México D.F. Martes 23 de marzo de 2004
A pesar de su vitalidad, no se excluyen nuevos proyectos, afirman académicos
Cumple CU 50 años de ser el principal polo de educación superior de México
Responde a los anhelos de progreso y bienestar de la sociedad, afirma maestra fundadora
KARINA AVILES
Al cumplirse 50 años del inicio de cursos en Ciudad Universitaria (CU), académicos de distintas áreas del pensamiento consideran que el recinto del Pedregal representa el crecimiento y la mejora académica, significa la libre reunión y el enriquecimiento de la comunidad de la UNAM, institución popular que a lo largo de las últimas décadas ha logrado posicionarse como una de las mejores del mundo.
Los profesores universitarios recordaron el 22 de marzo de 1954, fecha que, destacan, representa uno de los "hechos más trascendentes en la historia cultural de nuestro país" porque se abrió la posibilidad, de que en un nuevo recinto de las dimensiones de CU, miles de estudiantes pudieran acceder a la educación superior pública.
La profesora emérita de la Facultad de Derecho, Aurora Arnáiz Amigo, manifiesta que a cinco décadas del inicio de clases en CU, la máxima casa de estudios es popular y responde a los anhelos de progreso y bienestar de la sociedad mexicana.
Para la fundadora del Archivo Histórico de la Universidad, Dora Rodríguez de Pinzón, la universidad retomó, en los últimos años, su carácter "propiamente universal". Es decir, añadió, fue más allá de la simple reunión de las escuelas y facultades que antes se encontraban dispersas en el Centro Histórico, para estimular la libre reunión de estudiantes, profesores e investigadores de diferentes áreas, y con ello, el enriquecimiento común.
El tesorero de la UNAM, José Manuel Covarrubias, señala que la edificación de CU representó la integración de la institución y la posibilidad de desarrollar con plenitud la investigación científica del país.
Los inicios
La construcción de CU, una de las obras monumentales del México contemporáneo, inició en 1950. La universidad establece que en la labor participó un ejército de 10 mil obreros, cien compañías contratistas y 150 arquitectos, ingenieros y asesores, quienes trabajaron en la cimentación de esta ciudad educativa.
Finalmente, el 22 de marzo de 1954, CU empezó a cobrar vida. José Manuel Covarrubias rememora que el primer día de cursos impartió la clase de métodos generales de dibujo y geometría descriptiva a las siete de la mañana.
Los recuerdos de cómo era entonces CU están guardados en la memoria de muchos. Aurora Arnáiz cuenta que en 1954 "sólo éramos dos maestras quienes impartíamos cátedra: Martha Chávez Padrón, del seminario de derecho agrario y yo, adscrita al seminario de teoría general del Estado". En aquel año, el número de alumnos en su salón llegaba apenas a cinco.
En aquellos tiempos, CU se veía como un paisaje solitario. En sus inicios, dice Aurora Arnáiz, "era un inmenso páramo". Avanzaron los días, los meses, se multiplicaron los años y, junto con ellos, los habitantes de esta ciudad. Los universitarios dejaron de escuchar, como lo hacían en la primera época, las campanas de la iglesia del pequeño pueblo de Copilco, detalla la universitaria.
La creación de CU -cuyo costo estimado en aquellos años fue de 150 millones de pesos- tiene un significado especial para la sociedad mexicana: ser la sede del proyecto cultural más importante de la nación. No obstante, reconoce José Manuel Covarrubias, esto no excluye nuevos planteamientos y retos.
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