Múltiples anomalías migratorias

El 6 de octubre de 1975, acompañado de su madre, Mercedes Kurtz Salvatierra, y de su hermano Pablo, Carlos Ahumada Kurtz llegó a México procedente de Argentina con una visa de turista válida por 180 días. Cuatro años más tarde, a pesar de que su presencia en México totalmente ilegal, el empresario obtuvo un certificado de nacimiento que lo acreditó como mexicano nacido en Saltillo, Cohauila. También sus padres resultaron mexicanos, al igual que sus abuelos paternos y maternos.

Según una acuciosa investigación publicada en el número 1429 de la revista Proceso, al cumplir 18 años Ahumada obtuvo, el 31 de agosto de 1982, su cartilla militar con registro B-2403280. Tres meses después tramitó su primer pasaporte mexicano, declarándose mexicano e hijo de mexicanos. Con esa documentación apócrifa se le concedió un nuevo pasaporte el 23 de marzo de 1984 con el número 11842.

Pero en 1990, en el contexto del escándalo que llevó a su hermano Roberto a la cárcel por defraudación -pleito en el que Carlos Ahumada tuvo una activa participación- el constructor se identificó ante las autoridades con pasaporte argentino número 9664329. Presentó una visa mexicana por 180 días con número 1270. Pero esos papeles correspondían a los que presentó en 1975, al ingresar por primera vez en México.

Meses después, siempre en 1990, se presentó en Gobernación con una visa falsa vigente por 30 días, con número 3436291, y logró una ampliación por otros 30 días.

Todo se enderezó, en términos legales, el 29 de enero de 1991, cuando le concedieron la naturalización. Un año después tramitó una nueva cartilla militar con número B-9617276.

En octubre de 1992 el Instituto Nacional de Migración detectó que en sus archivos no había antecedentes de la forma migratoria 177436 que Ahumada acreditó para obtener su carta de naturalización. Se le abrió una averiguación previa (2175-FESPLE-93), pero Gobernación, entonces a cargo de Patrocinio González Garrido, dejó morir el asunto.

DE LA REDACCION