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México D.F. Jueves 1 de abril de 2004
Mensaje de Yuriko Durán, becaria de 11
años, a Andrés Manuel López Obrador
"Nunca nadie nos había ayudado como tú"
El jefe de Gobierno entregó 195 apoyos económicos
a hijos de madres solteras
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
El
jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López
Obrador, entregó ayer 195 becas para hijos de madres solteras, con
el propósito de garantizar el derecho a la educación de los
menores mediante un apoyo mensual de 688 pesos para la adquisición
de útiles escolares, uniformes y alimentos.
En el acto, realizado en el Museo de la Ciudad de México,
Yuriko Durán Ramírez, de 11 años de edad, con su discurso
hizo titubear al mandatario capitalino al mencionar a su esposa, Rocío
Beltrán, fallecida hace un año.
La menor, con voz nerviosa y entrecortada por sollozos
durante toda su exposición, dijo: "nunca nadie nos había
ayudado como tú, y espero que nunca nos hagas falta, porque creo
que eres el mejor gobernador del país y estoy segura que tu pareja
desde el cielo te está mandando muchas fuerzas para que sigas adelante".
López Obrador, sentado con el cuerpo echado hacia
delante y las manos entrelazadas sobre las piernas, se removió en
ese momento sobre la silla, se apoyó en el respaldo, miró
hacia arriba y tragó saliva, para volver otra vez a la posición
anterior; aguardó a que Yuriko terminara, se levantó, caminó
hacia ella, la abrazó y la besó dos veces en la mejilla izquierda.
Aún sin reponersede la emoción, el jefe
de Gobierno se dio tiempo manipulando un pequeño objeto que la niña
le obsequió junto con su discurso escrito y unas carpetas, antes
de dirigirse al micrófono a dar su mensaje, que inició como
si estuviera en un salón de clases: "como dicen en la escuela: ¡Buenos
días, niñas y niños!".
Yuriko, quien dijo que quiere ser doctora, vive en el
pueblo de Santiago Acahualtepec, Iztapalapa, con su abuela Ana Ramírez
Mejía, de 68 años de edad, quien la sostiene tejiendo carpetas
para venderlas y lavando y planchando ajeno.
López Obrador dijo a los beneficiarios que no tenían
nada que agradecer, puesto que las becas no son una dádiva, sino
un derecho. "Nosotros somos simplemente administradores de los dineros
del pueblo y un buen administrador, un buen gobernante, lo que hace es
distribuir bien, que alcance para todos y dé preferencia a los más
humildes, a los más pobres, y que el dinero no vaya a parar a manos
de los banqueros".
Eso, advirtió, es lo que molesta a sus adversarios,
los de la política tradicional, donde los intereses que menos cuentan
son los del pueblo; "ahora queremos que sea al revés", por eso "estamos
aquí, porque estamos defendiendo un proyecto de nación".
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