México D.F. Jueves 1 de abril de 2004
Jorge Juanes escribió Hölderlin y la sabiduría poética, obra publicada por Itaca
Por una modernidad basada en la cultura del arte
ARTURO JIMENEZ
Una modernidad desconocida y fundada en la cultura del arte, diferente a la más conocida, dominante e institucional, es la que aborda el filósofo Jorge Juanes en su libro Hölderlin y la sabiduría poética (La otra modernidad).
Juanes marca distancia de la interpretación nacionalsocialista de Hölderlin hecha por Heidegger y, basado en el examen de la categoría de lo sublime en Longino, Hegel, Burke, Kant y Schelling, entre otros, llega a planteamientos esenciales.
Uno de ellos relacionado con el ''dejar ser a lo que es, escuchar, acoger, agradecer y restaurar el arraigo del hombre en la tierra".
Este volumen, editado por Itaca, fue presentado ayer por Bolívar Echeverría, Manuel Lavaniegos y el propio autor, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Hölderlin (1770-1843), amigo de Hegel, Schelling, Goethe, Schiller y otros, y autor de Hyperion, su obra más celebrada, es considerado por algunos el poeta más grande del siglo XIX.
Aclara Juanes: ''Aquí no se encontrará la discusión actual o de moda. No es la discusión que imponen los sistemas del saber institucionales, la cual no nos puede llevar a una reflexión sobre la modernidad.
''Somos modernos y seguimos pensando que podemos generar, todavía, una figura de la emancipación en los fundamentos, en el arraigo y en la razón política."
"šTodo tiene que rejuvenecer!"
Para Juanes, Hölderlin y la sabiduría poética (La otra modernidad) es un libro ''amplio, complejo y lleno de derivaciones y sugerencias", que lo desborda a él mismo y en el que observa que ha desatado muchísimas cosas que ''darán para más", aunque tiene un hilo conductor.
Un epígrafe con una cita de Hölderlin aparecido en el primer capítulo aporta más luces sobre las intenciones de Juanes:
''Nuestro siglo es para mí un azote (...) Los bárbaros que nos rodean destrozan nuestras mejores fuerzas antes de que puedan aspirar a un hacer creativo, y la contemplación continua y profunda de este destino es lo único que puede salvarnos de por lo menos no perecer de modo indigno. šQue cambie todo desde sus fundamentos! šTodo tiene que rejuvenecer!"
Juanes dijo que durante el siglo XIX, tras la Revolución Francesa, que cristaliza el advenimiento de una nueva era, primero de esperanza y luego de opresión, se observan muchos artistas ''fracturados", pues la guerra se convierte en un fundamentalismo.
Esos creadores, continúa el filósofo, asumen su vida como un absoluto, su existencialidad singular, solitaria, ''la cual acaba derrumbándose".
Ellos, agregó, rechazan asumir el peso del mundo, rompen los límites instrumentales de la vida cotidiana y acaban sucumbiendo al encontrar el abismo.
''El fuego del cielo me devora, el fuego del cielo me está carcomiendo", citó Juanes del poeta alemán.
El arribo de Hölderlin a la ''experiencia de la soledad", luego de las vivencias de maestro, amigo, amante y de práctica política, significó un pensamiento radical y ver la importancia de la figura de la emancipación.
De ahí, dijo, el planteamiento de releer Grecia, el cristianismo y Occidente. ''Ese es el problema que empiezo a plantear en el libro. Y en otros volúmenes trataré de formular eso hasta sus últimas consecuencias", concluyó Juanes.
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