México D.F. Jueves 1 de abril de 2004
Familiares y amigos, reunidos por la comunidad
libanesa, rindieron homenaje al actor
Mauricio Garcés creó prototipo aún
vigente de galán mexicano
En la vida real era tan divertido como cuando actuaba,
expresó su hermano Edmundo En el cine trabajó con Pedro
Armendáriz y María Félix, entre otros Don Juan
67 le dio proyección continental
ARTURO CRUZ BARCENAS
Mauricio Garcés es el prototipo del galán
mexicano, simpático y cándido, lo cual se mantiene a pesar
de que rostros telenoveleros o cinematográficos van y vienen, afirmaron
los asistentes al homenaje al actor llamado El Zorro Plateado (por
sus sienes canas) a 15 años de su fallecimiento, en el cual fue
develada una caricatura alusiva realizada por Luis Carreño, en un
restaurante del Polyforum Cultural Sequeiros.
Todos
los participantes recordaron alguna anécdota que los liga con el
divertido ser de labios prominentes y ralo bigote. Las risas se escuchaban
por varios puntos del lugar. El acto fue realizado el pasado lunes por
la comunidad libanesa radicada en México, puesto que Mauricio era
tampiqueño de origen libanés.
Su nombre verdadero era Mauricio Feres Yazbek; nació
el 16 de diciembre de 1926. Su familia lo llevó al Distrito Federal
a la edad de siete años, para mejorar su situación económica.
Deseaba terminar sus estudios de ciencias químicas, pero los truncó
para dedicarse a trabajar. Fue cobrador en una empresa de muebles y redactor
en un diario capitalino; más tarde incursionó en la radio,
primero en la XEQ y luego en la XEW. En 1950 debutó con un pequeño
papel de médico en la película La muerte enamorada,
estelarizada por Miroslava y Fernando Fernández, y producida por
su tío José Yazbek. Siguió El señor gobernador,
en la que compartió créditos con Luis Aguilar y Rita Macedo.
En dos años hizo cuatro películas, todas dirigidas por Ernesto
Cortázar. Ninguna fue importante.
Trabajó en la telenovela Gutierritos, basada
en la vida de un esposo humillado por su mujer, sus jefes y compañeros
de oficina, pero de buenos sentimientos. Actuó en el programa Cita
Ponds, con el comediante Chucho Salinas. Regresó al cine en
Cómicos de la legua, que lo definió como comediante;
luego en Cuando ¡viva Villa! Es la muerte, con Pedro Armendáriz;
Mientras el cuerpo aguante; El joven del carrito, y La estrella
vacía, con María Félix.
No obstante, comenzó a destacar hasta 1959, cuando
el actor y productor Abel Salazar le ofreció un coestelar en la
trilogía Los hermanos diablo, El renegado blanco y
Venganza. Después alternó el cine con la televisión
en programas de variedades y series de comedia. Filmó otra decena
de cintas, y en 1966 cambió su vida cuando Angélica Ortiz
produjo Sólo para ti, con Angélica María. Ortiz
lo contrató para la película Don Juan 67, comedia
que le dio poder y proyección continental, con el personaje equilibrado
de caballero enamoradizo, seductor, bien vestido, elegante y que no estaba
destinado a convivir con una sola mujer.
El personaje de Mauricio era incasable (lo cual coincidió
con su vida, pues murió soltero) e infiel. Sus películas
eran éxito y desplazaban a las de astros como Rock Hudson, Cary
Grant, Gregory Peck y Peter Sellers, ambientadas en Roma o Nueva York.
Los mexicanos preferían ver al Mauricio galán, pelo en pecho
en sus aventuras en Acapulco o en pleno Distrito Federal.
Un hombre divertido
Su hermano Edmundo lo recordó como "divertido;
su vida era igual a como actuaba. Para mí no era galán, sino
un buen actor cómico diferente. Sus frases famosas le salieron espontáneas.
El era él, auténtico, nada estudiado. Yo le hacía
sus fotos y su fama no me ayudó a tener relaciones con las mujeres.
No se ve hoy a ningún candidato capaz de sustituirlo".
Luciendo un bigote parecido al de su tío, Jorge
Feres expresó: "A mí me gustan sus películas Modisto
de señoras, Fray don Juan y El sátiro. Es único
e hizo época, por ser un galán ridiculizado, pero simpático.
No tenía ratos de neurosis y siempre contaba chistes. Si no se casó
fue porque no tenía necesidad de ello, con tantas mujeres a su alrededor".
Silvia Pinal, con quien filmó, entre otras, 24
horas de placer, develó la caricatura. En entrevista, dijo:
"Cuando lo conocí no era el galán que México esperaba,
nada de eso del ¡arrooooz! ni del ¡las traigo muertas! Fue
en el 58 o 59. Lo conocí en los televiteatros. Fuimos amigos de
toda la vida, de jovencitos, en el teatro, televisión, el cabaret,
trabajamos en todos los géneros imaginables. Recuerdo con admiración,
a ese galán cómico.
"Sí era galán, inclusive cuando la hizo
de villano en Gutierritos. Lo protegí y me protegió.
Me daba piña, postre, carne."
"Dicen que no quiso dejar sola a su mamá"
Alejandro Kuri, presidente de la Unión Maronita
de México, que representa a la mayoría de libaneses radicados
en este país, expuso que en la República Mexicana viven unos
350 mil de sus paisanos. Muchos se dedican al comercio. "Mauricio pertenece
a la primera generación. Para nosotros es motivo de orgullo. Creó
un prototipo de galán que a la fecha sigue vigente. Dicen que no
se casó porque no quiso dejar sola a su mamá. En Tampico
hay muchos libaneses. La frase que me gusta de él es: 'les traigo
una excelente noticia: ya llegué'".
Víctor Grayeb y Juan El Gallo Calderón
recordaron a su amigo. Luis Carreño señaló que tomó
elementos característicos del homenajeado. En la caricatura aparece
Mauricio rodeado de mujeres y su copete elevado por un girón de
viento imaginario, pelo en pecho.
Carreño pretende crear un "icono de la caricatura
del medio del espectáculo. Tomo en cuenta la trayectoria del personaje
y su propia persona. Garcés destaca porque tiene muchos elementos
a destacar. Mis obras pretenden dejar testimonio del mundo de la farándula.
Hay colegas que ahí la llevan, como Altamirano y Manjarrez, jóvenes".
La noche se alargó en el restaurante Siqueiros,
entre anécdotas del galán cómico Mauricio Garcés
y la repetición de sus frases: ¡arrooooooz! y ¡las traigo
muertas!
Garcés falleció a los 63 años, la
madrugada del 27 de febrero de 1989.
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