Gustavo Leal F. *

ƑOportunidadesbrillantes?

Durante la firma del decreto de la Ley de Desarrollo Social, Vicente Fox afirmó que una "sociedad vibrante requiere que todos los sectores de la población tengan acceso a más y mejores oportunidades de crecimiento". ƑLas han tenido en su "gobierno"?

Los reportajes sobre desigualdad y pobreza en zonas olvidadas de México, publicados por La Jornada en enero, muestran que en esa sociedad "vibrante" del foxismo sucede lo contrario, particularmente en materia de salud. El rostro rural -predominantemente indígena- de Oaxaca, Guerrero y San Luis Potosí puede ser todo, menos "vibrante".

Desde al municipio mixteco de Coicoyán de las Flores, Oaxaca, "país de las nubes", como tildó a la región Fernando Benítez -donde 80 por ciento de los 5 mil habitantes son analfabetos-, Claudia Herrera Beltrán consigna que se concentra el "índice más alto de niños muertos por males prevenibles". En la comunidad, que tiene fama de bronca, el desarrollo humano está más deteriorado que hace un siglo: el único médico, José García, también responsable del centro de salud IMSS-Solidaridad -que continuamente atiende a personas malheridas-, afirma que "aquí nada se resuelve platicando y menos cuando el consumo de alcohol es tan elevado".

De los muros de algunas casas cuelgan vistosos letreros alusivos a las campañas de salud: "hierve el agua", "vacuna a tus hijos", "usa el condón", mensajes ilegibles, utópicos e imposibles de seguir para la mayoría iletrada de Coicoyán. Los infantes siguen muriendo de males respiratorios, estomacales y desnutrición, mientras las mujeres padecen infecciones sexuales y los hombres enfrentan problemas articulares a causa de los trabajos pesados y las riñas.

Lo malo, sostiene el doctor García, es que las condiciones no son "idóneas para atender ni las enfermedades caras ni las baratas", porque sencillamente no hay medicamentos. Además, la planificación familiar es una rareza: en 30 años sólo se ha practicado una vasectomía.

Desde al municipio guerrerense de Metlatonoc -24 mil habitantes-, Alfonso Urrutia y Jesús Saavedra se percataron de que "enfermarse puede ser mortal ante la escasa ayuda médica".

En el pueblo mixteco de Cochoapa (donde la mitad de las casas carecen de agua potable, luz eléctrica y drenaje) las mujeres hablan con precisión: "si no hay más alcohol, no habrá más palizas". Hasta ahora, no hay derecho más que a enfermarse de gripes y diarreas. Los pocos médicos que hay carecen de lo más indispensable para atender la complejidad de los padecimientos. Por ello, la población gasta dinerales en mandar traer receros que elevan plegarias para atenuar su dolor. El hospital más cercano está a ocho horas, en Tlapa. Intentar llegar ahí en ambulancia cuesta 4 mil pesos: šno hay quien los pague!

En Tierra Blanquita, Guerrero, comunidad de migrantes, la desnutrición cunde. Pero en el pueblo aledaño de San Rafael, hasta el recero Aurelio, de avanzada edad, se confiesa harto de esos complicados rituales de echar cartas, purificar las hojas de flor de borracho con aguardiente, echarse un trago del mismo para escupirlo sobre el alma en pena que tiene algún padecimiento y concluir ofrendando la sangre del animal sacrificado para ahuyentar sus males. Además, ya tiene competidores: a la distancia se aprecia la comunidad de San Miguel Viejo, famoso en la región por ser la cuna de los socorridos brujos de la Montaña.

Y desde Santa María Acapulco, San Luis Potosí, otra comunidad de migrantes, Renato Dávalos apreció que los indígenas pames reciben pastillas que no los curan. Entonces recurren, infructuosamente, a los curanderos que les cobran hasta 200 pesos, pero no los alivian de las enfermedades naturales que se derivan de los vientos, lluvias, picaduras y las sobrenaturales. Sin embargo, es lo único que tienen. Santa María cuenta con una ambulancia, pero "hay que pagar la gasolina".

Algunos padres arrebatan a sus hijos los 325 pesos del programa Oportunidades para comprar cervezas y los niños acuden a la escuela con sarna. Pero una de las veredas que conduce al pueblo ya fue bautizada como "Vicente Fox". A otro tramo lo llaman "Luis Donaldo Colosio". El analfabetismo alcanza 43 por ciento y 81 por ciento de los adultos no acabó la primaria.

Pero a pesar de este cuadro "vibrante", la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, estima que al percibir los apoyos gubernamentales como ayuda, los ciudadanos se "colocan en el terreno de un súbdito más que como una ciudadanía libre y corresponsable".

Por ello, al firmar el decreto de la ley, Fox afirmó que "todas, absolutamente todas las iniciativas y actos de gobierno apuntan hacia el bienestar de las personas y la seguridad de cada uno de los habitantes del país". šCiertamente "vibrante"!

* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco