México D.F. Jueves 1 de abril de 2004
Se busca abordar de manera ''frontal'' la pintura
de la creadora avecindada en México
Abren en el MAM la primera retrospectiva de Joy Laville
Incluye más de 90 obras entre óleos, grabados
y esculturas De manera muy arriesgada, juega con los espacios grandes
y largos, subraya el curador Santiago Espinosa de los Monteros
MERRY MAC MASTERS
Abordar de manera ''frontal" la pintura de Joy Laville
(Isla de Wright, Gran Bretaña, 1923), es el propósito de
la primera retrospectiva de la artista avecindada en México desde
1956.
Integrada
por más de 90 obras, entre pintura, grabado y escultura, se inaugura
hoy a las 20 horas en el Museo de Arte Moderno (MAM), señaló
el curador de la muestra, Santiago Espinosa de los Monteros.
No obstante que Laville ha expuesto en espacios relevantes
-el Museo del Palacio de Bellas Artes acogió su obra en 1985-, más
bien se le ha abordado como ''el gran personaje que es, como la persona
que, además, ha estado en lugares clave, en momentos clave, con
la gente clave", aseguró Espinosa de los Monteros.
Además, gran parte de las aproximaciones hechas
sobre el trabajo de Laville han sido desde la literatura, ya que fue pareja
del escritor Jorge Ibargüengotia, continuó el investigador.
Entonces, siempre estuvo en un medio en el cual escritores
notables, ''como Octavio Paz y Salvador Elizondo, fueron los que se acercaron
a su obra".
Intimidad plástica
Joy Laville llegó a México desde Canadá,
donde vivía casada con un señor ''con quien se aburría
mucho, porque trabajaba en un aserradero".
Con su hijo Trevor, se fue directo a San Miguel de Allende,
porque ''sabía que allí había muchos estadunidenses".
Se inscribió en el Instituto Allende para tomar clases de pintura.
Al poco tiempo conoció a Roger von Gunten; de éste, en algunos
momentos, ''la obra de Laville acusa la gramática" que el pintor
de origen suizo expresa en su pintura actual.
Para el curador, sin embargo, Laville es una pintora ''difícil
de clasificar" y poseedora de una obra ''autónoma".
La llegada de la joven a San Miguel de Allende coincidió
con la presencia de David Alfaro Siqueiros, quien realizaba algunas obras
allí. Aunque lo conoció, Laville se libró de su influencia.
El curador señaló: ''Desde temprana edad productiva, Joy
tuvo un perfil claro y una manera personalizada de aproximarse al hecho
plástico.
''Muchas de las estructuras de los esqueletos de sus cuadros
muy tempranos son la base de lo que ha hecho ahora.
''Vemos que este trabajo a la luz de muchos años
de producción es una obra depurada, engañosamente sencilla,
engañosamente decorativa. Pero es más que eso. Hay atrás
toda una historia de vida. Es así como Joy se enfrenta a su cotidianidad.
Hay pistas para mirar su pintura a partir de una intimidad plástica."
De acuerdo con el especialistar, ''uno de los grandes
aportes de Laville es cómo arma sus piezas. Esos espacios tan largos,
tan grandes, en los que ella juega de manera muy arriesgada. Es muy fácil
que un cuadro suyo caiga si está mal hecho.
''Sus pinturas finalmente son cuadros aplomados en su
lugar, donde todo su código visual es identificable."
El catálogo de Joy Laville. Retrospectiva
incluye textos de Alberto Blanco y Espinosa de los Monteros. A partir del
12 de mayo se desarrollará un ciclo de conferencias, cuyo donativo
es de mil pesos. Participarán Raquel Tibol, Miriam Kaiser y Silvia
Cherem.
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