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México D.F. Martes 23 de marzo de 2004
CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Silencio cómplice en los escándalos panistas
El poder como botín
José Luis Luege, a rendir cuentas
EL PAN-GOBIERNO, binomio del que se ha excluido
a Vicente Fox para evitar exceso de equipaje en la carrera hacia 2006,
ha construido un enorme puente hacia la corrupción, que espera salvar
nada más con los instrumentos que le proporciona el poder, igual
que lo hizo el PRI en su momento.
YA SIN EL menor recato, despojados de la vestimenta
casi inmaculada que les dio un lugar en la política y que les permitía,
en los momentos de mayor importancia, ser jueces implacables de los hechos
de gobierno, los blanquiazules miran ahora al poder como botín,
en el ejercicio simple del mercadeo: servir al poder para que el poder
les sirva.
¿Y QUÉ? PREGUNTAN los panistas: si
el PRI se mantuvo más de 70 años, ¿qué no se
podrá retener la Presidencia del país en manos blanquiazules
cuando menos 12? Para responder a la cuestión sólo había
que retomar los instrumentos, aún afilados, que utilizó el
priísmo.
RECURSOS: MUCHO DINERO; fondos para comprar conciencias,
para ocupar tiempos caros en programas baratos; dinero para cubrir sus
propias vergüenzas. Mentiras: patrañas que supongan que sus
males son defectos de los otros; calumnias para construir realidades que
son incapaces de construir, como la supuesta democracia, y por fin la intriga:
la conspiración como medio para derrotar al contrario y el uso de
las otras dos herramientas para, olvidados de la ética, hacer de
la calumnia la fuerza de su lógica política. Es decir, sal
y pimienta para retener el poder.
POR ESO DESDE la Secretaría de Gobernación,
desde la Procuraduría General de la República, y desde los
verdaderos mandos en Los Pinos, ante la derrota popular, se gestiona el
complot.
SOLO HAY QUE echar un vistazo sobre el último
cochinero. Primero fue un panista de poca monta, un Doberman minitoy, Federico
Döring, quien tiró la tarascada, pero pronto tuvo que salir
de la escena. Su rastro llevaba directo hacia Marta Sahagún y desde
esta a la relación de sus hijos con el empresario.
AL RELEVO, AUNQUE muy a su pesar, llegó
Diego Fernández de Cevallos, sin lugar a dudas el panista amo de
la triquiñuela, protector del empresario corruptor, abogado intrigante,
más que litigante, siempre envuelto en escándalos sucios;
luego el procurador Rafael Macedo de la Concha, hombre dedicado al buen
vivir que poco sabe de las aguas negras que corren por su casa.
PERO SOBRE TODOS ellos, totalmente palacio, el
secretario de Gobernación, Santiago Creel, se apoderó del
cinismo y conjuga la diatriba con su ineficacia, seguramente para tratar
de que alguien, que todos, se olviden de su terrible incapacidad, y da
muestras obvias de cómo una vez más las cosas no le funcionan
como, desde la comodidad del palacio que ocupa, se imaginó.
DE CUALQUIER FORMA, el humo que sale desde las
estaciones de televisión se disipa. Para empezar, el próximo
día 25 el ex líder del PAN en la ciudad, José Luis
Luege, deberá rendir declaración en la Procu del DF,
con el fin de aclarar parte de uno de los escándalos que a cualquier
precio han tratado de esconder: su propia corrupción en los gastos
de campaña en la delegación Benito Juárez.
COMO NO DEBE olvidarse, aunque no existan videos,
la presidencia del PAN-DF, que encabezaba Luege, fue el costo muy menor
que ese partido pagó luego que sus propios militantes denunciaron
un escandaloso tráfico de puestos de elección popular en
las pasadas elecciones. Es decir, casi no pasó nada.
PERO EL PANISMO habrá de recibir un fuerte
golpe entre el final y el principio de abril, cuando Fernando Aboitiz,
delegado en Benito Juárez, tenga que responder por una serie de
delitos electorales que podrían llevarlo a la cárcel.
LOS ESCANDALOS PANISTAS, que hablan de dineros
obtenidos inclusive en forma fraudulenta para sus campañas y para
apoyar a Santiago Creel, han recibido el trato del silencio cómplice
y del olvido forzado, pero el humo empieza a disiparse. ¡Qué
lastima!
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