de AL
ANGEL VARGAS
Gracias a una exposición en el museo Tamayo, puede
apreciarse por primera vez en México obra de la artista suiza Mira
Schendel (1919-1988), cuyo trabajo se inscribe en el movimiento que abrió
brecha para el desarrollo de las prácticas artísticas contemporáneas
en Brasil, país al que llegó al término de la Segunda
Guerra Mundial.
Se
trata de Continuum amorfo, muestra integrada por 67 piezas seleccionadas
de entre las principales series que la creadora realizó durante
los años 60, 70 y 80, que proceden del acervo del Museu de Arte
Moderna de São Paulo y la colección de Ada Schendel, quien
es hija de la artista.
Sin fines didácticos, la muestra permite, sin embargo,
conocer y comprender accesible y lúdicamente muchos de los parámetros,
los motivos y las prácticas que rigen las artes visuales de hoy
día a escala mundial.
Ello es posible merced a la forma tan evidente en que
la pintora y escultora cuestionó con su obra, al igual que sus colegas
de generación brasileños, los formatos tradicionales del
arte moderno y concibió nuevos modelos que todavía prevalecen.
Ruptura con el formato tradicional
Mira Schendel (Myrrha Dagmar Dub fue su verdadero nombre)
figura entre los primeros artistas, por ejemplo, en separar la obra de
la superficie del muro y suspenderla en el aire, para proponer así
una lectura diferente de la misma y una nueva relación con el espectador.
''Es una ruptura con el formato tradicional o moderno
que tiene el propósito de hacer que la obra deje de estar contenida
y adquiera expresividad. El interés (de la artista) era que los
motivos visuales ganaran cuerpo", explica Willy Kautz, curador de Continuum
amorfo.
''Ya no es una pieza encerrada, contenida dentro del marco
tradicional, sino que está en el espacio y así es como gana
cuerpo. Además, es una forma de exigir un nuevo encuentro y diálogo
con el espectador, quien ya no debe hacer una lectura frontal de la obra,
sino circular.
''De esa forma, quien la observa deja de ser un ente pasivo
al tener que desplazarse. Esto fue muy común en los años
60, cuando los artistas buscaban que sus obras se sostuvieran por sí
mismas llevándolas fuera de los muros, al espacio. Eso las transforma
de representaciones en objetos y exige un aspecto físico, una experiencia
sensorial, casi táctil."
El objetivo de esta primera muestra dedicada a Mira Schendel,
según Kautz, es subrayar que, no obstante la austeridad de motivos
visuales y método de trabajo, se trata de una creadora de gran riqueza
estética y conceptual, a partir de la forma en que articuló
y agotó las posibilidades de esos motivos.
Durante un recorrido por la exposición -la cual
permanecerá abierta al público hasta el 30 de mayo e inclusive
en la Semana Santa- puede apreciarse la continuidad del trabajo de la artista
en relación con las imágenes y formas utilizadas, no obstante
la amplia gama de variaciones técnicas, soportes y géneros
que empleó.
Es decir, cómo un mismo trazo, una misma figura,
un mismo símbolo, un mismo texto o un mismo juego de líneas
están presentes en las diversas series que Schendel realizó
en épocas diferentes, así se trate de grabado, dibujo, escultura
o de lo que hoy se conoce como instalación.
Constelación de signos
La propuesta curatorial y museográfica de Willy
Kautz está enfocada precisamente a subrayar ese aspecto de continuidad,
al ofrecer un recorrido en el que se entremezclan piezas de diferentes
series y épocas, pero con rasgos similares o idénticos que
permiten advertir puntos de encuentro y constantes en la obra de la creadora.
La conjunción de las series que integran esta muestra,
explica el curador, subrayan la constante espacio-tiempo en la investigación
artística de Schendel, y proporcionan una constelación de
signos gráficos cuya resonancia envuelve al espectador.
Un poco con la ayuda de la imaginación es como
encontrarse frente un acertijo cuyas respuestas llevan a otras y a otras,
así sucesivamente hasta que al finalizar el laberíntico recorrido
el espectador sale con una idea más clara, no sólo de la
obra y de la propuesta de dicha creadora y del arte modernista tardío
del Brasil, sino de lo que son los orígenes de varios de los modelos
del arte contemporáneo.
Continuum amorfo es parte de la revisión
que el museo Tamayo (avenida Paseo de la Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec)
ha emprendido del modernismo tardío y el arte contemporáneo
de América Latina.
Al respecto, de 2002 a la fecha se han organizado diversas
exposiciones, cuyo cometido ha sido estudiar las vanguardias artísticas
de países como Argentina, Uruguay y Brasil.
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