En 4 años invirtió 3 mil 500 mdd para expandirse

Compra Slim 5% de Global Crossing, proveedor de telecomunicaciones

VICTOR CARDOSO Y AGENCIAS

Carlos Slim Helú y su familia adquirieron 9.1 por ciento de las acciones en el mercado de la empresa estadunidense de telecomunicaciones Global Crossing, que recientemente salió de un proceso de bancarrota. Esa participación equivale a 5 por ciento del capital social de la empresa.

En un comunicado Global Crossing, controlada en 61.5 por ciento por la estatal Singapore Technologies Telemedia, consideró que las inversiones de Slim Helú en esa compañía representan una muestra de confianza en su futuro.

Global Crossing es un proveedor de telecomunicaciones que opera sobre protocolo de Internet a escala global. Conecta más de 200 ciudades en 27 países y entrega servicios en 500 de las mayores ciudades de 50 países en los cinco continentes, según el perfil de la compañía.

Sólo en los últimos cuatro años de manera directa o a través del conglomerado de empresas financieras, comerciales y de telecomunicaciones que encabeza, Slim Helú ha desembolsado al menos 3 mil 500 millones de dólares para expandir su emporio, que abarca desde Estados Unidos a la Patagonia.

Numeralia

Desde comienzos de este siglo el magnate mexicano, que ya había sido considerado por la revista Forbes como el empresario más rico de América Latina desde mediados de la década pasada, ha protagonizado una treintena de operaciones financieras, particularmente en el segmento de lo que él llama ''la nueva economía'', es decir, el sector de las telecomunicaciones e informática, pero sin descuidar el ámbito comercial.

Slim Helú arrancó el año 2000 con la compra de 7.5 por ciento de la cadena de tiendas OfficeMax, de la que nunca se precisó el monto, pero en la que pudo haber desembolsado 61 millones de dólares.

Para marzo de ese año el empresario y sus seis hijos compraron casi 7 por ciento del capital social de Saks Incorporated, cadena de tiendas departamentales en Estados Unidos, a la cual destinó 115 millones de dólares. En octubre elevó la participación accionaria tanto en OfficeMax como en Saks Incorporated, pero no se supo el monto de la nueva inversión.

Entre las operaciones más sonadas está su alianza con el presidente de Microsoft, considerado el hombre más rico del mundo, Bill Gates, en el portal de Internet T1msn. Otras inversiones en el sector de telecomunicaciones se han enfocado a la adquisición de diversas empresas en América Latina, además de la cadena de tiendas CompUSA, en Estados Unidos, por 800 millones de dólares.

Entre las inversiones financieras de Slim Helú que más han despertado extrañeza en el mundo de los negocios se encuentra una por 100 millones de dólares en bonos de Alestra, una de las principales competidoras de Teléfonos de México en el mercado mexicano, así como 385 millones en bonos de deuda de MCI WorldCom, matriz de Avantel, otro de sus más aguerridos rivales en el negocio de larga distancia en México y que incluso promovió, junto con el gobierno estadunidense, una demanda contra nuestro país ante la Organización Mundial de Comercio por presunto incumplimiento de compromisos internacionales en materia de telecomunicaciones.

Otra sonada compra fue la de la filial del gigante estadunidense AT&T en América Latina, la cual ascendió a 207 millones de dólares en efectivo y, la más reciente, la brasileña Embratel Participações por 360 millones de dólares la cual, a su vez, estaba controlada por WorldCom (ahora conocida en el mercado como MCI, después de un fraude financiero por 3 mil 800 millones de dólares en 2002).

Operación cuestionada

No obstante, en la subasta por Embratel, el juez de la corte de bancarrotas en Estados Unidos, Arthur Gonzalez, informó que intenta celebrar una audiencia el 13 de abril para que se presenten objeciones de otros interesados. Sin embargo, el 8 del mes entrante está planteado como fecha límite para la entrega de inconformidades.

Telenorte Leste Participacoes (Telemar), Brasil Telecom Participações y la española Telefónica, que también participaron en la subasta por Embratel unidas en el consorcio Calais, publicaron en la prensa local cuestionamientos sobre la legitimidad del triunfo de Telmex.