México D.F. Martes 23 de marzo de 2004
Denuncia Jaime Humberto Hermosillo alteraciones
a su cinta El misterio de los almendros
Rinden homenaje a Ana Ofelia Murguía en Guadalajara
Un premio o un reconocimiento hacen sentir que vale
la pena entregarse al trabajo Estrenarán el documental sobre Luis
Donaldo Colosio Murrieta, de Adolfo K. Franco, al margen de la muestra
ERICKA MONTAÑO GARFIAS ENVIADA
Guadalajara, Jal., 22 de marzo. "No soy actriz
para que me den premios o para ser reconocida o para que me pidan autógrafos;
soy actriz porque me fascina mi carrera. Me encanta estar en un tablado
o frente a la cámara, y lo que sí he tratado es de hacer
mi trabajo lo mejor que puedo", expresa la mexicana Ana Ofelia Murguía,
quien este lunes, en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, recibió
un homenaje por su trayectoria en el contexto de la Muestra de Cine Mexicano
e Iberoamericano que se realiza en esta ciudad.
Un
día antes de la ceremonia la actriz habló de su carrera.
"He hecho muchas películas, pero la inmensa mayoría son intervenciones
muy pequeñas. Eso no me desalienta porque amo mi trabajo y porque
cada personaje es un reto y un disfrute. Es un juego.
"Lo que sí me da coraje es no haber llegado al
cine más joven para hacer más papeles, mayores, pero no en
parlamentos o presencia, sino personajes de más envergadura, de
dónde sacar más, porque he hecho papeles que me parecen muy
interesantes, pero me quedo picada porque no los empiezo cuando ya los
tengo que terminar."
Egresada de la Escuela de Arte Teatral de Bellas Artes
y alumna del director japonés Seki Sano, Ana Ofelia actuó
por primera vez en cine en la película cubana Tránsito,
de Eduardo Manet. Entre sus trabajos se encuentran Los motivos de Luz,
Las poquianchis, El apando, Maten al león y
Cadena perpetua. A ello agrega teatro y televisión.
Lo primero que hizo en cine fue en Cuba, recuerda, "un
papel chiquitito. Me fascinó, me quedé picada. Me encantó
hacer cine, no pensé que iba a hacerlo en mi país, que era
de estrellotas. De pronto me llamaron Alfonso Arau, al que conocí
en Cuba; Pepe Estrada, que ya había conocido en teatro y en Radio
Universidad, y de ahí me empezaron a ver y a llamar otros directores".
Del teatro al cine lo que cambia, dice, es la expresión:
"Los principios de la actuación son los mismos, lo que cambia es
la expresión; en teatro generalmente se tiene que gesticular más,
sobre todo si es un teatro más o menos grande, y en cine la cámara,
como es tan fiel, te adivina el pensamiento, tiene que ser casi una actuación
interior, que llamamos nosotros. Esa es una de las cosas que me gustan
mucho porque si traes algo dentro, si estás concentrado y tratando
de estar en el personaje, en la situación, la cámara lo agarra".
Lamenta, por ejemplo, que no haya papeles para mujeres
maduras o que las oportunidades las den a quienes sólo buscan el
reconocimiento, el crédito, el dinero, pero en esto "un premio o
un reconocimiento es un estímulo y hace que sientas que valió
la pena poner todo de tu parte por hacer lo mejor posible un trabajo, por
tener seriedad en tu trabajo, por entregarte a él".
Conserva la esencia
Por otra parte, el director mexicano Jaime Humberto Hermosillo
denunció la alteración de su película El misterio
de los almendros por el productor Ramón Barba Loza.
El misterio de los almendros, uno de los más
recientes trabajos del realizador, está filmada en formato digital
y compite en la sección oficial mexicana de la Muestra de Guadalajara.
En este encuentro Hermosillo participa con otras dos cintas, pero fuera
de competencia: El edén y El malogrado amor de Sebastián.
De acuerdo con el director de La tarea y Exxxorcismos,
el productor de El misterio de los almendros alteró el orden
de las escenas, aunque la cinta conserva su esencia.
"Fue alterada a nuestras espaldas, no falta nada, pero
se cambiaron algunas escenas" y para hacerlo "tendrían que haber
pedido mi colaboración."
Hermosillo descartó la posibilidad de entablar
una demanda legal, calificó la situación de atentado a la
creación y subrayó: "Jamás le habían metido
tijera a un trabajo mío".
Hermosillo es uno de los principales defensores de la
producción digital, por los bajos costos que representa, que le
han permitido filmar varias películas por año.
El misterio de los almendros es una cinta de tinte
policiaco que no se concreta en la pantalla, sobre unos amigos que deben
hacerse pasar por una pareja gay para solucionar varios crímenes.
Testimonios en torno de la vida de un príista
Con motivo del décimo aniversario del asesinato
del candidato priísta a la presidencia Luis Donaldo Colosio, el
director Adolfo K. Franco realizó un documental que se estrena este
martes al margen de la muestra tapatía de cine.
Explica que no es una coincidencia que el filme esté
listo para este aniversario. "Es un homenaje, son testimonios sobre la
vida de Luis Donaldo", y para ello se realizaron entrevistas con personajes
cercanos al político, entre ellos su hijo, Luis Donaldo Colosio
Riojas; Rafael Medina, autor además de un libro de Colosio, y compañeros
de estudio, entre otros.
Diana Laura, la esposa del priísta ya fallecida,
"sale sólo en una imagen de la familia, casi no hablé de
ella porque es otra tragedia paralela".
Franco subraya que su intención no fue politizar,
"casi no se habla de su muerte, porque ese tema ya está saturado.
Se trata de profundizar en la persona, el lado humano y no la tragedia,
porque ésta vendería, pero no deja nada. Si pasas una hora
de tu vida viendo averiguaciones, preguntando quién lo mató,
no te hace mejor persona. La idea de mi documental es que el público
esté más orgulloso de su país".
La familia de Colosio, agrega, demandó que se apegara
a la verdad porque este material es como la versión oficial de la
familia.
La producción, a cargo de Plebe Films, ocupó
un año y se filmó en Magdalena de Quino, ciudad de México,
Monterrey y Hermosillo. A la par de su proyección en la plaza tapatía
José Rolón, se estrenará en la Cineteca de Nuevo León
y en el ITSM campus Monterrey.
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