México D.F. Martes 23 de marzo de 2004
Ofrece el subprocurador Salomón Baltazar
revisar el caso
Cierran vía en protesta por decisión
del MP
Liberó a conductor ebrio que arrolló a
un niño de 7 años
SUSANA GONZALEZ G.
Eduardo
tiene apenas siete años, pero ayer declararon su muerte cerebral.
Fue atropellado el miércoles de la semana pasada cuando se dirigía
a una tienda de San Andrés Totoltepec, delegación Tlalpan,
por un automovilista que conducía un Honda Civic blanco que invadió
la banqueta por donde caminaba.
El niño perdió el conocimiento desde entonces
y fue trasladado en un helicóptero de la policía capitalina
al Hospital Infantil de Legaria. No se dio cuenta de que, mientras tanto,
su mamá y su tío, junto con varios de sus vecinos, sometieron
a golpes al conductor que lo atropelló, Juan Montes de Oca, y a
su acompañante, Ignacio Sosa Rivero, quien según testigos
bajó del auto con una lata de cerveza en la mano.
Tampoco supo que los médicos del hospital al que
fue trasladado tuvieron que amputarle la pierna izquierda y extirparle
el bazo. Sin embargo, otra suerte corrieron Montes de Oca y su acompañante,
porque prácticamente fueron rescatados por los policías preventivos
de la zona -otras dos personas que viajaban en el asiento trasero pudieron
escapar- y el personal de la agencia 23 del Ministerio Público,
donde se inició la averiguación previa, determinó
liberarlos, pues el médico legista indicó que no estaban
alcoholizados.
Así que, según la interpretación
que hicieron en el MP del nuevo Código Penal, el conductor tuvo
derecho a salir bajo fianza y para la "reparación del daño
de la víctima", es decir, la vida o las lesiones que sufrió
Eduardo, se fijó una multa de 57 mil pesos.
Pero la determinación del MP de la agencia de Tlalpan
tuvo que revertirse ayer, cuando los familiares y vecinos de Eduardo, algunos
de ellos testigos del accidente, bloquearon a partir de las 7:45 de la
mañana la carretera federal México-Cuernavaca, a la altura
del kilómetro 22.5, justo en la curva donde el niño fue arrollado
el 17 de marzo. Se inconformaron por la liberación del conductor
y, al mismo tiempo, exigieron que Eduardo fuera trasladado a un hospital
más equipado, como el Instituto Nacional de Pediatría, porque
existía el riesgo de que también se le amputara la pierna
derecha.
La protesta logró que hasta allá llegara
el subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la procuraduría
capitalina, Salomón Baltazar, responsable de las fiscalías
y agencias del Ministerio Público que operan en las 16 delegaciones
políticas, e inclusive se dijo que el mismo procurador Bernardo
Bátiz se entrevistaría con Edgar Gutiérrez, padre
del menor, en el Hospital Infantil de Legaria, lo que no ocurrió.
El funcionario dijo que hubo "una apreciación incongruente
del médico legista" sobre el estado del conductor y que se revisaría
la determinación a partir de "otros elementos", por lo que no descartó
que la Fiscalía para Servidores Públicos tomara cartas en
el asunto.
El bloqueo duró más de cinco horas hasta
que familiares de Eduardo informaron a los manifestantes que sería
revocada la libertad bajo caución de Montes de Oca, mientras decenas
de vehículos, principalmente tráilers y camiones de carga,
quedaron varados toda la mañana en su camino hacia Cuernavaca o
al centro del Distrito Federal.
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