Uso de aguas negras para riego, origen del conflicto

Intentan linchar a cuatro labriegos en Tepeaca, Puebla

El problema tiene cinco años y las autoridades no lo solucionan

LA JORNADA DE ORIENTE

Puebla, Pue., 22 de marzo. Durante cinco años las autoridades federales no se han ocupado del conflicto originado por la utilización de aguas negras para el riego de los cultivos de Candelaria Purificación, en el municipio de Tepeaca.

Este lunes, cuatro campesinos que se oponen al uso de las descargas residuales fueron lesionados, desnudados y estuvieron a punto de ser linchados por el grupo que encabeza José Luis Martínez Aguas, autoridad auxiliar del municipio.

Los campesinos privados de su libertad fueron: Dolores Parra, de 64 años; Sotero García, de 48 años; Juan Rojas, de 38 años, y Fernando Rojas, de 19 años.

La detención, ocurrida al filo de las 10:30 horas, provocó la movilización de una treintena de policías judiciales y estatales. Al sitio también acudieron visitadores de la Secretaría de Gobernación estatal, el Ministerio Público del lugar, así como el síndico municipal de Tepeaca, Efraín Barrales Ortiz, quien llegó en estado de ebriedad y se dedicó a defender al grupo agresor.

Los campesinos afectados, quienes fueron liberados después de cinco horas de negociación, concurrieron por la noche al Ministerio Público para levantar una denuncia penal por los delitos de lesiones, amenazas y privación ilegal de la libertad, robo de documentos y de 5 mil pesos, en contra de Martha y Gabina Morales, y de Gabriela Sánchez Ventura.

La disputa

El conflicto en Candelaria Purificación empezó a raíz de la decisión del ayuntamiento y del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Tepeaca, de "desviar ilegalmente" las aguas residuales de la planta de tratamiento del lugar hacia los campos de 33 ejidatarios de la comunidad. Las protestas no se hicieron esperar por parte de un grupo encabezado por los campesinos Dolores Parra y Luis Rojas Sarmiento, pero no hubo ninguna respuesta de las autoridades.

Se comprobó que las descargas contienen altas concentraciones, casi el doble del límite permitido por la norma, de grasas, coliformes fecales y aceites, que las hacen inutilizables para ser usadas en terrenos de cultivo. El estudio realizado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) plantea que esos residuos pueden generar contaminación de mantos freáticos, brotes de infecciones gastrointestinales e "inhibe el crecimiento de algunos cultivos".

De acuerdo con Rojas Sarmiento, los 33 labriegos (30 por ciento del núcleo ejidal) producen unas 10 toneladas de acelgas, betabel, cilantro, huazontle, rábano largo y perejil por cada cosecha, que son comercializadas en la Central de Abastos de Puebla, así como en las de Acatzingo, Tepeaca y Huixcoltla.

En septiembre pasado, Dolores Parra y Luis Rojas dieron a conocer a este diario que Conagua sancionó al ayuntamiento de Tepeaca por la descarga irregular hacia los terrenos de los campesinos, pero no solucionó el problema; es decir, nunca pudo frenar la utilización de los residuos. Ante eso, dijeron, solicitaron la intervención de la Comisión de Desarrollo Rural del Congreso del estado, donde se signó un convenio en el que se establece la obligatoriedad de que el sistema operador vierta los residuos a la barranca del Aguila y no en los campos de cultivo. El ayuntamiento de Tepeaca, a su vez, se comprometió a realizar rondines y solicitar el auxilio de la Policía Estatal para evitar el uso del líquido y vigilar el canal.

Incluso advirtieron que detrás del conflicto se encuentra un lucrativo negocio a cargo del edil auxiliar José Luis Martínez y sus hermanos, quienes poseen un pozo profundo de agua, cuya extracción es comercializada a 30 pesos por hora a todos los lugareños que lo necesiten.

Ellos, abundaron, por el contrario utilizan las aguas negras para regar sus campos y así se ahorran los costos de mantenimiento del pozo, luz eléctrica y tendido de canales de riego. "Han logrado que mucha gente los apoye porque a todos los que se oponen les niegan el acceso al agua limpia", indicaron.

El intento de linchamiento

Dolores Parra, Sotero García, Juan Rojas y Fernando Rojas, los campesinos afectados, relataron que la detención ocurrió a las 10:30 horas, luego de que la gente de José Luis Martínez comenzó la construcción de un nuevo canal de aguas negras, el cual terminaría por contaminar los canales de agua potable y riego. Ante esa situación, decidieron recurrir a la Policía Judicial para impedir la acción, pero antes de que pudieran salir de la comunidad fueron retenidos por un grupo de mujeres que, machetes en mano, los llevaron a un paraje donde les rasgaron las ropas, los golpearon y los obligaron a desnudarse.

Dolores Parra tenía rasguños en cara, brazos, pecho y espalda; Sotero García fue golpeado en diferentes partes del cuerpo y tenía en la espalda escoraciones y la huella de un golpe que le propinaron con la hoja de un machete. Juan y Fernando Rojas, por su parte, tenían sus ropas destrozadas y moretones en cara, brazos y espalda.

Una hora después, al lugar arribaron policías ministeriales y visitadores de la Secretaría de Gobernación estatales, quienes intentaron calmar los ánimos y liberar a los detenidos.

En el lugar dos grupos de pobladores confrontados, quienes estuvieron a punto de enfrentarse a golpes, además de que no dejaban de lanzarse acusaciones mutuas.

Después de unas horas de diálogo, los servidores públicos lograron que los bandos se tranquilizaran, pero José Luis Martínez echó abajo todo al recordarle a la gente que muchas veces han firmado acuerdos y ninguno ha sido respetado.

Dolores Parra advirtió que los hechos de este lunes son producto de la "incapacidad" de Conagua, el ayuntamiento de Tepeaca, el Congreso local, la Secretaría de Salud y Gobernación estatal para solucionar dicho problema, pese a que tiene todos los elementos para hacerlo. Indicó que en la comunidad existe agua limpia suficiente para regar las 300 hectáreas del ejido, pero no se ha hecho porque Martínez Aguas no quiere perder su negocio ni el control sobre los campesinos de Candelaria Purificación.