Confederación de trabajadores peruanos aplaude la decisión de Brasil y Argentina

Plantean frente de AL para negociar deuda ante los organismos financieros

Indígenas exigen al BID hacer una auditoría socioambiental al proyecto gasífero en Camisea

DPA, AFP Y REUTERS

Lima, 31 de marzo. La Confederación General de Trabajadores (CGTP) de Perú planteó hoy crear un frente común latinoamericano para negociar la deuda externa con los organismos financieros multilaterales y los países desarrollados. El secretario general de la principal central sindical peruana, José Gorriti, dijo que "vemos de muy buena manera el acuerdo que han tomado Argentina y Brasil de plantear alternativas y salidas al tema de la deuda externa en conjunto".

De acuerdo con cifras oficiales, Brasil tiene una deuda externa que supera los 214 mil millones de dólares y Argentina adeuda más de 150 mil millones, cifra que se eleva a 800 mil millones de dólares si se considera a todos los países latinoamericanos. "Pasó la tormenta, pasó la recesión" para América Latina y el Caribe.

Organizaciones de pueblos indígenas del Perú, junto a instituciones ambientalistas del extranjero, demandaron hoy al BID realizar una auditoría socio-ambiental independiente sobre el megaproyecto gasífero de Camisea, antes de desembolsar el crédito comprometido.

Roger Rivas, presidente de la Comisión Machiguenga del Río Urbamba -federación indígena del área de influencia de Camisea- mencionó los serios problemas de destrucción ambiental, como deslizamientos masivos de tierra, destrucción de ríos y quebradas, desaparición de peces y animales y la propagación de epidemias que afectan a pobladores de la reserva Nahua Kugapakori.

"Estamos saliendo del receso y empezamos a crecer nuevamente", dijo el presidente del banco, Enrique Iglesias, durante la clausura, misma que terminó entre peticiones para que el organismo aumente el financiamiento al sector privado, a los grandes proyectos de infraestructura y busque ser más eficaz.

México firmó la Carta de Lima, signada por nueve países sudamericanos, en la que se piden nuevas formas de analizar el gasto público para promover la infraestructura, algo que permitiría a los países aumentar sus gastos en caminos, puentes e inclusive en las empresas estatales.

Brasil y Argentina acordaron hace dos semanas negociar en forma conjunta algunos aspectos y parámetros de la deuda externa que tienen con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Gorriti dijo que un frente latinoamericano tendría mayor "peso" ante los organismos multilaterales y los países industrializados, ya que la deuda externa frena el desarrollo de los pueblos.

Sostuvo que en la instancia también debería estar incluida Cuba, país que fue excluido de la Organización de Estados Americanos (OEA) por presión de Estados Unidos, situación que se repetirá con el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

El dirigente de la mayor central sindical del país sudamericano dijo que el ALCA, mecanismo que impulsa con fuerza el gobierno estadunidense, "es un proyecto nefasto para nuestros países".

"Significa (el ALCA) mayor colonización, mayor dominio de la economía de nuestros países", precisó tras plantear que los países de la región deberían negociar en bloque acuerdos comerciales con Estados Unidos, Europa y Asia.

El comercio intrarregional, por otra parte, se redujo en América Latina en los últimos años, debido a que Estados Unidos promueve acuerdos comerciales bilaterales en la región, sostuvo la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

El secretario ejecutivo de la Cepal, José Luis Machinea, dijo durante la 45 asamblea anual de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), clausurada este miércoles, que "la región comercia cada vez más con el norte y cada vez menos en la región".

El sindicalista también criticó al gobierno del presidente peruano Alejandro Toledo por demostrar que Perú es un "buen pagador" de la deuda externa, "pero paga con el dinero de los pueblos y con la pobreza del país. Eso queremos que cambie".

La deuda externa peruana suma unos 30 mil millones de dólares y se estima que sólo en los últimos tres años se incrementó en tres mil 800 millones de dólares.

El BID confirmó su proyección de que la economía de la región crecerá un 4 por ciento en el 2004, la mejor tasa en un lustro, pero en medio de un descontento social que se manifestó en violentas rebeliones en los últimos seis meses que acabaron con las presidencias de Haití y Bolivia. Pero Iglesias dijo que si bien era una noticia que causaba optimismo, ya que se producía después de un quinquenio de depresión, era necesario encararla con cautela.