México D.F. Martes 23 de marzo de 2004
Arafat declara 3 días de duelo en Palestina
y pide se reúna el Consejo de Seguridad de la ONU
Venganza, clamor de la multitud durante el funeral
de Ahmed Yassin
Sharon felicita a los servicios de seguridad israelíes
y advierte: "la guerra contra el terrorismo no ha terminado" En Tel Aviv
los laboristas critican al primer ministro; ese asesinato "fue un error",
dicen
REUTERS, AFP Y DPA
Gaza,
22 de marzo. Una marea humana de 200 mil personas invadió hoy
las calles de Gaza durante los funerales del jeque Ahmed Yassin, fundador
y líder espiritual del movimiento palestino de resistencia Hamas,
cuyo asesinato fue celebrado por el primer ministro de Israel, Ariel Sharon,
y condenado por la oposición laborista y por la Autoridad Nacional
Palestina (ANP), que pidió una reunión urgente del Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas.
Simpatizantes de Hamas y de los grupos palestinos participaron
en los funerales, los más imponentes celebrados en los territorios
palestinos desde el inicio de la intifada, en septiembre de 2000.
Activistas de Hamas con el rostro cubierto y armados con
fusiles llevaron los restos mortales de su guía espiritual del hospital
de Al Shifa al cementerio de los Mártires, a los que tanto alabó
en vida. "Nos enseñó el martirio y el sacrificio y le prometemos
seguir por ese camino", dijo Ismail Haniye, asistente de Yassin y uno de
los principales jefes políticos de Hamas, que arengaba a la muchedumbre
en la mezquita de Omar.
Las promesas de venganza contra Israel, lanzadas apenas
fue asesinado Yassin en un ataque con cohetes por el ejército israelí,
esta madrugada, se repitieron a lo largo de la marcha fúnebre. Uno
de los dirigentes de Hamas, Abdel Aziz Rantissi, quien sobrevivió
a un ataque israelí con misiles el año pasado, llamó
al mundo islámico a una guerra contra Tel Aviv, al que acusó
de librar una "guerra contra el Islam".
Manifestantes de las Brigadas de los Mártires de
Al Aqsa, grupo armado ligado a Fatah, del presidente palestino Yasser Arafat,
también juraron vengar la muerte de Yassin, a quien llamaron "el
símbolo de la jihad (guerra santa) palestina y de la resistencia".
En Dubai, un interlocutor que habló ante la televisora
Al Arabiya a nombre de las Brigadas prometió una réplica
"en las próximas horas", y también aseguró que "será
un terremoto".
El jeque Yassin, de 67 años, murió esta
madrugada en un ataque con tres misiles lanzado por un helicóptero
israelí cuando salía, acompañado por dos guardaespaldas,
de una mezquita del barrio de Sabra, en Gaza. El ataque dejó otros
siete muertos y 15 heridos, incluidos dos hijos del dirigente.
Arafat denunció la muerte del líder de Hamas
como un "crimen bárbaro" y decretó tres días de duelo
en Cisjordania y en la franja de Gaza. El presidente y toda la dirección
palestina condenaron "el cobarde crimen israelí que constituye el
asesinato de Yassin y otros ciudadanos".
Arafat afirmó que este asesinato reforzará
la unidad nacional palestina frente a este "crimen y los complots bárbaros
de Israel, que sobrepasan los límites".
Por lo pronto, el gobierno palestino pidió una
reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU "para
examinar este crimen indigno y dar protección a nuestro pueblo".
En el transcurso de la jornada la franja de Gaza y Cisjordania
fueron escenario de protestas y enfrentamientos con soldados israelíes,
que utilizaron gas lacrimógeno y balas de goma. Cinco personas murieron
y decenas resultaron heridas.
Uno de los palestinos murió al ser alcanzado por
disparos del ejército israelí en Beit Omar, cerca de la ciudad
cisjordana de Hebrón. También un periodista palestino murió
a causa de los disparos de los militares en la ciudad de Nablus, cuando
cubría los enfrentamientos en el campo de refugiados de Balata.
Otros tres palestinos, entre ellos uno de 13 años,
perdieron la vida en la franja de Gaza, donde se oyeron explosiones de
cohetes y granadas de mortero, indicaron medios de prensa israelíes.
Más tarde varios tanques israelíes entraron
a Beit Hanun, mientras otros vehículos blindados partieron de la
colonia judía de Netzarin hacia la carretera costera, para impedir
disparos de cohetes Qassam desde la franja contra territorio israelí.
Por el lado de Israel, el primer ministro Sharon, quien
supervisó el operativo, felicitó a sus servicios de
seguridad y justificó el asesinato al asegurar que Yassin era "el
primero de los asesinos y terroristas palestinos.
"La guerra contra el terrorismo no ha terminado. Proseguirá
a diario en todas partes", sostuvo Sharon ante los diputados de su partido,
el Likud, con lo que dio a entender que Israel seguirá sus operaciones
contra el resto de la dirección de Hamas.
Alegó que la muerte de Yassin fue una acción
de autodefensa del Estado de Israel. "Es el derecho natural del pueblo
judío a perseguir a todo aquel que quiera destruirnos", declaró
ante el Knesset (Parlamento).
Pero el líder de la oposición laborista,
Shimon Peres, calificó el asesinato de Yassin como un "error", y
señaló que si él hubiera sido miembro del gobierno,
habría votado en contra.
A todo esto, Avi Dichter, jefe del Shin Bet -los servicios
israelíes de inteligencia- se había mostrado contrario al
asesinato de Yassin al argumentar que el costo pesaría más
que los beneficios, informó el diario Haaretz en su versión
digital.
En Washington, el canciller israelí, Silvan Shalon,
aseguró que Estados Unidos no tenía conocimiento de los planes
del asesinato del líder de Hamas y que fue una decisión del
gobierno de Israel, tras un encuentro con el vicepresidente estadunidense,
Dick Cheney.
Más tarde, en declaraciones a CNN, descartó
que Arafat pueda ser el siguiente blanco de Israel, pero en Jerusalén,
Amos Gilad, consejero de Sharon, afirmó que el presidente de la
ANP "es el hombre más peligroso y más destructivo que ha
visto Medio Oriente".
Máximo nivel de alerta
Tras la muerte de Yassin, el ejército israelí,
que anunció "una operación selectiva", bloqueó inmediatamente
Cisjordania y la franja de Gaza, mientras el gobierno decretó el
máximo nivel de alerta por miedo a atentados.
El ministro de Defensa, Shaul Mofaz, quien justificó
el aniquilamiento de Yassin al llamarlo "el Bin Laden palestino", analizaba
esta noche con los mandos militares la situación en materia de seguridad.
En el exterior, la primera réplica al asesinato
la dio el movimiento chiíta libanés Hezbollah, que atacó
con cohetes y obuses de mortero posiciones israelíes en el sector
de las granjas de Chebaa, a lo que Israel respondió con bombardeos
contra un pueblo libanés.
Hezbollah aseguró que el ataque contra seis posiciones
fue obra de las Brigadas del Mártir jeque Ahmed Yassin, mientras
el líder de la milicia, jeque Hassan Nasrallah, dijo que tras la
ejecución del dirigente de Hamas "los sionistas descubrirán
muy pronto que cometieron una equivocación muy grave que viene a
unirse a errores anteriores".
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